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CAMINO DE SANTIAGO: --Ruta MOZÁRABE--

SEVILLA—SANTIAGO por la VÍA DE LA PLATA y la Variante Sanabresa


por Antonio García Márquez

Indice : Capítulos I - II- III - IV - V - VI - VII - VIII - IX - X - XI - XII- XIII - XIV - XV

XVI
- XVII  - XVIII - IXX - XX - XXI - XXII - XXIII - XXIV -
XXV - XXVI - XXVII - XXVIII - XXIX - XXX

 - XXXI - XXXII - XXXIII - XXXIV - XXXV - XXXVI - XXXVII - XXXVIII - XXXIX - XL


 
Cap.XL / (32ªEt.=18,0Km) REQUEJO-LUBIAN (4 Julio, Domingo) 

            Partimos a las 7.00 horas, caminando inicialmente por  la carretera N-525. Tenemos por delante un largo tobogán de unos 7 km hasta el túnel que salva el Portillo de Padornelo. Hemos salido entre dos luces, confiados en que al ir un buen rato por el arcén de la nacional no podíamos perdernos. Un día más hace muy buen tiempo a estas horas de la mañana, sin apenas viento.

     Muy pronto irá clareando el día, sorprendiéndonos en el amanecer  la espléndida belleza de la vegetación que cubre las faldas de la montaña a ambos lados del Camino. Podemos fijarnos especialmente en el margen derecho, por tenerlo ladera arriba. La eclosión floral de genistas y brezos, intercalados a intervalos con retamas, mimbreras y saúcos, nos presenta toda una sinfonía de colores amarillos, blancos, verdes, marrones y violetas de variados tonos. Es imposible describir con palabras el impresionante mosaico que muestra la naturaleza por este lugar, en esta época del año precisamente. Solo cabe venir a verlo, y nosotros tenemos la suerte de disfrutarlo sin siquiera haberlo buscado… Logro sacar algunas fotos, con precaria claridad y nitidez porque por momentos nos invade la niebla, entre ellas la que incluyo en la primera imagen de este capítulo (img nº1izq).

 

< img 1: (Requejo- Puerto del Padornelo) excepcional floración en todo el intervalo // viaducto de 400mt (k6,5-8.20h)> 

A medida que ascendemos vemos a lo lejos una amplia zona devastada por un incendio reciente. Hay una sucesión de montes totalmente arrasados, según podemos apreciar por su color negruzco, que contrasta con el verdor de las montañas que rodean la zona afectada. Poco antes de coronar el puerto la niebla se ha cerrado a nuestro alrededor, justo mientras pasamos por un altísimo viaducto de unos 400 metros de longitud, que traza amplia curva sobre el pronunciado barranco (img nº1der). Finalmente, medio kilómetro después nos introducimos en el túnel de Padornelo, situado en la cima del puerto homónimo. Pero antes de continuar con el relato, es oportuno comentar que este mítico lugar parece haber sido en el pasado punto fronterizo entre los reinos de León y Galicia; una fita jurisdiccional  hallada en el puerto, y conservada en la iglesia parroquial de Padornelo, así lo atestigua (ver Nota 16 en final capítulo).

 

 < img 2: (Padornelo) centro histórico, con igl. Sta. María La Nueva a la izquierda de la N-525 (k9-8.58h) > 

    Tras el túnel divisamos ya muy cerca el pequeño lugar de Padornelo (img nº2), a cuyo núcleo histórico no podremos acceder directamente por quedar a la izquierda de la moderna calzada, descolgado unos 20 metros ladera abajo. La salida del túnel fue abierta  precisamente esos 20 metros por encima del antiguo trazado de la carretera, para evitar su paso por el centro de la población.  Esa circunstancia supone que empecemos a preocuparnos ya por nuestro café, aunque no perdemos del todo la fe, y tendremos nuestro premio…

     Pasado medio km tras el túnel cruzamos por un puente el trazado de la autovía, y medio  kilómetro más adelante superamos la localidad; en un punto donde divisamos ¡por fin!, como a 400 metros, nuestro primer objetivo de la jornada: ¡la cafetería del área de servicios Padornelo! Se trata de una moderna y bien dotada área de servicios; que nos estaba esperando con todos los ingredientes de un buen desayuno a punto. Nos limitamos a tomar el café con leche con unas pastas de hojaldre, pero lo hacemos a nuestras anchas, disfrutando de una excelente panorámica y cómodamente sentados en los afelpados taburetes de la barra. A Francisco le quedará aún su bocadillo, que no ha querido comer ahora y lo reserva para dentro de una hora como poco; y yo ya estoy servido, porque comí mis sardinas con unas rebanadas de pan antes de abandonar el albergue de Requejo.

 

< img 3: (Padornelo-Aciberos) nos desviamos a la derecha por la vieja ZA-106, en el cruce que vemos como a 200 metros  (k11,5-9.46h) > 

    Sobre las 9.25h salimos de la cafetería y tomamos el arcén derecho de la carretera; y a las 9.50 nos desviamos por una pista asfaltada que sale a nuestra derecha,  que nos llevará hacia  Aciberos y Lubíán (img nº3).  Hemos venido por la nacional con poquísimo tráfico rodado, pero una vez en ese desvío la tranquilidad será absoluta hasta alcanzar nuestro destino: no pasa absolutamente nadie por esa antigua carretera.  Porque en realidad esta pista resulta ser una vieja carretera local, muy estrecha y sin arcén, concretamente la ZA-106; que enlaza Lubián con la nacional N-525 además de a otros pequeños lugares, concretamente: Aciberos, Hedroso, Chanos y Las Hedradas. Es una carreterita tortuosa y bastante parcheada, como las que teníamos en este país en los años 50 y 60 de la pasada centuria, antes del desarrollo económico franquista. Una carretera sin las líneas divisorias marginales y medianeras, ya que si las tuviera no cabría por sus calzadas un automóvil pequeño; solo serviría para motos y bicis… De hecho, cuando se crucen por aquí dos coches tendrán que reducir mucho la velocidad, casi hasta parar, o incluso será necesaria en ocasiones alguna maniobra…  Para ilustrar literariamente su antigüedad, baste reseñar que conserva aún en algunas curvas aquellos omnipresentes  muretes de piedra, semejantes a las almenas de los castillos…

 

< img 4:  (Padornelo-Aciberos)  -tendido eléctrico años 50-  //  –torres AT en 2010 (y una quincena de aerogeneradores en la cima) (k12,5-10h) > 

