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TURISMO ACTIVO

Encartaciones y valle de Carranza

En el extremo occidental de Vizcaya, colindando con las provincias de Santander, Burgos y Alava, se encuentran la zona de las Encartaciones que esconde en su interior una amplia gama de ofertas turísticas desconocidas para la gran mayoría. Grabados y tumbas prehistóricas, formaciones de estalactitas y estalagmitas únicas en el mundo e inmensas simas y cavidades son algunos de los secretos de estas tierras, que además acogen un rico legado arquitectónico de épocas anteriores, plasmado en numerosos edificios como las Casas-Torre, la casa de Juntas de Avellaneda, el puente medieval de Balmaseda y los cascos urbanos de la Villa de Lanestosa y Trucios. Para los amantes del ciclismo de montaña existe en la zona una pista señalizada, conocida con el nombre de Circuito Garbea, situado en el límite con Burgos y en la vecindad de Arcental y Balmaseda. Hacia la mitad del circuito se encuentra el área recreativa de "La Porqueriza" de fácil acceso. A lo largo de 22 kilómetros desde Herbosa hasta el monte "bocinero" de Kolitza, con un desnivel total de 574 metros, podrán disfrutar de un magnífico paisaje natural y de una buena panorámica de toda Vizcaya. También existe la posibilidad de realizar distintos recorridos por el Valle de Carranza, como el itinerario monumental denominado "Ahedo-La Lama" o el arqueológico "Necrópolis de la Cabaña y Cotobasero", ambos de fácil acceso. Los que practiquen escalada encontrarán en el barrio de Ranero unas paredes calizas con vías de dificultad alta (niveles de 5 a 8). Para los que se están iniciando en esta actividad o, simplemente, para practicar un poco, es más apropiado el rocódromo de Sodupe y las paredes de Trucios y Güeñes. La abundancia de terrenos calizos en Vizcaya explica la belleza y originalidad de algunos elementos geológicos del valle de Carranza, de ahí que la espeleología sea uno de los deportes que ofrece mayores posibilidades en esta zona. La Cueva de Pozalagua es uno de los espectáculos mas insólitos de Europa y se encuentra en el barrio Ranero de este municipio, con acceso desde Bilbao por la Bi-630. Tiene una longitud de 225 metros, con cuatro simas gemelas de 40 metros de profundidad. En la parte central se puede contemplar un hermoso lago que en la actualidad se encuentra casi desecado. La abundancia de estalactitas excéntricas y estalagmitas en la famosa galería principal, conocida con el nombre de Versalles por las riquezas de su interior, la convierten en una cueva única en el mundo. Esta hermosa gruta fue descubierta fortuitamente en1957 al hacer explosión un barreno de la cantera de dolomita contigua. Desde entonces Carranza se convirtió en una cita ineludible para los aficionados a la espeleología. A pocos metros se encuentra la Torca del Carlista, donde se halla una de las mayores salas de Europa. Jornos II es otra sima de gran interés espeleológico y en Ventalaperra es posible encontrarse incluso con grabados prehistóricos. Nada mejor que practicar el senderismo para disfrutar de los bellos parajes de las Encartaciones formados por praderas de pastos, manchas boscosas y montañas con riscos poblados de águilas y buitres. El Valle de Carranza se halla envuelto por un círculo de cadenas montañosas con altitudes superiores a los 1.000 metros (Zalama, La Maza del Pando, La Maza del Fraile o Baljerri). Una atractiva alternativa es la senda GR 123, que bordea todo el territorio de Vizcaya. Los amantes de la pesca encontrarán en el Coto de Cadagua, situado en la localidad de Balmaseda, un río típico del norte rico en truchas arco iris. Recomendable al comienzo de la temporada. La única pega es que tiene un tributario en el centro del coto que lo enturbia con facilidad. Este río tiene otro acotado aguas abajo, en Villasana, con truchas más grandes y abundantes en el kilómetro y medio central del coto. La Diputación Foral de Bizkaia tramita los permisos e informa sobre los periodos hábiles de pesca.
 

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