ELECCIONES AUTONOMICAS Y MUNICIPALES           Mariano Arnal



PORTADA ALMANAQUE - LÉXICO - POLITICA


INDICE

 
ETIMOLOGÍAS 
DE LAS PALABRAS QUE FORMAN LA IDEA
DE LA CIUDADANÍA



CIUDADANÍA Y CIUDAD 

¿Qué es antes, la ciudad o el ciudadano? En el orden léxico primero está ciudad, porque es el nombre primitivo, y de él derivamos ciudadano y ciudadanía. Pero en el orden histórico es la ciudadanía la que hace al ciudadano y a la ciudad. Es obvio que así no pueden coincidir nuestro concepto de ciudad y ciudadanía con su valor original. Tan claro está que no es la ciudad la que hace al ciudadano (como exigiría la lógica gramatical), que no coinciden los conceptos de habitante de ciudad y ciudadano; pero de forma distinta y por razones diferentes en la actualidad y en la antigüedad. Entonces se dio la circunstancia de que la mayoría de los habitantes de la ciudad no tenían la categoría de ciudadanos (entre ellos estaban los numerosos esclavos y extranjeros); y tanto entonces como ahora, se da el caso de que se llaman legítimamente ciudadanos, numerosas personas que no viven en ciudades. [ + ]


CIUDADANÍA
 

En latín, que es de donde proviene esta palabra, la clave de todo el grupo léxico está en la cívitas, que hemos tenido que traducir por ciudadanía. En este grupo léxico tenemos más términos en español que en latín. Y no porque se haya progresado en ese campo y se hayan creado por ello nuevas palabras, sino al contrario porque se ha retrocedido seriamente. Lo propio sería iniciar el análisis léxico en el nombre primitivo (ciudad); pero en nuestra lengua eso es engañoso, porque exactamente esta palabra ha perdido su significado latino original, ya que la palabra latina de la que procede por evolución fonética tiene simultáneamente los valores de ciudadanía (en el doble sentido de conjunto de todos los ciudadanos y en el de derecho inherente a la condición de ciudadano) y civismo; pero no tenía el significado actual de ciudad. He ahí pues cómo se ha distorsionado el significado de las palabras. [ + ]

DERECHO DE CIUDADANÍA 

Sólo un extranjero (que éste es el término opuesto de ciudadano) sabe lo que es la ciudadanía. Al haber asumido el estado, tomando el nombre de nación, la personalidad jurídica que en su momento tuvo la ciudad, se confunden en el plano jurídico y léxico la ciudadanía y la nacionalidad porque tienen muchos elementos comunes. Observemos únicamente que tal como se puede tener doble nacionalidad, no se puede tener doble ciudadanía. Fue de todos modos la revolución francesa la que promocionó el concepto de ciudadanía por encima del de nacionalidad, y promocionó los “derechos del ciudadano”. [+]

CIUDAD

Para compensar el vaciado de significado de la antigua palabra ciudad (la latina, cívitas) hubo que inventar la palabra ciudadanía, que se quedó con todos los significados de cívitas, menos los metafóricos que la empujaron hacia la significación geográfica o urbanística. Lo sorprendente es que cuando la lengua latina contaba para nombrar la ciudad con los términos urbs, óppidum e incluso castrum, fuera a parar ya en su decadencia, y en especial en el latín vulgar (el que hablaba la gente incluso durante el máximo esplendor del latín clásico) a olvidar los significados de cívitas, para denominar con ella la urbe. No es pues el caso de que cívitas acabase ocupando este espacio significativo por estar vacío, sino que ocurrió más probablemente que se fue vaciando el término cívitas (ciudad) de su auténtico significado; al menos para los que lo decantaron hacia la urbe. [ + ]

CIUDADANO 

En latín al ciudadano individual lo llamaban civis (plural cives). Tal como de cívitas hemos derivado ciudad, el término civis no dejó herencia en nuestra lengua sino a través de su adjetivo derivado civilis (civil); derivados cultos todos ellos. Tenía la consideración de civis todo hombre o mujer que vivía al amparo del derecho de ciudadanía romana. En cuanto a la formación de la palabra es de observar que mientras en latín tiene la forma de nombre primitivo del que deriva el de ciudad, en español aparece ciudad como primitivo, y ciudadano como derivado. De ahí que por su aspecto léxico nos parezca en español que el fundamento de la ciudadanía sea la ciudad; es decir que el fundamento del derecho político es un elemento de geografía política. Pero lo realmente grave es que del falso fundamento léxico, hemos pasado al real fundamento político. Y ese cambio de protagonismo, esa usurpación de la titularidad del derecho de ciudadanía (=de los derechos políticos) a la comunidad de los ciudadanos para ponerla en manos de la ciudad (es decir del territorio y la radicación en él), le ha dado un revolcón a la filosofía política.  [ + ]