    El recorrido por esta vetusta calzada nos transporta a los tiempos de la niñez, por lo que en todo el tramo vamos sumergidos en un mundo mágico. Pero pronto veremos un contraste que nos sitúa en un instante en la realidad tecnológica del siglo XXI… Durante un rato íbamos viendo a la derecha de la carretera algunos postes de madera del antiguo tendido eléctrico, contemporáneos de la misma; mientras que por el lado izquierdo se divisaban en varios planos dos modernas instalaciones aplicadas a la generación y transporte actual de energía eléctrica: a ambos lados del profundo valle del río Leira vemos alineadas una serie de  gigantescas torres de alta tensión, y allá lejos, en la cresta de las montañas que cierran el horizonte, se distinguen nítidamente una quincena de modernos aerogeneradores, cuyo cableado de transporte eléctrico se conecta bajo tierra con la central de transformación (img nº4). En definitiva, todo un cuadro expositor que nos ofrece la evolución del sector eléctrico en España en los últimos 60 años; una evolución tecnológica vivida por estos veteranos caminantes en el ya lejano pasado, tiempos recientes y el brillante presente. Un cuadro expositor que paralelamente nos enfrenta a una realidad: la película de nuestras vidas tiene ya muchos capítulos. Es inevitable hacer la correspondiente reflexión y nos sentimos satisfechos de poder contarlo; coincidiendo ambos en la predisposición a seguir abriendo algunos capítulos más, siguiendo nuestro Camino con la ayuda de Santiago…   

Durante esta jornada disfrutaríamos tal vez de la etapa más agradable del presente viaje. Caminando sin prisas, logramos empaparnos bien del espíritu de la Alta Sanabria; alejados de grandes carreteras o autovías, y con pequeños núcleos de  población en nuestro camino. En la subcomarca de Lubián  se perciben unas sensaciones  difíciles de encontrar ya en la geografía española. Nos vemos sumergidos en un entorno prácticamente virgen, en el que durante largos intervalos nos sentimos absolutamente solos (dentro de nuestra especie claro).  Recomiendo este rincón galaico-zamorano a quienes se sientan estresados, para que se tomen unos días de completo relax por estos contornos. 

     Tras dejar Aciberos a nuestra izquierda, decidimos hacer una parada larga para que Francesc de buena cuenta de su almuerzo. Es una buena ocasión para descalzarse y airear botas y calcetines al sol, a la par que se activa la circulación sanguínea en la planta de los pies.

    Entre Aciberos y Hedroso la pista serpentea dibujando unos bucles sumamente revirados, lo que en ocasiones te da la sensación de estar caminando en la dirección opuesta… El arbolado es en general de escaso porte en el intervalo, con abigarradas masas de robles envueltas por el espeso matorral del sotobosque.  Aparentemente, también esta zona debió sufrir algún importante incendio no hace demasiado tiempo, posiblemente una decena de años. Esta suposición me la confirman una sucesión de grandes robles y castaños centenarios, que nos vamos encontrando aislados a ambos lados de la carretera, la mayoría de ellos lindantes con esta.  Son  evidentemente los únicos supervivientes de ese gran fuego…    

    Poco antes de llegar a Hedroso, cruzamos un puente situado en el vértice de una acusada curva a izquierdas. Bajo su moderna estructura corren alegres las limpias aguas del río Pedro, eje vertebrador de las poblaciones que conforman el término municipal de Lubián. El lugar es sugerente, y de nuevo tiro de mi cámara digital, para sacar algunas imágenes del cauce aguas abajo (img nº5izq abajo). No discurre mucho caudal bajo el puente, por lo que a este curso fluvial cabría más llamarle arroyo que río…, pero al parecer son aguas permanentes. Es una gozada sentir como salta la corriente entre  las grandes  piedras que conforman su lecho. Todo el cauce que se divisa a lado y lado es netamente pétreo, hasta tal punto que entre los pedruscos no logramos distinguir una pizca de arena o tierra… Agudizando la vista aguas arriba, vemos como se empina el curso del  río hacia lo más agreste del Parque Natural del Lago de Sanabria, por una vertiente rocosa prácticamente exenta de vegetación.

 

< img 5: (cercanías de Hedroso) río Pedro // castaño monumental // fuente medieval “a fonterreira, entrando al pueblo > 

Llegando a Hedroso, pueblecito que surge a nuestra derecha, nos encontramos con una estupenda fuente de dos caños de desigual caudal, que por su aspecto debe estar activa desde tiempos inmemoriales. Llaman a esta fuente “A Fonterreira”, según reza el letrero de hierro forjado que vemos en el frontis de uno de los chorros  (img nº5der). Nos encontramos allí a una señora llenando vasijas, la cual nos confirma la bondad del líquido elemento que mana de la fuente… y no dudamos en comprobarlo tastándolo de inmediato, para luego rellenar nuestros botellines. Ambos caños surgen en dos puntos bien diferenciados, por estar  destinado uno de ellos a saciar la sed de los viandantes y el segundo al lavado de utensilios, aunque evidentemente el agua de ambos es de la misma calidad.

Me llama la atención el segundo caño, de mayor caudal, que brota de una gran piedra en la que se ven una serie de concavidades, semejantes a petroglifos, cuyo origen desconocemos. Saco varias fotos para intentar averiguarlo más adelante en Internet y seguimos nuestro camino sin detenernos; ya estamos muy cerca de nuestro destino de hoy.

 

< img 6: (Hedroso-Lubián) vaca bizca y ‘guerxa’ en la cuneta  pasado Hedroso // avispa sobre inflorescencia de saúco > 

Pasado el pueblo vemos algunos prados junto a la carretera, donde pastan tranquilamente las vacas. Es un cuadro tiernamente pastoril, que nos muestra ahora, en el tramo final de la primavera, una campiña en todo su esplendor. Saco algún buen encuadre, pero entre los animales he elegido para el reportaje la vaca menos agraciada… La escojo a ella porque a mí me resulta particularmente graciosa; por su bizquera, destartalada cornamenta e hirsuto pelaje. Antes de llegar a su altura nos sorprende con un mugido de satisfacción,  por el festín que se está dando entre las altas hierbas de la cuneta (img nº6)...

Siguen apareciendo espectaculares castaños tras cada curva del camino, casi siempre aislados, presidiendo la cabecera de los prados o escoltando nuestro caminar junto a la calzada (más arriba img nº5). Pero la floración de estos gigantes no alcanza por aquí,  ni con mucho, la espectacularidad de los ejemplares admirados en Otero de Sanabria y su entorno,  quizás por ser aquellos mucho más jóvenes y exuberantes, o bien por razones de altitud y climatología…  

En esta etapa, convertida por la providencia divina en un aula de la natura, no solo vamos a admirar la flora conocida sino que tendremos la oportunidad de observar de cerca nuevas especies, o al menos lo son para mí… Con la ayuda de Francesc conoceré de cerca el saúco, muy abundante junto a las cunetas, con sus lanceoladas hojas surcadas por innumerables nervaduras, luciendo a principios de Julio un verde vivo y brillante. Entre ellas se abren precisamente ahora numerosas inflorescencias blancas (imagen nº6der)…  Por lo que veo se trata de una especie que está a mitad de camino entre el arbusto y el árbol, quizás más cercana a lo primero. 

