Cap.XXV /(22ªEt.=20,0Km) SAN PEDRO de Rozados -
SALAMANCA (4 Oct., Martes)
Cuando 6.20h decido levantarme es aún noche cerrada.
He dormido 8 horas como un leño, prueba evidente de que dejé fuera
de combare a todos los mosquitos. Antes de abandonar el catre
definitivamente había hecho un par de viajes al baño para desaguar;
pero luego volví a coger un ligero sueño, que no me ha impedido
despertar espontáneamente poco después de las 6.0h. Esto es lo
habitual en mí, si inmediatamente antes de que me domine la soñera
no mando alguna contraorden al ‘coco’. Creo que ya lo he explicado
alguna vez: tengo esa rara cualidad, casi infalible; si alguna vez
me propongo levantarme a una hora concreta, a las 5.00h por ejemplo,
suelo hacerlo invariablemente. Lo he venido practicando durante
muchos años sin fallo, a lo largo de mi vida profesional. Solo
utilizo el recurso del ‘maldito’ despertador cuando debo coger un
avión a primeras horas de la mañana... En esas ocasiones, y solo
como precaución, programo el reloj de cabecera unos minutos después
de la hora prevista; aunque luego nunca llegará a sonar,
porque siempre me anticipo a su ‘insufrible irrupción sonora’. Odio
a ese socorrido artefacto; no puedo soportar sus destempladas
estridencias en el relax de la madrugada. Definitivamente es algo
que me supera, poniéndome de muy mal humor al comenzar las
actividades de cada día, y quizás por ello he logrado desarrollar
ese ‘paranormal’ automatismo.
Tras el aseo paso a la salita-recibidor donde hago mi habitual
desayuno, y a las 6.40 abandono el albergue. La población
duerme sumida en un silencio absoluto. Es este un lugar muy
tranquilo, con la particularidad de que no lo atraviesa ninguna
carretera interurbana; solo la solitaria calzada CM-512, un ‘by
pass’ derivado de la antigua CV-14 que enlaza Frades de la
Sierra con Salamanca. Es decir la pista asfaltada que
cruza el lugar es únicamente un acceso que lo comunica con el
eje viario que conecta la comarca con la capital provincial, siendo
su tráfico rodado prácticamente imperceptible. Tan poco relevante,
que en las escasas 16 horas de mi estancia aquí no recuerdo haberme
topado con ninguno coche en marcha;
aunque si vi unos pocos automóviles aparcados en diferentes calles.
Cruzo la población y rodeo la iglesia, buscando el empalme de
la calle Mayor con la citada CM-512. Finalmente, a las 6.56h
paso junto al cartel barrado que señala el final de la localidad, en
el límite de la zona urbana con la campiña; encaminándome recto en
dirección Norte por el arcén izquierdo de la calzada.
Me despido de San Pedro de Rozados envuelto en una
oscuridad casi absoluta, ayudándome por la pequeña linterna que
suelo llevar en estos lances. No hay luna y puedo ver con nitidez
las estrellas en una limpia noche, perfecta para aquellos que tienen
como hobby observar la bóveda celeste. Esto indica que hemos
disfrutado de un ambiente seco y carente de viento en las últimas
jornadas. Apenas puedo ver ante mí los límites del asfalto con un
breve arcén terroso, por el que obviamente tendría que caminar si
hubiese algún tráfico. Pero aunque no estamos en zona pedregosa,
prefiero pisar sobre la calzada para evitar cualquier tropiezo.
Durante media hora caminaré prácticamente en la más absoluta
oscuridad, bajo el tenue resplandor de las estrellas; una
iluminación poco efectiva sobre el negro asfalto.
A las 7.30 aproximadamente empiezo a ver despuntar el día en el
horizonte; un espectáculo inolvidable en la llanura salmantina. Poco
antes había desembocado en la CV-14 y lo notaré pronto, cuando
diviso los focos de un coche que viene desde el Sur. Esta carretera
tiene la misma amplitud que la local CM-512 por la que he llegado
procedente de San Pedro, pero ahora se distinguen mejor los
márgenes y voy más seguro.
<
foto 1: (San Pedro de Rozados- Salamanca)
secuencia del amanecer (7.57-8.31h)>
La incipiente línea rojiza del horizonte oriental va cambiando
de color lentamente, y me dedico a sacar una secuencia de fotos cada
cuarto de hora. Cuando se imponen los grises y azules a la oscuridad
nocturna ya puedo contemplar el vasto panorama que me rodea. Por
primera vez en muchas jornadas no se ven dehesas, sino amplias
extensiones cerealistas cuyo ciclo vegetativo ya está cumplido;
viéndose ahora campos en barbecho, segados y recién labrados, los
cuales componen a veces mosaicos de variados colores, cuyas
tonalidades van cambiando bajo la creciente luminosidad del
amanecer.
