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Entre estos recuerdos históricos vividos por uno de los
hoteles más carismáticos de Oriente Medio, buque insignia de
la hotelería de lujo del mundo, salpicadas sus paredes por
un número importante de fotografías en blanco y negro, y
otras en color de famosos que han desfilado por éste, en su
elegante y señorial comedor, donde se celebran los ágapes de
estadistas, ministros, reyes y famosos del mundo entero,
tuve el privilegio de cenar el pasado 15 de septiembre,
junto a las delegaciones de varios países participantes en
el Congreso Internacional de GoGalilee 2009.
El
equipo de cocina del Hotel King David quiso sorprender a los
invitados de la noche. Y lo consiguió sobradamente, con un
menú de altos vuelos, de los llamados de gourmets refinados,
con una cocina de diseño, digno de los mejores restaurantes
de París. Para el primer encuentro de las papilas gustativas
con los sabores de la casa, se sirvió un salmón ceviche de
cítricos con caviar negro. Después vino una sopa de
melocotón fría, y un entrecote ahumado, acompañado de
patatas y verduras tostadas, regado con una salsa elaborada
al vino merlot. Exquisito plato, para recordar. El bouquet
dulce lo pusieron unas frutas frescas con caldo de moscatel
y sorbete de cassis. Los elaborados me recordaron a los
mejores chardonnay, cabernet sauvignon y merlot franceses,
aunque su procedencia no era otra que los Altos del Golán,
vinos Kosher. Vinos a los que se debe prestar una
justificada atención. Llegan a sorprender. |