 

< img 7: (Aciberos-Lubián)  una curiosa floración herbácea, en esta subcomarca de la Alta Sanabria (k11,5 a 17) > 

Después de sacar algunas  imágenes de los saúcos floridos continúo un largo trecho con la cámara sin enfundar. Venía viendo a intervalos, durante un largo trecho, una curiosa planta herbácea de largos, finísimos y abigarrados filamentos radiales de color crema, y me he propuesto ahora elegir el mejor encuadre posible para fotografiarla. Por lo que parece,  esta sorprendente especie vegetal se encuentra ahora en plena floración, porque en las terminaciones de sus filamentos (de hasta 40 cm. de longitud) vemos una atisbo de color violeta claro que evidentemente son diminutas flores… Me agacho para intentar apreciar con más detalle su estructura y me resulta imposible verla con claridad; tendría que disponer de una potente lente para deslindar los tallos de sus hojas y flores. De nuevo en pié, y mirando con amplia perspectiva la zona invadida por este espécimen, solo se aprecia como una vaporosa nube, de un delicado color entre rosáceo y violeta (img nº7).

    La planta anteriormente mencionada no crece en solitario; en el trozo de terreno elegido para sacar las fotos, contiguo a la carretera, despuntan también algunas hierbas altas y flores de larguísimo tallo, las cuales surgen entre la brumosa especie más arriba descrita. Estas flores, como pequeñas alcachofas, conforman espesos pomos de pétalos, casi esféricos y de 1 a 2 cm. de diámetro, los cuales surgen entre la vaporosa planta violácea contrastando con ella sus vistosas y variadas coloraciones amarillas, azules y blancas.  Ignoramos también sus nombres pero, al menos, nos queda el consuelo de ofreceros esas fotos… (me remito de nuevo a la img nº7). 

  Solo 2,5 km separan Hedroso de Lubián, espacio que recorremos en algo más de media hora. Hoy ha sido corta la etapa, y por eso nos hemos permitido hacer de los últimos kilómetros un agradable paseo, recreándonos en el paisaje y la observación detallada de su espléndida flora.  Pese a nuestra parsimonia, arribamos a nuestro pintoresco destino del día a las 12.10h; muy buena hora para localizar el refugio público y disponernos luego a buscar donde comer.

 

< img 8: excelente panorámica de LUBIAN,  accediendo desde Hedroso por la cra. ZA-106 > 

    Lubián ostenta la capitalidad del municipio homónimo, que comprende todos los lugares recorridos en esta etapa, incluido Padornelo; y es también de largo el pueblo más bonito de la jornada. Diría más, para mi gusto resultaría ser en su conclusión el más interesante de este viaje. Desde nuestro punto de acceso a la población, la vemos en perspectiva asentada en la empinada ladera que asciende a nuestra derecha (foto nº8). Está ubicado el pueblo en un 90% bajo la carretera por la que hemos llegado, que lo cruza en sentido este-oeste siguiendo la dirección de la portilla de La Canda. Es bastante  mayor que los tres precedentes, aunque solo cuenta  en la actualidad con 350 habitantes. En nuestro deambular hasta el albergue, y posteriores caminatas, veríamos cantidad de casas cerradas, que posiblemente se ocupen únicamente en fines de semana o vacaciones; algunas de ellas abandonadas y en semi-ruina, pero otras muchas recientemente restauradas. Salta a la vista que los paisanos del lugar están muy orgullosos de su pueblo y se esmeran en mantenerlo vivo, realizando las restauraciones de las viejas viviendas  sin  apartarse del antiguo patrón arquitectónico de la comarca (abajo imagen nº9).

 

< img 9: (Lubián) dos perspectivas donde podemos observar su muy bien conservada  arquitectura urbana > 

A la entrada del conglomerado urbano hemos visto unas marcas amarillas que señalan la dirección del refugio municipal, el cual afortunadamente no está lejos del eje del Camino. El albergue  ha sido instalado en una de las antiguas casonas del pueblo, un viejo caserón  recuperado recientemente para utilizarse en exclusiva como refugio de peregrinos (img.nº15 más abajo) Hablaremos de él más adelante.

   Tratando de ganar tiempo pongo mucha atención en lo que vamos encontrando por el camino, y muy cerca del albergue hemos pasado junto a una casa rural, en cuya puerta hay colgado un  rótulo del cual conviene tomar  nota:

-casa Elvira, comida casera-… Pero antes que pensar en comer ahora, venimos obsesionados principalmente con algo más importante: el aprovisionamiento para la cena y la primera colación del día siguiente; por lo que es preciso apresurarse, por ser hoy día festivo.

   Cuando llegamos al refugio vemos que hay sitio de sobra. No hemos visto a nadie al entrar, ni en el dormitorio, aunque varias literas están ya ocupadas.  Antes de pasar por los aseos, soltamos las mochilas en la colchoneta inferior de dos literas contiguas. Tampoco hay nadie en las duchas en estos momentos, pero decidimos posponer esa necesaria operacón para luego; porque siendo relativamente tarde, es prioritario salir en busca de las provisiones. Estamos en domingo y corremos peligro de quedar desabastecidos, aunque al ser esta población relativamente grande, esperábamos encontrar alguna tienda de comestibles abierta… Cruzamos dedos pensando en ello, pero como decíamos, habremos de correr para no llegar a ese establecimiento después de las 13.00h, porque nos podríamos llevar el gran chasco del día y encontrarlo  ya cerrado… Con esas cábalas  salimos a escape hacia el centro del pueblo, que dista casi un kilómetro del  albergue.  

