Atrapallada, los genuinos sabores de Galicia en la mesa de
Madrid
Por: Enric Ribera Gabandé
El restaurante de Quico y Mari Ángeles, presenta un surtido
de frutos del mar preparados al estilo de toda la vida
Atrapallada es un proyecto de largo recorrido. Empezó en
1978 con la apertura del negocio por parte del suegro del
actual propietario. Quico Rodríguez y su esposa, Mari
Ángeles, empiezan una actualización en profundidad de su
cocina. Atrapallada, nombre de origen gallego que significa
un conjunto de cosas diversas de todo tipo que a la vez son
muy recurrentes, es un espacio de cocina de mercado gallega
ubicada en un local de diseño.
La cocina es sencilla, pero elaborada con los mejores frutos
del mar del momento, con materias primas, basadas en los
pescados y mariscos frescos, hechos simplemente a la planta
o al horno, sin excesivas salsas; platos preparados al
estilo de toda la vida y con el toque maestro del equipo de
cocina.
Atrapallada es un restaurante especial porque es un espacio
abierto, con mucha luminosidad. En la decoración, hay una
mezcla de madera y cerámica, donde lucen materiales puros y
limpios, que con la amplitud y la luz que tiene el local,
ofrece un concepto más acogedor.
El restaurante de Quico y Mari Ángeles hace válido que no
solamente se puede comer un excelente pescado en lugares
próximos a un puerto de mar o lonja, sino que también se
puede hacer en puntos alejados de estos.
Atrapallada es un claro exponente de que en Madrid existe
una excelente oferta en este segmento de cocina gallega.
“Gracias al transporte, hoy en día todo fluye con rapidez.
Sí, es fácil encontrar cualquier tipo de género en el
mercado central”, señala Quico.
Pulpo a la gallega
Una parte importante de los frutos del mar, proceden de toda
la costa gallega. Muchos proveedores vienen de allí
directamente, ofreciendo tanto sea marisco como pescados. El
plato rey de la casa es el rodaballo salvaje hecho a la
plancha o al horno. Otros de los bocados que tienen mucha
fama de Atrapallada son el pulpo a la gallega; las croquetas
de marisco; el rape (pequeño) al horno; y también los
arroces, que a pesar que estos platos no son eminentemente
gallegos, tienen mucho predicado entre su clientela. El
arroz de carabineros; el de chipirones y sepia; el de rabo
de toro y boletus; y de verduritas, solomillo y jamón,
gustan mucho a los comensales. Son arroces caldosos muy
exquisitos. En el apartado de carnes, no hay que olvidar la
carne gallega. Cocinan la vaca vieja con éxito.
Bodega muy gallega
La bodega de Atrapallada está nutrida de vinos procedentes
de las 5 denominaciones de origen gallegas. Se puede
disfrutar desde un alvariño hasta un godello, un mencia, y
vinos de cupage de diferentes variedades. El objetivo de los
restauradores Quico y Mari Ángeles es dar este concepto de
cocina de mercado gallego usando los productos de su
comunidad y maridándolos con vinos de la tierra.
El restaurante está configurado por diferentes espacios.
Desde para 8 comensales, hasta de 12, 30, y 150 personas.
También cuentan con una amplia terraza muy indicada para el
verano, y por supuesto para el invierno, con sus estufas.
Foto Nº 1,- Quico Rodríguez. Foto Nº 2,- Comedor. Foto
Nº 3,- Bodegón de pescados y mariscos.
Foto Nº 4,- Plato de camarones. Foto Nº 5,- Percebes.
Foto Nº 6,- Rodaballo.
(Fotos: Pilar Rius Colom)
https://elalmanaque.com/Ene19/29-1-19.htm
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