DESTINOS DE VIAJES THE ALMANAC English Version

Viaje turístico-gastronómico por la ruta de los Castillos del Valle del Loira
 

Portada - Valle del Loira - Chinon - Langeais - Tours - Amboise - Blois - Chambord - Chaumont - Orléans

 

Viaje en TrenHotel : Elipsos -- Alojamiento Restaurantes -  Cavas-Catas - Productos

 

Excursiones  Odyssee -El Loira en Bici - Información - Eventos Festival de Loire 2013
 

 

 

Chambord - Visita guiada del Castillo de Chambord,




Por fin se hará realidad una parte de los sueños que todos compartimos. Castillo de todas las desmesuras, obra maestra del Renacimiento francés, Chambord se abre para usted.
Tome la escalera de doble revolución en la que dos personas pueden descender y subir sin cruzarse nunca. Le llevará a los aposentos reales de Francisco I y de Luis XIV. Una planta más arriba entrará en el universo de las cacerías reales. Prosiga su ascenso hasta las terrazas. Se encontrará en un extraño mundo en el que tejados y chimeneas componen un pueblo mágico, como suspendido en el aire. Deje que su mirada se sumerja hacia el gran canal y… más allá, hacia la reserva de fauna salvaje.


Historia y arquitectura de Chambord


Para comprender Chambord hay que dejarse llevar por la exaltación y la desmesura de Francisco I que, cuando cumplió veinticinco años, quiso dar al mundo el testimonio espectacular de sus dos pasiones: la caza y la arquitectura. Para comprender toda la magnitud, debe abandonarse progresivamente al descubrimiento de un lugar único construido a comienzos del Renacimiento. En primer lugar, hay que traspasar un muro de 32 kilómetros de largo, penetrar en un bosque denso y con abundante caza, y descubrir en su centro una joya arquitectónica intacta. Después, hay que dejarse abrumar por su gigantismo, fuera de toda escala humana, y dejarse sorprender por esta alquimia de las formas y de las estructuras en donde nada se ha dejado al azar.
Chambord es mucho más que un castillo: es una arquitectura excepcional, una proeza técnica, un coloso de piedras… simplemente, el sueño del joven rey Francisco.

La claridad geométrica del plano de Chambord, la armonía de sus proporciones y la fantasía de sus tejados erizados de torrecillas, chimeneas y tragaluces vertiginosos son fuentes de admiración y de especificidades. La sombra de Leonardo da Vinci, “arquitecto” oficial que murió unos meses antes del comienzo de la obra en 1519, planea sobre la asombrosa escalera de doble revolución. Francisco I, comanditario y montero mayor, sólo pasó unas semanas en el castillo para cazar en los bosques de los alrededores, dejándolo vacío de muebles y de habitantes después de cada paso y, finalmente inacabado.

Los sucesores inmediatos de Francisco I prácticamente nunca fueron a Chambord. Aunque Enrique II prosiguió las obras del ala de la capilla, Carlos IX sólo cazó allí en pocas ocasiones y fue Gastón de Orleans quien dio un poco de vida a los lugares. Exiliado dos veces en el condado de Blois por su hermano Luis XIII, residió frecuentemente en Chambord entre 1634 y 1660 y asumió las primeras transformaciones y restauraciones con la instalación de sus aposentos en el ala real. Pero la construcción sólo finalizó realmente con Luis XIV, que amaba este lugar prestigioso hasta tal punto que residió allí en ocho ocasiones marcadas por cacerías, ballets y obras de teatro como las de Molière y Lully como, por ejemplo, el Señor de Pourceaugnac o el Burgués gentilhombre, que se representó por primera vez en el castillo en 1670. Acudiendo con la corte desde 1668, el rey hizo terminar el ala de la capilla, transformar una parte de la primera planta de la torre del homenaje para acondicionar una suite real a costa de la lógica y de la distribución original, así como elevar el recinto inferior con una planta para poder alojar a más personas. También se habían previsto acondicionamientos exteriores, caballerizas y jardines, pero nada de ello se llevó a cabo.



Para Chambord, el siglo XVIII fue el período durante el cual sus ocupantes efectuaron las estancias más largas. El castillo se transformó en prestigioso “regalo” real. Estanislao Leszczynski, suegro de Luis XV, esperaba de este último un refugio después del exilio al que le había obligado su país y en este contexto ocupó Chambord durante ocho años. Su estancia se caracterizó por un mobiliario permanente del castillo gracias a los suministros procedentes del guardamuebles de Versalles. En 1748 Maurice de Saxe se convirtió, durante dos años, en el nuevo ocupante de Chambord. Para recompensarle por las victorias militares conseguidas para Francia, fue ascendido a mariscal y en 1748 recibió del rey Luis XV el título de gobernador vitalicio del castillo de Chambord.

Un nuevo mobiliario procedente de los guardamuebles reales decoró de nuevo el castillo que era el marco de una brillante vida cortesana en donde la caza y el teatro eran muy importantes. La ocupación de los lugares estuvo acompañada por el acondicionamiento de las caballerizas inacabadas de Jules-Hardouin Mansart para instalar un acaballadero real. La muerte del mariscal de Saxe en 1750 llevó a Chambord a su sobrino, el conde de Friesen, que residió allí durante cinco años.
A partir de 1784 la instalación permanente del marqués de Polignac como gobernador mantuvo un castillo amueblado y se llevaron a cabo nuevos acondicionamientos en la eventualidad de una estancia del rey Luis XVI. Durante el período revolucionario, los titubeos relacionados con el futuro de Chambord justificaron el hecho de que el castillo albergara sucesivamente almacenes de forraje, un taller de fabricación de pólvora, una prisión y la sede de la 15ª cohorte de la Legión de honor.
Después de la victoria de Wagram de 1809, Napoleón regaló Chambord al mariscal Berthier que sólo lo disfrutó durante dos días. Después de la puesta en venta por la viuda de este último, autorizada por Luis XVIII, se organizó una suscripción para comprar Chambord con objeto de entregarlo al heredero de la corona. Se trataba del duque de Burdeos, nieto del rey Carlos X. Así pues, fue él quien, en 1820, cuando todavía no había cumplido un año, se convirtió en el nuevo propietario del lugar.

Obligado al exilio durante mucho tiempo, no descubrió su bien hasta 1871 con motivo de una breve estancia durante la cual redactó el famoso manifiesto que explicaba los motivos que lo habían llevado a rechazar la corona. A pesar de este exilio este personaje comenzó una campaña de restauración que sus sobrinos, los Borbón Parma, prosiguieron intensamente de 1881 a 1892, en particular con la restauración de la linterna de la torre del homenaje.
Propiedad del Estado desde 1932, Chambord prosigue sin tregua sus restauraciones

www.chambord.org

 

Portada - Valle del Loira - Chinon - Langeais - Tours - Amboise - Blois - Chambord - Chaumont - Orléans

 

Viaje en TrenHotel : Elipsos -- Alojamiento Restaurantes -  Cavas-Catas - Productos

 

Excursiones  Odyssee -El Loira en Bici - Información - Eventos Festival de Loire 2013
 

MIRA NUESTRAS OFERTAS DE VIAJES


PROMOCIONES Y OFERTAS EN VUELOS, PAQUETES , HOTELES

caribe

PORTADA ALMANAQUE - LEA COMPLETO EL ALMANAQUE DE HOY