    Nuestras expectativas se cumplen y a las 12.30 logramos hallar  (calle Cachifra 16) una tiendecita, donde hay de todo un poco: desde linternas a verduras, pasando por detergentes, menaje de cocina, ropa de trabajo, pegamentos, artículos de papelería, etc., etc….; lo típico en los pueblos. El señor que nos recibe allí es muy amable: interesándose sinceramente por nuestro viaje, y desviviéndose en atendernos lo mejor posible. Estamos por suerte ante un buen profesional, que sabe tratar a los clientes. Además, una vez abastecidos de todo lo necesario, nos explica de forma espontánea algunos detalles diferenciales del pueblo y sus costumbres... Con ello consigue dejarnos satisfechos, y obviamente hablaremos bien de su negocio a otros colegas. Al salir tomo nota del rótulo: SUPERMERCADO FERRERAS, que transcribo con  tipo de letra y coloración ajustados al original, porque lo merece. El título parece pomposo si nos atenemos al estándar habitual de lo que en ciudades relativamente grandes entendemos por ‘supermercado’,  porque este local es relativamente muy pequeño. Pero si tenemos en cuenta el tamaño de la población donde se ubica, la variedad de artículos ofrecidos, su excelente presentación y la calidad del servicio con que nos atienden lo merece sin duda.  

    Pudimos comprar en este excelente establecimiento todo lo que necesitábamos, de manera que dejamos resuelto el condumio de la cena y las provisiones de la mañana siguiente...  Pero como la felicidad tiene sus límites, hoy solo  nos iba a fallar ese buen restaurante o mesón al que diariamente aspiramos; un lugar adecuado donde tener la comida principal de la jornada. Por desgracia no encontraríamos abierto en este pueblo ningún local de esa naturaleza…  

    Siguiendo las indicaciones del tendero, nos encaminamos hacia el único bar de Lubián que abre en domingo, situado junto a la carretera en la parte alta de la localidad; aunque nuestro ‘cicerone’ nos había advertido que siendo festivo solo nos ofrecerían tapeo o algún bocata en él... Pese a eso, y a que dicho local se encuentra como medio kilómetro más arriba, saliendo del ‘super’ nos decidimos por subir hacia la carretera a probar suerte. Como mínimo nos sentaríamos en él a tomar la cerveza con algún aperitivo. Ya en susodicho bar, de cuyo nombre no quiero acordarme,  se confirma lo que el señor de la tienda nos adelantaba: solo hacen comidas en días laborables.  

    Una vez sentados en sendos taburetes de la barra,  pronto notaríamos que ahora tocaba “la de arena”..; el contraste entre la forma de atendernos aquí y en la tienda de comestibles, resultaba más que notable. Después de unos minutos sin ser atendidos, me dirijo a una chavala que hacía no sé qué tras la barra, y ni siquiera se había girado a mirar a quienes acababan de entrar; como tampoco lo hacía ahora ante quién  le hablaba. La moza me escucha con aire distraído, sin inmutarse en absoluto ante mis peticiones, en las que de forma clara solicitaba algo de comida casera, de cuchara vamos…Luego se mete para la trastienda, y tras consultar con alguien que había dentro, nos ofrece minutos después un plato combinado a base de fritura de lomo, chorizo o huevos, o bien bocatas. No nos apetece nada la oferta claro, como tampoco nos gusta la desgana con que nos atiende la muchacha ni el ambiente del bar, y nos limitamos a pedir la cerveza… Tras ella, nos volveremos sin más hacia el albergue, para acercarnos cuanto antes a ver lo que podía guisarnos la tía Elvira

 

< img 10: (Lubián, -cra. de Hermisende-) moderna fuente representativa (3 cabezas de lobo) // típicas galerías exteriores> 

    Como adelantábamos más arriba, Lubián es un pueblo longilíneo, recostado sobre la falda de la montaña. Nuestro paseo de ida y vuelta discurre por el eje principal del recinto histórico (sucesión de calles Santa Cruz, San Mamés y Cachifra), que debe medir algo menos de un kilómetro; mientras el lado transversal, ladera arriba, no debe sobrepasar en promedio los 200 metros de anchura. Solo en el cruce con la calle-carretera de Hermisende se ensancha la población hasta unos 400 metros. Como decíamos, las viviendas se suceden por el principal eje urbano siguiendo una línea irregular, probablemente obligada por los accidentes del terreno, que es muy rocoso. Durante el paseo de ida y vuelta apenas hemos salido de ese tortuoso itinerario, salvo para cortas incursiones en las inmediatas callejas; contorneando en ocasiones los muros de algún edificación singular, o por vislumbrar alguna pequeña plaza...

    Hemos podido  comprobar que el 90% de las casas del lugar son antiguas viviendas; construidas a base de grandes e irregulares sillares de piedra, muy bien  canteados y encajados,  y cubiertas con tejados de pizarra. Todas las casas mantienen el mismo aire tradicional, pero no hay dos de ellas iguales…En nuestro deambular por el pueblo, no me canso de sacar fotos de estas viejas casonas. En el retorno concretamente, he añadido alguna foto más a mi colección,  obteniendo buenos enfoques de esas galerías abiertas de los pisos altos, con sus escaleras de piedra adosadas a los muros (ver arriba img nº10der). También  nos ha gustado mucho, por su significación, la interesante fuente de granito que vemos en la calle de Hermisende, cuyos tres caños surgen de sendas cabezas de lobo (img nº10izq). Este viejo ‘competidor’ del homo sapiens, ha dado nombre a la localidad y es figura emblemática de su escudo (ver Nota 17 al final del capítulo).  

    A las 13.45 penetramos en la casa de Elvira. Es una vivienda aislada, con pequeño jardín, un trozo del cual se ha reconvertido en huerto… Nuestra anfitriona es una mujer de mediana edad (unos 50) en cuya casa nos sentimos un poco intrusos, porque mientras ella nos atiende corre algún nieto por allí…. Aunque conceptuada como casa rural, estamos en una vivienda puramente familiar.

    Como no quedan más opciones, aceptamos todo lo que nos propone la buena mujer.  Aunque la colación no sería como ‘para tirar cohetes’, agradecemos la acogida de esta buena señora, que nos soluciona uno de los objetivos esenciales de cada jornada: comida casera a mediodía, y en grato ambiente. La comida que doña Elvira nos prepara tira a flojita…: un plato de pasta (durilla y poco sustanciosa) complementado con  algo de carne guisada, y en cuanto al ambiente…pues más casero ¡imposible!  