La irrupción plena del sol se demora hasta las 8.31h, unos
minutos después de lo esperado por estas latitudes, por hacerlo tras
una colina arbolada distante unos 5 Km. de mi posición; precisamente
la única elevación del terreno que se observa en 360º alrededor.
<
foto 2: (San Pedro de Rozados- Salamanca) los
buitres del alba (8.27h)>
Hasta ese momento solo un inesperado bando de buitres ha
sido testigo de mi paso. Estas grandes carroñeras, relativamente
abundantes en algunos lugares de la península ibérica, se han posado
como a un Km. de distancia, en un extenso barbecho situado a levante
de la carretera. El cuadro es sorprendente: una docena de buitres
reposando en plena llanura a la hora del alba; jamás había visto
nada parecido en los numerosos reportajes de estas rapaces que se
muestran en películas y TV… Saco mi cámara y consigo a duras penas
algunas imágenes, aunque poco nítidas por la escasez de luz. Aún
seguiría viendo a las enormes carroñeras durante al menos diez
minutos; algunas aterrizando, otras levantando pesadamente el vuelo
y muchas completamente estáticas. Estas últimas, una gran mayoría,
no hacen absolutamente nada; al parecer esperan pacientemente con
las alas plegadas a que el sol caliente el terreno, para poder
aprovechar las corrientes térmicas ascendentes y trasladarse a otro
lugar. No encuentro ninguna otra explicación a su presencia por
estos lares. Cabe pensar que alguien les traiga despojos del
matadero, que deben arrojar en algún muladar cercano..; pero
habitualmente se hace en pequeños cercados solo accesibles para las
aves, y no veo ninguno.
<
foto 3: (San Pedro de Rozados- Salamanca, vista noroeste)
el “Campo Charro” a medio labrar
(8.34h)>
El amplio panorama que diviso a lado y lado de la estrecha cinta
asfaltada es la viva expresión del Campo Charro,
comarca salmantina por excelencia. El paisaje es imponente pese a la
simplicidad de su apariencia. A la derecha (levante), la amplia
franja de llanura lindante con la carretera queda cerrada en el
horizonte por unas leves colinas cubiertas de arboleda, que supongo
encinas, distantes una decena de kilómetros. Los campos que tengo en
primer término han quedado predominantemente en barbecho, y es sobre
ellos donde se han posados los buitres. En el lado izquierdo (a
poniente) la llanura se extiende hasta el infinito; con unos
terrenos labrados en un 50%, como denota el mosaico multicolor de
ocres, marrones y grises sobre el tono pajizo del rastrojal. Siendo
todo muy hermoso, son los paisajes de este lado los que más me
gustan (ver
imagen)
<
foto 4: (San Pedro de Rozados- Salamanca) enlace
con la cra. DSA-210 con rumbo hacia Aldeatejada (8.43h)>
A las 8.40 desemboca la CV-14 en una carretera más importante,
recientemente asfaltada y pintada, conocida corrientemente como
cra. de Las Veguillas (DSA-210). Esta carretera local une esos
dos pequeños municipios con Aldeatejada, localidad
relativamente importante que supone la antesala de la capital charra
por la Vía de La Plata. Tras varios días por estrechas y
vetustas calzadas, sin delimitación de carriles y arcenes, da gusto
caminar ahora sobre la brillante línea blanca del arcén izquierdo de
esta carretera. El negro asfalto y las impolutas trazas de las
líneas separadoras denotan que la restauración de este tramo se ha
debido hacer justamente en la tarde de ayer. Tengo la impresión de
estar estrenando la obra, ya que a estas horas aún no ha pasado
prácticamente nadie, y se percibe el penetrante y característico
olor del asfalto. Afortunadamente el frescor de la noche lo ha
enfriado. Continúo por la nueva carretera durante media hora más,
hasta que veo el murete de una finca frente a unas naves aisladas, y
decido tomarme un descanso.
A las 9.25 reanudo el recorrido, tras descansar 15 minutos. He
sacado un trozo de pan de la mochila, sobrante del desayuno, que
liquido con medio botellín de agua. No tenía previsto parar tan
pronto, pero he aprovechado el bajo murete de la finca para
liberarme un rato de la mochila y descansar los pies. En cualquier
caso llegaré bastante temprano a Salamanca, donde
posiblemente tendré que permanecer varias horas hasta encontrar
combinación para el regreso a casa….
