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REPORTAJES |
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Al llegar a
Entzia, cuyo espacio supera las 6.000
hectáreas, encontraremos un área recreativa, muy cerca de Opakua.
En esta pequeña población rural se abre la ruta de acceso a la
cima más alta de los montes de Iturrieta, Arrigorrista (1.143
m.). Una montaña caracterizada por su tono rojizo, tal y como su nombre indica (arri-piedra/gorri-rojo, en euskera). La ascensión no presenta dificultad alguna y las vistas del Valle de Mena, la Sierra de Ordunte, el macizo del Gorbeia y de los cántabros Montes de Lunada son espectaculares. Lo primero que encontraremos en el recorrido de vegetación característica son los bosques de Quercus faginea o robledales de quejigo. Entre ellos se alternan los prados, destinados a las yeguas, los rebaños de ovejas latxa y vacas. Según ascendemos por encima de los 600 metros, aparece el sorprendente bosque de hayas (Fagus sylvatica). |
En esta época
sus hojas caídas cubren la tierra, donde no suele crecer en
exceso el sotobosque debido a la sombra que crean estos árboles.
Es difícil resistirse al encanto de estos bosques y no adentrarse
en ellos, pero si lo hacemos, hay que poner especial atención, ya
que podemos desorientarnos. Al finalizar esta pequeña ruta por
Arrigorrista, nos acercaremos hasta Iturrieta, al sur, donde se
encuentra el dolmen de Sorginetxe, un monumento megalítico de
gran valor. No será el único que veamos en Entzia, existen otros
como el de Egileor y también yacimientos en cuevas y al aire
libre, como los de Lezana y Arrudantza. En las proximidades
visitaremos la ermita de Santa Teodosia, donde se halla un rodal
de fresnos de los cuales uno está considerado árbol singular y,
por lo tanto, posee un régimen de protección especial; y el
barranco de Igoroin, cuyas laderas están recubiertas por
quejigos. Si somos pacientes y observamos con cautela, quizá
tengamos la suerte de avistar a alguno de los moradores de la
sierra: el gato montés, los jabalíes, la garduña, el tritón
alpino y la rana ágil. Más información: Tel.: 945 31 25 31 y
Tel.: 945 31 21 50