    En su deseo de hacernos grata la estancia, nuestra anfitriona nos trata como si fuéramos viejos conocidos, con toda confianza. Parece que la mujer se ve actualmente en la coyuntura de tener que sobrevivir a algún problema familiar  (por lo que entendemos de algún comentario disperso y mal enhebrado, una reciente separación) y va tirando con la ocasional ayuda de algún  hospedaje y ofrecimiento de comidas a los peregrinos… Esa conclusión la sacamos cuando ya terminábamos el café, porque para ambientar la comida la buena de Elvira nos obsequia con el ‘rollete’ de sus tribulaciones, que soportamos estoicamente, ¡qué remedio!...  Por cierto, antes de acabar ese café se acercan los tres ingleses que habíamos visto en Requejo; vienen a echar un vistazo y a negociar el precio de pernocta… 

 

  < img 11: (Lubián,) iglesia parroquial de San Mamés (barroco tardío, s.XIX), situada en la calle homónima> 

 Al regreso de la comida he realizado por fin “la colada”, hoy no había excusas para escaparme de esta tarea. Luego me decido por hacer una buena siesta, tras la que a las 18.00h me dispongo a salir hacia el centro urbano. Quiero acercarme a finalizar la visita de la mañana, especialmente a la iglesia parroquial y su entorno. Francisco vuelve a quedarse hoy en el albergue, y acordamos encontrarnos en la Iglesia en caso de que celebren misa. 

      Paseo nuevamente por el eje longitudinal del pueblo, para añadir algunas fotos al reportaje de la mañana. Concretamente quería obtener imágenes de la iglesia parroquial de  San Mamés, situada junto a la plaza del Ayuntamiento; aunque finalmente no pude conseguir ninguna foto válida, por la poco propicia orientación del sol a esta hora vespertina (18.30h); la imagen mostrada arriba la he conseguido en  internet (img nº11).    

Pero siguiendo con el guión de la jornada, quiero reseñar ahora una incidencia imprevista…Cuando desde unos 40 metros veía surgir la iglesia a mi izquierda,  observo un par de individuos junto a ella cuya pinta no me gustaba nada… Luego, al acercarme un poco más, he podido comprobar que no son gente de fiar… No dan  la imagen de lugareños, sino más bien de vagabundos venidos de fuera. Uno de ellos se quita el sombrero y hace discreto ademán de pedir limosna al acercarme...;  pero antes que finalice ‘la representación’, y sin llegar a detenerme ante la pareja, les hago gestos de ir sin blanca. Confieso que de ordinario no me gusta nada la mendicidad, aunque en casos puntuales la admito y deposito mi limosna… Pero en esta ocasión no me trago el pretendido estado de ‘absoluta necesidad’ de este par de sujetos, que aparentan unos 45 a 50 años; de hirsuta barba y muy mal aseados, pues huelen que apestan.  Ambos llevan al hombro una pequeña mochila de colegial…, típica de los falsos peregrinos; para dar ‘el pego’ sin duda a los más ingenuos, o menos informados de lo que es el Camino... Su aspecto me recuerda casos parecidos vividos años atrás, que lamentablemente resultaron ser descuideros en busca de peregrinos despistados. En este caso, tomé buena nota por si los volvía a encontrar. Afortunadamente se dan pocos casos de ese calibre en el Camino, pero también hay que contar con ello, y no podemos descuidarnos…  

     Al aproximarme a la iglesia quería preguntar sobre el horario de misa, pero visto el percal decido cruzar la plaza en busca de algún vecino o vecina… Justamente al otro lado hay una parada de bus con un par de bancos, en uno de los cuales espera pacientemente una solitaria señora...; a ella me dirijo, pues probablemente sería persona más indicada para informarme sobre el asunto de la misa…. 

     La señora me ha confirmado lo que me temía, tampoco hacen en esta iglesia la vespertina misa del peregrino; y siendo hoy Domingo han celebrado la eucaristía a las 10 de la mañana. Se comprende que al venir tan pocos peregrinos por la ruta sanabresa, sería mucho pedir al cura párroco que nos brindara esa misa; a la que nos tienen acostumbrados en zonas más concurridas, como el Camino Francés. En este itinerario, que como es sabido supone el tramo final  del Camino Mozárabe, solo la hacen habitualmente en grandes poblaciones. Lo hemos visto antes entre Sevilla y Benavente (Vía de la Plata), y lo veremos en adelante en las poblaciones del occidente gallego.  Comentando con la buena mujer estos razonamientos, le viene de pronto a la cabeza que precisamente en domingo dan misa por la tarde en el cercano santuario de la Tuiza,  un lugar de peregrinación  sito a unos 4 km…  

     Miro pues el móvil, y son las 18.35; de manera que tras obtener las fotos de la iglesia decido salir a escape hacia ese Santuario. Pero antes contacto vía móvil con  F, que obviamente  renuncia a la aventura, pues me espera una carrera contra reloj… Me ha dicho la vecina que la misa debe celebrarse entre las a las 19.30 ó  20.0 horas, y no hay tiempo que perder.  Por cierto, antes de abandonar el centro urbano he visto que uno de los ‘aparentes mendigos’ llamaba a la puerta de una vivienda; y hablaba a continuación con la vecina de esa casa, mientras el segundo individuo husmeaba el patio colindante, empinándose para asomar la cabeza sobre el muro. Esto me confirma que la pareja es de poco fiar….  

     La parte baja de Lubián ofrece a mi paso una nítida imagen de cómo debía ser el pueblo hasta mediados del siglo pasado: las viviendas que observo a lado y lado al pasar, en la prolongación de la larga calle/cra. de Hermisende conservan intacta su rústica apariencia; aunque por lo que parece están todas ellas abandonadas, ya que las veo prácticamente en ruinas o muy deterioradas (más arriba imagen nº10der).   

    Bajaba captando algunas imágenes del camino, cuando transcurridos 1,5 km me he llevado una inquietante sorpresa: al girarme hacia el pueblo para sacar una panorámica retrospectiva, he visto bajar la sospechosa pareja de vagabundos antes citada. Como no me apetecía nada continuar con este par de individuos pisándome los talones, he simulado manipular la cámara digital, hasta que me sobrepasan…  Continúo luego, y a poco más de 300 metros encuentro la bifurcación desde donde se desvía hacia la derecha la pista de la Tuiza, mientras la carretera  de Hermisende baja por la izquierda en dirección a dicho lugar. Confiaba en que los dos ‘pájaros’ que me precedían se dirigiesen hacia dicha pedanía, pero desgraciadamente también siguen la ruta del Santuario…; y no tengo más remedio que acompasar el ritmo, dejando un buen trecho entre ellos y yo…

 

< img 12: (Lubián- Santº de La Tuiza) preciosa “corredoira” de 3km hasta el santuario // cruzando el río Tuela sobre un pontón> 

     El camino del santuario es una genuina corredoira, similar a las que tanto abundan en Galicia. Como la tarde es apacible y soleada, puedo disfrutar de una excursión muy agradable en la mayor parte del recorrido (img nº12izq). La pista es sensiblemente recta y bien compactada, aunque algo pedregosa a veces; flanqueada en casi todo el tramo por robles de mediana altura, y limitada un buen trecho en ambos márgenes por sendos muretes de piedra, recubiertos de verdeantes líquenes.  

