REPORTAJES 
DE VIAJES

VIAJE A EGIPTO,  RUMBO A EL CAIRO VÍA ITALIA 

LAS PIRÁMIDES  

Una nueva camioneta, un nuevo recorrido y nos encontramos ante una de las joyas de todos los tiempos, una de las siete maravillas del mundo. (En El Cairo, aseguran que es la primera, aunque siempre pensé, o leí en alguna parte, que la primera era " La gran muralla de China " por ser la única obra artificial que se ve desde la estratosfera). De hecho, ante tanta grandiosidad y tanta belleza, el orden clasificatorio es relativo. Las pirámides de Gizeh o Guiza, según los libros, o llanamente " Las Pirámides " como le llaman los nativos, son los monumentos funerarios de los faraones allí enterrados: Kéops, Kefren y Micerino pertenecientes a la IV dinastía.
A mediados del tercer milenio antes de Cristo, es decir hace cerca de cinco mil años Egipto vivió una época dorada que indicaba una administración consolidada, una economía floreciente y una monarquía fuerte y centralizada.
La arquitectura funeraria adquiere nuevas dimensiones y se observa el nacimiento de una "ideología solar" (Abusir). 
Hablar en detalle de las numerosas Pirámides que jalonan el territorio egipcio (más de 100) sería entrar en cantidad de detalles, interesantes por cierto, pero que no vienen a cuento para el turista (de a pie) que no pretende en absoluto convertirse en mini catedrático, tras un cursillo acelerado de Egiptología que yo, por otra parte, sería incapaz de impartir. 

Sin embargo, para entender el profundo respeto que el egipcio dispensa a los muertos, tenemos que saber que según una de las más celebres leyendas, el primer rey de Egipto fue el Dios Osiris, casado con Isis quien, recuperando los restos de su marido asesinado, lo hace revivir mediante prácticas mágicas, convirtiéndose entonces en el Rey de los Muertos. 
El culto al rey muerto consistía en aportar ofrendas y alimentos para que pudiera sobrevivir en el más allá. Para eso tenían que estar bien alimentados y poseer un cuerpo. A veces, para perpetuar esa vida en el más allá, una escultura representando al Faraón (sólo la cabeza por falta de espacio) era colocada en una cámara de la pirámide en previsión de un posible deterioro de la momia. (palabra persa que quiere decir betún - unguento con el que se untaba el cuerpo del Faraón en el ritual de embalsamiento). 
Con esta práctica se puede deducir que el Rey muerto se convertía en un Osiris al haber sido "revivido" de la misma manera que Isis lo hiciera con su esposo, con quien no obstante, y posteriormente, tuvo un hijo: Horus.   

 

Las pirámides siempre han inspirado un respeto y una fascinación colectiva. Con las pirámides por testigo Napoleón, delante de sus soldados lanzó su famosa frase "...Soldados, cinco mil años de historia os saludan..." Para los escritores de todas las épocas, desde Herodoto hasta nuestros días, Egipto nunca ha pasado desapercibido. El hechizo que produce Egipto ha subyugado a los mejores productores de cine y a las más destacadas estrellas de la pantalla (Liz taylor, Antony Quinn, Fernandel, Charlton Heston, Boris Karloff y por supuesto el hombre que supo inmortalizar al famoso "Doctor Zhivago", el apuesto actor egipcio, Omar Shariff.  

Las pirámides tienen un encanto especial tanto por su emplazamiento que domina una meseta muy cercana a El Cairo) como por su disposición, que buscaba al parecer (incluyendo otras dos pirámides más alejadas) una representación de Orión en la tierra. Así, el Faraón desde lo alto de la cámara mortuoria, estaría entre el cielo y la tierra, entre el hombre y Dios, entre la vida y la muerte, es decir entre lo espiritual y lo material.    

No podemos hablar de las pirámides sin mencionar la Gran Esfinge, también llamada el "León del Desierto" o "El Guardián de las Pirámides". Las tres definiciones tienen algo común: la protección de las tumbas. Esta colosal figura del rey Kéfren desarenada, restaurada varias veces y afectada por la erosión, debido a las crecidas del Nilo a través de los siglos, mide 73 metros de largo por 20 de alto. En 1853 el francés Auguste Mariette la rescató de su entierro y se propuso sacarla a la luz. Esta obra, no menos colosal que su propia escultura, duró mas de cuarenta años... 

INDICE - VISITA EL ESPECIAL VIAJES