CIVIL 

Era inevitable que un nombre como la cívitas, que representaba una realidad que ocupaba buena parte de la vida de la comunidad por ser piedra angular de la convivencia, tuviese su adjetivo (de hecho dos adjetivos, distintos en forma y en connotaciones significativas), con que apellidar un número importante de nombres de acciones e instituciones que debían llevar necesariamente el sello de la comunidad y de sus reglas de la convivencia. Lo primero que se observa al comparar la compatibilidad de este adjetivo en las lenguas de nuestro entorno cultural y el latín, es que ha retrocedido de forma muy considerable. Nuestras lenguas apenas son capaces de casar el adjetivo civil con una docena de nombres; en cambio en latín la lista es ilimitada. Aunque haya caído en desuso esta línea significativa, conviene recordar que civil es sinónimo de amable, cortés, correcto, educado, sociable, urbano, atento, y se aplica a las personas que se comportan como es debido en sus relaciones con los demás. Sus opuestos, incivil o incívico, vil, mezquino, grosero.  [ + ]

SOCIEDAD CIVIL  

Cuando uno piensa en parámetros políticos o sociológicos, a la hora de buscar un nombre que haga buena pareja con el adjetivo “civil”, el primero que se le ocurre es “sociedad”, quizá porque esta asociación léxica es de creación muy reciente, inventada nada más y nada menos que para oponerla a la clase política y al poder político en general; para delimitar una arbitraria distinción entre los derechos civiles y los derechos políticos. Tan flagrante es el saqueo que ha hecho la clase política de los derechos civiles y la usurpación de personalidad de la ciudadanía, que la lengua ha tenido que suplir con nueva terminología lo que la política (la acción ciudadana o civil por antonomasia) le ha robado a la ciudadanía.  [ + ]

ESTADO CIVIL 

Nos hemos acostumbrado de tal manera a lo bueno, que ni podemos imaginar cómo fueron las cosas en otros momentos. Hoy ni sabemos lo que es el estado servil (de esclavo), que era la principal oposición del estado civil, es decir el de ciudadano, con plenitud de derechos civiles. Claro que esto nos viene de la Roma antigua, un estado esclavista la mayoría de cuyos habitantes eran esclavos, en el que la principal línea divisoria de la población era el derecho de ciudadanía. Los que gozaban de este derecho constituían el estado civil (es decir el de los cives =ciudadanos); los que no eran ciudadanos constituían en su conjunto el estado servil , del que formaban parte propiamente los esclavos, pero también los extranjeros, subdivididos a su vez en dos clases. [ + ]

REGISTRO CIVIL

Una breve nota etimológica respecto al término “registro”. Parece que es una copia exclusivamente para datos de las Res Gestae (las crónicas oficiales) que se nos quedó en “gestas” para las de carácter épico, a las que se prestaba especial atención; y que a efectos de registros quedó en regesta en el bajo latín, palabra que dio lugar al verbo regérere primero, con el significado de transcribir, y luego se pasó a la conjugación regular regestare, que acabó en registrar, deduciéndose de esta forma el sustantivo registro. Tengamos en cuenta de todos modos que un registro no se cumplimenta para todo con datos: para inscribir en el registro de nacimientos un niño abandonado, o en el de defunciones un muerto anónimo, o un incidente de emancipación, o uno de desaparición, aunque sea muy sucintamente hay que ir a unas res gestae, es decir explicación de hechos acontecidos (la traducción más exacta y más bella de res gestae es “hazañas”; cosas que hace uno, no cosas que pasan).  [ + ]

GUARDIA CIVIL

La palabra guardia procede del alto alemán warten que significa buscar con los ojos, vigilar, guardar, atalayar, esperar algo o a alguien (de ahí aguardar). Son en principio los ojos los protagonistas (en italiano guardare es mirar), y de ahí se derivan las demás acciones de una guarda o guardia efectiva. Es claro que no se trata de acciones ofensivas, sino de pura prevención y defensa, basada especialmente en la vigilancia. Otra cosa es que metidos en harina haya que hacer bastante más que vigilar, y todos los cuerpos de vigilancia y defensa ciudadana (civil) tengan que pasar a mayores y acaben militarizándose.  [ + ]

CÓDIGO CIVIL 

En realidad, código de derecho civil (Codex iuris civilis) es la compilación del derecho privado frente al derecho público, siempre hablando de derecho positivo (el que manda, frente al que prohíbe); una distinción que contemplaba además de las relaciones entre los ciudadanos y en relación con la propiedad, la diferenciación entre el poder y la ciudadanía. Se trata básicamente de los derechos de las personas (físicas y jurídicas), de familia (y derivados de él, los de transmisión, además del de la patria potestad); del derecho de propiedad y de los derechos de contratación. En España se suele distinguir entre derecho civil común y derecho civil foral (no todo él procedente de fueros). En general se considera que el contenido del derecho civil versa sobre las personas, sobre los bienes y sobre las distintas formas de acceso a la propiedad  [ + ]

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ETIMOLOGIAS DE LAS PALABRAS SOBRE LAS QUE SE HA CONSTRUIDO LA IDEA DE LA COMUNIDAD

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