   Faltando 1 km para la meta cruzo el río Tuela  por un pontón de pétrea sillería. El río baja cantarín desde el lado derecho, vislumbrándose en esa dirección un buen trozo de su cauce, bastante umbroso por la zona. Siendo un lugar muy solitario, se escucha  ahora con claridad el canto de varios ruiseñores, emergiendo de la tupida vegetación ribereña (img nº12der)

Pasado el pontón, hacia el lado izquierdo se abre una amplia dehesa de altísimo arbolado, entre cuyos troncos se vislumbra, vivamente iluminado por el sol, el viaducto de la  A-52. Precisamente bajo ese viaducto, recibirá el río Tuela las aguas de su tributario el Pedro, un poco más abajo de donde estoy. Curiosamente en este caso, y por lo que he visto a lo largo de la jornada, el afluente es bastante más caudaloso que el curso de agua principal. 

 

< img 13: (Santuario de La Tuiza) fuente en el centro de la dehesa, usada en romerías // perspectiva del Santuario >                      

     He llegado al Santuario de la Tuiza pasadas las 19.30, pero afortunadamente la misa empezaría a las 20.0h y tengo tiempo suficiente para recorrer el entorno. Se trata de un antiguo lugar de peregrinación, donde anualmente se celebran varias romerías. Por eso me tropecé durante el paseo con una estupenda fuente, distante unos 500 metros de la iglesia, la cual está situada en el centro de la dehesa que envuelve casi por completo al centro mariano (img nº13izq).

    Al rodear finalmente el edificio para conseguir una buena foto (img nº13der), leo en una placa situada frente al templo que este Santuario es de especial devoción para muchos gallegos. Según se explica en la misma, se refugiaban antaño en él los segadores que regresaban a Galicia, tras sus duras jornadas en tierras de Castilla y León. Era este un lugar de descanso idóneo en el retorno a casa, porque justo después hay que acometer las empinadas rampas de A ‘Portela’ da Canda, límite entre  Zamora y Ourense. Esa subida la sufriremos en nuestras carnes en la etapa que nos espera mañana…. 

    Cuando a las 19.50 me dispongo a penetrar en el templo, me encuentro de nuevo a la mal encarada pareja de vagabundos; están junto a la puerta de acceso sombrero en mano, y al acercarme a ellos miran para otro lado con fastidio… Que Dios me perdone por pensar mal, pero sigo desconfiando de la pareja, y no me remuerde nada la conciencia el pasar nuevamente de largo. Dentro estamos cuatro gatos; no recuerdo haber visto más de una decena de personas, en un templo de considerables dimensiones que podría albergar 300. El interior de la iglesia-santuario es austero, destacando un delicioso retablo de madera que necesita restauración. Es una obra de estilo bastante lineal, que podría ser calificada como neoclásica, algo que concuerda con su datación del s. XVIII. Pese a las limitaciones de la luminotecnia, consigo una aceptable imagen gracias al ‘zoom’ (abajo img nº14). No obstante,  intentaré describirlo como complemento a la discreta fotografía obtenida: está presidido por la sencilla imagen de la virgen de la Tuiza, situada en el centro; a la cual  flanquean a su derecha un San José portando al Niño, con Mª Magdalena a la izquierda; todos ellos rodeados por una veintena de angelitos, sobre fondos coloreados donde predomina el azul celeste y algunas bandas ocres, amén de ribetes dorados.

 

< img 14: (Santuario de La Tuiza) retablo policromado de la Virgen María (madera de nogal, est. Neoclásico –s.XVIII) >    

    Permanezco en el la iglesia algo menos de media hora, tiempo que sirve para descansar lo suficiente y prepararme para los últimos 4km del día. Pero no me espero a la conclusión de la misa, porque no quiero que me sorprenda la noche durante el regreso. En ese tiempo, como suelo hacer en estas ocasiones, he dedicado varios  minutos concentrándome en agradecer a nuestro Creador que nos permita aún estas aventuras; y me despido rogando por el buen fin del viaje, así como por la salud y ventura de familiares y amigos. Luego me vuelvo al albergue; contento por el agradable paseo, y admirando de nuevo la belleza del itinerario; una belleza que se acentúa notablemente en el entorno del santuario. También me alegra haber conocido este armonioso edificio, incrustado en plena naturaleza; y vivir en su sencillo interior la especial emoción que tienen las misas durante el Camino.  

       De vuelta a Lubián no me entretengo nada; solo para recoger un rodal de rebozuelos (cat./rossinyol, lat./ cantarellus cibarius), apiñados junto a la raíz de un roble que emergía del muro derecho de la corredoira. Los he cogido por si alguien los querría cocinar en el albergue. A partir de ahí ninguna parada; me encuentro en forma y vuelo en el retorno, para reunirme con Francisco a las 20.50; batiendo posiblemente algún record a mi regreso: cuatro kilómetro en solo 40 minutos. Francesc se entusiasma al ver las setas, pero no teníamos con qué guisarlas y tampoco se me ocurrió llevárselas a la Elvira, que igual las conoce y hubiera podido cocinarlas para todos… Finalmente, me limito a colocarlas en una repisa de la pared que hay frente al refugio, para que pueda verlas la gente, por si alguien quiere llevárselas. Naturalmente les saco una foto para nuestro álbum (img nº 15 abajo).

 < img 15: (Lubián) nuestro albergue y su explanada anexa, donde cenamos a las21h // los rebozuelos del caminito de La Tuiza  > 

        Cenamos en la puerta del refugio, aprovechando uno de los bancos rústicos que alguien ha colocado allí.  Se trata de un tronco de roble abierto por en medio, algo retorcido, pero que nos hace el avío…; ambas mitades están apoyadas en un par de piedras. Muy pronto se llenaría el espacio disponible en ellos, el cual compartiremos con otros colegas. Ante la casona tenemos un amplio espacio cuadrangular anexado a la misma, conformando una plazuela. El lugar es muy tranquilo, y nadie lo suele ocupar salvo los peregrinos, por lo que nos sentimos a nuestras anchas (img nº15 arriba)  

