RUTAS TURÍSTICAS
Valle del Alto Oria: Verde industrial
Desde abajo todo se
ve verde. Los caseríos, dispersados por las praderas, dan pequeñas
notas blancas en un paisaje predominantemente verdoso, lleno de
pastos con vacas tumbadas y frondosas arboledas. Pero si bajamos
la vista hacia la ribera del Oria, el tono idílico se convierte
en una masa mucho más gris. La cercanía de la N-I ha propiciado
un enorme crecimiento industrial a lo largo de todo el siglo XX, y
esto ha provocado un descuido en la conservación de tan bello
entorno. Lugar de contrastes, el valle del Alto Oria refleja como
nadie la convivencia entre el ámbito rural más tradicional y la
industria en muy pocos metros. Para llegar a él desde Donostia-San
Sebastián debemos tomar la N-I en dirección Madrid hasta llegar
a Tolosa. Esta localidad, famosa por sus sabrosas alubias, fue
durante más de once años capital de la Gipuzkoa en la época
carlista. Es la ciudad más importante del valle, la capital
comarcal, y el centro cultural y comercial más importante. Como
lugares de interés se pueden citar la Iglesia de Santa María, el
Convento de San Francisco, el Palacio de Idiakez, el Palacio de la
Diputación, el Archivo Histórico Provincial o la plaza porticada
de Euskal Herria. La N-I nos conduce, pasando por Alegia e
Ikaztegieta, hasta Ordizia, una localidad de corte industrial que
experimentó un tremendo auge demográfico. Es este un pueblo con
gran solera, famoso por su tradicional mercado semanal que es
conocido en todo el País Vasco.
El Palacio de Barreneche, la Casa
Ibarbia, la Casa Consistorial o la Iglesia de Nuestra Señora de
la Asunción, que data del siglo XVI, son plazas de obligada
visita. A muy pocos metros, y debido también al aumento
industrial, se encuentra Beasain. Se pueden contemplar monumentos
como la Iglesia de la Asunción, del siglo XVI y que cuenta con un
atrio rústico, o la basílica de San Martín de Loinaz.
Antes de subir el puerto de Etxegarate llegamos a Idiazabal,
localidad que ha dado nombre al queso más famoso de Euskadi. De
entre sus verdes praderas emerge el monumento al Pastor Vasco
cerca de la Iglesia de San Miguel, que cuenta con un hermoso
portal románico de transición al gótico y una interesante pila
bautismal de origen prerrománico. Subir por el puerto de
Etxegarate puede ser una aventura, sobre todo en épocas en las
que la circulación de camiones es muy densa, pero la vista
mientras se asciende regocija los sentidos. Una vez en la cima es
necesario tomar la desviación hacia Beunda para proseguir nuestra
ruta. Entramos, casi sin darnos cuenta, en el antiguo Camino
Jacobeo para acercarnos al túnel natural de San Adrián, que en
tiempos comunicó la Llanada alavesa con Gipuzkoa. Y de aquí,
tras pasar por Idiakez, llegamos a Zegama; la localidad en la que
murió el General Zumalakarregi, héroe de las guerras carlistas.
En la parroquia de San Martín de Tours se puede visitar el
mausoleo del general, esculpido en mármol de Carrara. A pocos kilómetros
se encuentra la villa de Segura, uno de los núcleos monumentales
más importantes del Camino de Santiago en Gipuzkoa. En su calle
Mayor, que aún conserva su trazado medieval, sobresalen las casas
Ardizaharra, Txakarra, Balanzegi y la casa solar de Guevara.
Continuando nuestra ruta llegamos a Zerain, un lugar que ha sabido
recuperar su patrimonio histórico-cultural mediante un interesantísimo
museo etnográfico; el coto minero y la vieja serrería que se han
recuperado como complemento cultural al museo. Un poco más
adelante, y subiendo el puerto de Liernia, está la localidad
natal del General Zumalakarregi: Ormaiztegi. En ella se puede
visitar la casa museo de este personaje histórico o un bonito
puente ferroviario que se atribuye a Gustave Eiffel, aunque también
hay otras versiones que dicen que fue Olagibel quien lo diseñó
De todas formas el puente tiene un indudable valor artístico.
Asimismo es destacable la Iglesia de San Andrés, que cuenta con
una portada románica y una interesante pila bautismal. La
diferencia entre la Gipuzkoa más rural y la más industrializada
se desdibuja en los alrededores del Oria, la urbanización
industrial más importante del siglo XX en esta provincia se
combina con los parajes más idílicos de la geografía gipuzkoana.
Además, los últimos procesos para mejorar la calidad de los ríos
han logrado que la fauna que desapareció a mediados del siglo XX
vuelva a sus hábitats y devuelva la vida a los cauces.
|