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REPORTAJES |
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Recorrer el valle
del Urola en tren supone descubrir la diversidad industrial de un
territorio que ha explotado desde el yute al cemento natural. En
el trayecto podemos además visitar dos iniciativas museísticas
del patrimonio industrial gipuzkoano: el Museo del Ferrocarril de
Azpeitia y el Parque Natural Artesanal de Legazpi, destinado al
laboreo del hierro. La ruta comienza en la localidad costera de
Zumaia, junto a uno de los emblemas de su dedicación industrial
marinera: la grúa del puerto, levantada por los Astilleros
Balenciaga. Justo en el lado contrario se encuentran los
pabellones de la Yutera Arbillaga, primer ejemplo de la industria
textil tradicional del Urola, ligada al yute. La fachada principal
se caracteriza por un saliente voladizo que da paso a las
oficinas. Continuando por el muelle, cruzamos el pequeño Narrondo
por el primer puente y observamos la estación terminal del
ferrocarril, obra de Antonio Cortazar. A pocos metros se sitúa la
vieja central de Cementos de Zumaya, reutilizada como viviendas y
locales comerciales. El muelle del Urola nos lleva hasta el
Astillero Balenciaga, heredero de la tradición secular de la
villa en el obraje de naves. Abandonamos Zumaia por la carretera
general (N-634) en dirección a Deba y recorrido 1 kilómetro
tomamos un desvío a mano izquierda hacia Oikina hasta alcanzar
Bedua. Aquí se encuentran tres piezas fundamentales del
patrimonio industrial: la Rentería, un palacio que puede datar de
finales del siglo XVII; el Astillero artesanal y la Cementera. |