     Mientras comemos nuestra macedonia de frutas, vemos y oímos con algo de preocupación a un grupo atípico de peregrinos. Se trata de tres mozos y una chavala, que apestan a “griffa”…mientras discuten sus cosas en voz alta; digamos que se expresan de forma demasiado desinhibida, ya que no están solos. Los demás presentes nos sentimos algo incómodos, porque sus expresiones verbales no se ajustan para nada a lo que suele escucharse en los albergues del Camino. Tanto Francesc como yo hemos detectado en seguida esa mirada brillante, y la característica sonrisa desmadejada que les delata; síntomas típicos de quienes están ya un poco colocados” …  Comentamos el asunto, y por si faltaba 'pimienta' luego le refiero a mi colega lo de mis encuentros con la pareja de “mendigos ambulantes”; a los que por cierto vi venir tras mis pasos, cuando retornaba al pueblo… -¡Solo falta que se metan también  estos dos en el albergue, para completar la ‘plantilla’ esta noche!-, le comento a F en un tono tirando a jocoso; aunque podía haberme ahorrado el comentario, porque a Francesc no le hace ninguna gracia esa posibilidad, y me previene en tono preocupado: -¡conviene estar alerta durante la noche y tener ‘a buen recaudo’ la cartera y otros elementos de valor!-  

       Quizás ha sido el alboroto de los ‘grifotas’ lo que finalmente decidió a dos de los ingleses hospedarse en casa Elvira, quedando con nosotros un solo componente del trío...; ¡vete a saber!, todo es posible.  La cuestión es que esta noche estaríamos muy atentos, teniendo muy a mano lo esencial y lo más valioso de nuestra valija. Como en otras ocasiones: cartera con documentación y dinero, reloj, teléfono y cámara de fotos irían a parar al fondo del saco de dormir..; única fórmula relativamente segura que conozco para situaciones como esta,  en los habituales alojamientos de la ruta jacobea.  

    Una vez más, acordamos con Francesc levantarnos al día siguiente muy temprano; las circunstancias apuntadas nos deciden a ello. Lo haríamos no más tarde de las 5.30h. Tras el acuerdo se retira Francesc a su litera, y yo dedico unos minutos a pasar mis breves notas bajo la débil luz de una farola; tras lo cual me voy a dormir a las 21.45. 

 

 

< img 16: (Padornelo) cruz de piedra-hito (antigua acepción “padornelo”.. //.. e Igl. parroquial Sta Mª La Nueva, donde se conserva>

 

-Nota 16-  A debate con el topónimo “padornelo.- La denominación padornelo, con la que se conocen una decena de lugares en la geografía galaico-leonesa, puede ponerse en relación con el muy estudiado topónimo padrón, a su vez variante de pedrón. Estas voces están tal vez relacionadas con –padre-.  En cualquier caso, ambos términos se relacionan  con: piedra delimitadora, mojón, miliario, menhir, y –en algún caso- prominente roca natural. En el contexto de este pueblo, la famosa Portilla, es decir “puerto”, supone el más cómodo acceso para superar la sierra,  dando paso a la “malísima vereda de Benavente a Orense” (expresión literal de Madoz); siendo sin lugar a dudas un lugar de deslinde desde época protohistórica. De ahí que quepa inclinarse por la interpretación arqueológica del nombre del lugar, como alusión a una piedra de delimitación jurisdiccional, probablemente antiquísima, localizada  en este puerto y actualmente en el museo de la iglesia parroquial de Padornelo (Santa María La Nueva). Se trata de una enorme fita ‘de granito en forma de cruz, con inscripciones, que muy probablemente marcaba la frontera entre los reinos de Galicia y León (véase arriba img. nº16).
 

 

 

< img 17: (Lubián) “Cortello dos Lobos”, ancestral trampa y sistema de captura de ese animal en la Alta Sanabria, conservado intacto>

 

-Nota 17-   El Lobo, origen de la denominación “Lubián” // Su captura mediante el “cortello dos lobos”   (arriba img. 17

         No deja de ser curioso que un animal detestado durante generaciones, que por estos pagos encarna aún  para muchos el símbolo del mal, haya resultado ser a la postre quien otorgue la marca heráldica de este pueblo, y en definitiva el patronímico por el que lo conocemos.

 En nuestro paseo por la calle Hermisende, que desemboca en la pista local que lleva hasta esa población, nos encontramos con una llamativa fuente de tres caños, los cuales manan de la boca de sendas cabezas de lobo(img. nº10 más arriba). La fuente es bastante moderna, se diría que recién estrenada, ya que la piedra granítica  en la que ha sido esculpida luce impecable, sin estrías ni defectos de ninguna clase. El considerable tamaño de la misma, y su excelente estado de conservación, denotan que los vecinos están orgullosos de su ancestral relación con ese peligroso animal. De otra forma no se entendería que se hayan gastado generosamente los cuartos en tan magnífica obra.  

 En cuanto a la actual situación de los “lubianes” con sus lobos pues...,  tenemos que decir que estos siguen merodeando los contornos del pueblo.  Imagino que sin  acercarse demasiado al lugar,  porque  hace tiempo que no está en uso el antiquísimo “cortello dos lobos”;  una trampa en forma de corral de la que hablaremos con detalle un poco más abajo.  Sin embargo,  mientras pasaba a limpio esta nota, he dado en Internet con el excelente relato del pastor internauta “Pico”; el cual certifica que sigue registrándose algún que otro ataque de lobos en las zonas de pastura de Lubián. Uno de ellos a mediados de enero de 2010 concretamente, unos meses antes de nuestra visita. Relata este chaval, de tan solo 15 años entonces, que se juntó con otros cuatro vecinos para sacar sus rebaños al campo... “Pico” sufrió dos ataques que pudo rechazar a duras penas con ayuda de sus perros; resultando de ellos una oveja y una cabra  levemente heridas …Pero el “tío Domingo” tendría menos suerte, y al atardecer perdió uno de sus corderos cuando ya regresaban al lugar, tras sufrir la desesperada embestida final de un par de lobos hambrientos.  

Por lo que he leído, no quedan en la actualidad muchos rebaños en la zona; aunque hay más manadas que pastores profesionales, porque de estos no queda ninguno… Los propietarios de las escasas puntas de ganado que se conservan se turnan para sacar  los animales al campo. En una de esas salidas se dio el ataque antes referido, aunque esto es muy ocasional.  

 Situación actual del lobo en España y concretamente en Lubián .- Según otras informaciones captadas en la red,  a principios de la década de los 70 el lobo ibérico había llegado al borde de la extinción en toda España. Pero a causa de la gran difusión alcanzada por la serie televisiva “El hombre y la Tierra” (1974/80), y la subsiguientes campañas de grupos ecologistas, el gobierno español  incluyó al lobo en la lista de especies protegidas, vedando su caza en todo el territorio nacional. Esta medida, unida al alto grado de concienciación de la gente por el impacto del programa han logrado una espectacular recuperación de la especie; hasta tal punto que hoy día se permite su caza controlada al norte del río Duero.