Del resto de la etapa poco queda que contar. A falta de un Km.
para entrar en Aldeatejada, y sin abandonar ni un momento los
arcenes me incorporo a la CL-512, que viene de Coria por
Las Hurdes. Se trata ahora de una amplia carretera con
doble carril en ambos sentidos, sin ser autovía. Tras cientos de
kilómetros por la España profunda, podría decirse que pasamos
súbitamente de la edad media al siglo XXI, sin solución de
continuidad... A ambos lados de esta vía hay ya amplias aceras que
permiten pasear cómodamente, con bancos intercalados cada 300 metros
más o menos… Se percibe de forma clara la influencia de la capital
salmantina: el aspecto de los inmuebles y la pinta de los vecinos
tienen por esta zona un cierto aire metropolitano. Por ejemplo: pasa
una chica con ‘pantis’ haciendo ‘footing’ y colgada de su ‘i-pod’;
la cual su vuelve divertida al ver pasar a este peregrino, y saluda
alegremente….
<
foto 5: Aldeatejada, antesala de Salamanca
(10.26h) >
Aldeatejada es una población satélite de Salamanca,
de la que dista unos 4 km hasta el río Tormes. Cuenta en la
actualidad con 1.200 habitantes, habiendo doblado su población en
los últimos 15 años. La carretera atraviesa el casco urbano, que se
alarga 2,5 Km. gracias a las nuevas zonas residenciales, de baja
densidad de población.
Ahora ya empezamos a oler la meta: esos 4 Km. largos que
nos faltan desde este pueblo los haré por una senda triunfal… Algún
“prócer” ha tenido la feliz ocurrencia de impulsar la construcción
de una pista peatonal, que acerca a los peregrinos hasta la capital
universitaria sin posibilidad de errar el rumbo… Aún no he dejado
atrás las últimas casas de esta población satélite y ya se distingue
perfectamente la mole de la doble catedral salmantina, destacando
sobre el grisáceo caserío del casco viejo; la imagen no desaparecerá
de mi objetivo en el resto del trayecto, agrandándose más y más
durante casi una hora. Solo el elevado viaducto de un nudo de
comunicaciones interfiere parcialmente este encuadre.
<
foto 6: (Aldeatejada- Salamanca), senda triunfal
(10.47h)>
La pista peatonal (y de ciclistas) es una cinta asfaltada pintada
de verde, con carriles de ida y vuelta perfectamente delimitados por
líneas blancas. Veo como se alarga a lo lejos, en una perspectiva de
hasta 2 km; serpenteando para salvar los obstáculos de cruces y
rampas elevadas, e incluso pasando bajo el “scalectric” del
nudo de comunicaciones, sin perder en ningún momento su diseño.
Entrando en la ciudad atravesamos un sosegado parque junto a la
ribera izquierda del Tormes y, finalmente, se completa este
memorable “approach” en el centro de la urbe charra, muy
cerca del espectacular puente romano. Tras sacar la obligada
foto, cruzaría dicho puente a las 11.38hh.
<
foto 7: Salamanca, puente romano y catedral
(11.38h)>
Desde la ribera del Tormes hasta la catedral salmantina
hay un prolongado ascenso por diversos tramos de escaleras y un par
de callejas adyacentes. Asciendo estas rodeado por muchos
visitantes, la mayoría de ellos extranjeros de los cinco
continentes. En mitad de la ascensión un par de señoras mas o menos
de mi quinta se sorprenden al verme venir, deteniéndose en uno de
los rellanos para sacarme fotos. Supongo que para ellas debía ser
algo exótico ver a un peregrino en la vorágine turística de
esta capital, o quizás les llama la atención que con mi edad tenga
la ocurrencia de cargar escaleras arriba con una mochila
relativamente voluminosa… En parte me siento algo molesto, ya que
nunca me ha gustado ser foco de atención en ningún escenario, pero
me halagan los gestos elogiosos que se intercambian. Esas muestras
de admiración no se dan, por supuesto, en Santiago de Compostela,
donde los visitantes de cualquier procedencia saben bien que la
ciudad es objeto de una peregrinación ya milenaria. La insistencia
de las señoras y un caballero que las acompaña me obliga a parar un
momento, hasta que logran sacarse unas fotos conmigo…
Penetro en la catedral para localizar donde sellar y acierto a
la primera: muy cerca de la entrada me encuentro la taquilla del
museo catedralicio, precisamente el lugar indicado para el sellado
de la credencial. Son exactamente las 11.55, y consigo tres
metas de golpe: terminar mi jornada, mi viaje de este año y el
Camino Mozárabe. Me hace mucha ilusión alcanzar la tercera
de ellas en la misma ciudad donde 7 años antes empecé esta ruta
jacobea, concretamente en el año 2004. También encuentro
perfecto hacerlo en un lugar tan solemne como esta curiosa
catedral, que como sabemos es la yuxtaposición de dos: la primera
construida en el siglo XIII, la segunda en el XVI.