Ese hecho evidencia por otro lado que, aunque en nuestro país se ha reducido notablemente la cabaña ganadera de cabras  y ovejas, aún quedan suficientes rebaños al norte del citado río como para mantener en estado salvaje entre nosotros a este viejo rival de la especie humana…  

En cuanto a Lubián, como señalábamos más arriba eran relativamente frecuentes las apariciones de lobos hasta no hace mucho, cuando la población contaba con bastante más ganadería que en la actualidad. Esa situación concierne también al resto de la comarca.

        Para limitar en lo posible la proliferación de lobos en la comarca, los pastores de la Alta Sanabria han venido utilizando desde tiempos inmemoriales un curioso sistema de captura de su tradicional ‘enemigo’. Este procedimiento, denominado “cortello dos lobos”, es original de esta zona leonesa, y en Lubián concretamente ha sido utilizado hasta hace pocos años. Explicamos seguidamente su funcionamiento con todo detalle, dado que lo merece por su originalidad e ingenio... 

El “cortello dos lobos”:   Viene a ser como  un corral abierto (véase img nº17 arriba), consistente en un cercado circular de unos 30 a 40 metros de diámetro, cerrado por un muro de piedra que tiene una altura mínima de 3 metros en su interior. La construcción se hace sobre la falda de la montaña, procurando que por la parte alta del corral el muro de cierre quede accesible al lobo desde el terreno circundante.  Para invitarle a penetrar en su interior, se utiliza como señuelo un tierno corderito que atan a una estaca en el centro del corral. Una vez dentro, el salvaje animal no puede saltar el muro por ningún punto de su periferia.

 El cortello do lobos de Lubián, mostrado en la foto que se adjunta, es uno de los pocos que se conservan en la comarca de la Alta Sanabria. Está ubicado a unos 500 metros del centro del pueblo, ladera arriba, y puede ser visitado por cualquiera que tenga interés por verlo. Seguidamente explicaremos la metodología utilizada para la captura de los animales.  

   1) Cuando alguien alerta al pueblo sobre la presencia de algún lobo por las inmediaciones, se pasa el pertinente aviso al “monteiro mayor”, persona responsable de la puesta en funcionamiento del procedimiento de captura:

   2) Como hemos anticipado ya, en el interior del cortello se coloca un corderito atado a una estaca, el cual atrae la atención del lobo con sus balidos.  Por lo que cuentan no suele tardar mucho el feroz cánido en acudir al engaño y, tras saltar la valla por el punto más fácil de superar del cercado, “dejado deliberadamente”  más accesible desde fuera en la zona alta de la ladera, no tendrá forma de volver a saltarla en sentido contrario desde dentro. Como se puede observar en la imagen, para imposibilitar la fuga del lobo, el murete del corral está forrado en todo su contorno interior con piedras planas que sobresalen hacia el interior a modo de visera; esa es la clave que el “astuto”  lobo no puede adivinar desde fuera…  Al parecer, cuando el animal se percata de que está prisionero, es tal la aprensión que le invade que  suele inhibirse de atacar al corderito… No obstante, los propietarios de rebaños se turnan en la cesión del animal usado como cebo, previendo los casos en que estos mueran a consecuencia del ataque.

   3) Una vez atado el “cebo” en su interior, la vigilancia del cortello debe hacerse por turnos por todos los propietarios de rebaños. Al percatarse alguno de los vecinos de que el lobo ha caído en la trampa convoca al resto del vecindario al grito de “¡lobo no cortello!”....

   4) Oído el aviso alguien acude a la iglesia, y a toque de campana convoca a todos los interesados para juntarse en la puerta del cortello.

   5) Varios de los mozos más avezados penetran en el corral, y utilizando horcas especiales (de las usadas para cardar el lino) maniobran hasta poder sujetar al lobo por el cuello.  Este sistema trata de evitar dar muerte directamente al animal, limitándose la cuadrilla de mozos a inmovilizarlo para  colocarle un bozal de hierro, que se bloquea con varias anillas.    

Una vez capturado, es encerrado el  lobo en a una oscura celda, donde según dicen no suele tardar más de 24 horas en morir  de pura angustia. Pero no acaba aquí el protocolo; habitualmente los vecinos ponen en marcha algunos festejos: en primer lugar es costumbre subir el cuerpo del lobo sobre un burro, para pasearlo por el pueblo y poblaciones vecinas exhibiéndolo como trofeo.  Tras mostrar al animal, se suele festejar el éxito por todo lo alto con una comida y baile…; festejos a los que están invitados naturalmente  todos los vecinos.  

Aunque podrían ponerse objeciones al procedimiento por su aparente crueldad, hay que entender todo esto como parte del folklore autóctono. A mi juicio, pese a que actualmente nos invade una cultura protectora de los animales, no hay nada que objetar al tradicional sistema de captura expuesto, ya que está plenamente justificada la caza de ese feroz depredador por quienes tienen el derecho de proteger su ganado. En todo caso, podrían ponerse algunos límites que evitaran el sufrimiento del animal, e incluso previesen su ‘indulto’, para ser entregado a centros de recuperación de la fauna salvaje. 

Finalmente, me parece oportuno precisar que durante nuestra estancia en el pueblo no encontramos el momento apropiado para acercamos a ver el  famoso “cortello” de Lubián, por estar algo apartado. Por otro lado, y como en otras ocasiones,  confiaba obtener alguna foto posteriormente vía Internet, como así ha sido. En la red me informo también de que este conjunto etnológico ha sido restaurado, estando hoy perfectamente disponible para su utilización en cualquier momento, si los vecinos lo consideran oportuno.
 

     

Antonio Garcia Marquez 

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GUIA DEL CAMINO DE SANTIAGO A PIE (En papel)
JOSE M. SOMAVILLA , TUTOR, 2009
Desde la primera edición de esta Guía del Camino de Santiago a pie han transcurrido más de diez años, y veinte desde que su autor, José Manuel Somavilla, descubriese la Ruta Jacobea en 1989 y quedase enamorado de ella. Desde entonces ha recorrido el Camino de Santiago a pie año tras año. Fruto de esa experiencia contrastada que muchos lectores y peregrinos han disfrutado en sus anteriores ediciones, ahora, para esta nueva edición actualizada en 2009 y ampliada, el autor ha elaborado nuevos y detallados mapas de cada una de las 26 etapas del Camino Francés que separan los 750 kilómetros que hay entre Roncesvalles y Santiago de Compostela. A esto ha añadido la variante del Camino Aragonés, con 5 nuevas etapas desde Somport hasta Puente la Reina, punto en el que se une con la otra vía del Camino Francés

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