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EPILOGO en Salamanca
Como decíamos en el párrafo anterior, completo hoy mi largo
periplo por las rutas mozárabes, incluida la variante (b)
entre Benavente y Astorga, del que es oportuno
realizar un extractado resumen. Ha sido un largo viaje en el espacio
y en el tiempo, cuyo fraccionamiento en tramos ha estado supeditado
a la disponibilidad de 5 a 10 jornadas como máximo para realizar
nuestras salidas; una limitación en la que he coincidido con mis
eventuales compañeros de viaje. Los tramos han sido numerados
teniendo en cuenta el tronco común (I) de la Vía de La Plata
y las dos variantes (a,b) a partir del río Esla, las cuales
se han venido utilizando indistintamente desde el inicio de la
peregrinación hasta nuestros días.
Este es el resumen final de todos los tramos:
Tramo
inicio-final fechas
km. nº et.
promedio
km
notas. (acompañado)
I1 Sevilla - Mérida 29Set / 8Oct,
2009 216 10
21,6 (con F. Colomer)
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I2 Mérida - Galisteo
26May /1Jun, 2011 150
7
21,4 (con F. Colomer)
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I3 Galisteo - Salamanca 30Set / 4Oct,
2011 147 5
29,4 (viajo en solitario)
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I4 Salamanca- Santovenia 7 a 12 Mayo,
2004 115 5 23,0 (con
F. Colomer y J.Luis)
(1
día descanso en Zamora)
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IIa1 Santovenia – Verín 30Jun / 6Jul,
2010 203 7
29,0 (con F. Colomer)
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IIa2 Verín – Santiago 26Set / 2Oct,
2010 195 7
27,9 (con F. Colomer)
IIb1 Santovenia- Astorga 12 a 15 Mayo
2004 5 4 21,2 (con
F. Colomer y J.Luis)
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IIb2 (*) Astorga – Santiago
------- (254) (9)
(28,2) (*) (Coincide
con recorrido francés)
NOTAS : - Los cuatro primeros tramos y el IIb1 coinciden
con la Via XXIV, calzada imperial romana conocida popularmente como Vía de la Plata
- La variante mozárabe IIa gira hacia
el Oeste a partir del Esla, para alcanzar tierras
gallegas por el Valle del río Tera y la comarca de
Sanabria.
Tras este resumen, que considero oportuno recordar aquí,
poco más tengo que decir en cuanto a mi estancia en Salamanca.
Contarlo sería una doble dosis de aburrimiento y desesperación. Comí
cerca de la estación del ferrocarril, tras constatar que no tenía
ninguna comunicación aceptable para viajar a Barcelona. Tras la
comida, ¿dónde podría ir en las primeras horas de una tarde algo
calurosa?... A las 17.30 tenía que coger un autobús directo,
siguiendo el recorrido inverso que había realizado 6 días antes…;
una opción que había intentado evitar, porque se hace bastante
pesado, especialmente como retorno saliendo a horas diurnas….
Resignado, tras aterrizar en la estación de autobuses, a la que
llegué tomando un bus local, me limité a leer periódicos en la
aburrida estación, intercalando con la lectura varios paseos por la
barriada circundante.
En cuanto a la Salamanca monumental, ya la había visitado en
varias ocasiones durante mi vida profesional. Lo más importante de
su patrimonio arquitectónico ya está relatado en la Memoria
del tramo I4, correspondiente a mi primer recorrido por la
Vía de la Plata; un viaje hecho en buena compañía allá por la
primavera de 2004.
Finalizada la inolvidable aventura por tierras del oeste español ya
empezamos a pensar en la próxima, que tenemos previsto realizar a
finales de Mayo próximo. Si no lo impide algún imponderable, junto a
Francesc Colomer iniciaremos el Camino del Norte por
tierras cántabras y astures. Como siempre…--¡nos encontraremos en
el Camino, ULTREYA!..