BODEGAS ALEJANDRO FERNÁNDEZ

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BODEGAS ALEJANDRO FERNÁNDEZ, TINTO PESQUERA 

Siguiendo la tradición familiar, Alejandro Fernández elaboraba vino en la bodega que su padre tenía en Ribera de Duero, pero no sería cuarenta años después cuando este castellano nacido en Pesquera de Duero en 1932 creara su propia bodega: Tinto Pesquera. 

Ha conseguido plantar 200 hectáreas de su adorada Tempranillo y fue el primer bodeguero que introdujo el cultivo en espaldera. Con el nacimiento de esta bodega impulsó la Ribera del Duero en un momento en el que la mayoría de los vinos que se elaboraban en la zona era clarete. 

Diez años después, el gurú del vino Robert Parker define el Pesquera como uno de los cinco mejores vinos tintos del mundo y el cantante Julio Iglesias le apadrina. A partir de ese momento el fenómeno Tinto Pesquera es imparable y Alejandro Fernández se mete en el grupo de los grandes del vino español por méritos propios.

 

 

            El segundo y más ambicioso proyecto les llevó a él y a su mujer Esperanza Rivera a crear una bodega en medio del campo, en Roa de Duero, Burgos, Condado de Haza. Finca de 250 hectáreas de viñedo estratégicamente situada, de ella sale el vino legendario, Condado de Haza y Alenza. Incansable, en 1998 hace lo propio en Zamora y compra una finca de 720 hectáreas, Dehesa la Granja. En 1999 hace su cuarto proyecto, El Vínculo. “La Mancha es un mar de viñas y yo he hecho una lágrima pequeña, que, en definitiva, es lo que ha evolucionado la zona en 200 años. El Vínculo es una lágrima en mar”, comenta Alejandro.

Alejandro Fernández es probablemente la cara más conocida del vino español y, sin títulos que adornen su tarjeta de visita, pertenece con pleno derecho a la aristocracia vitivinícola hispana. Es castellano de pura cepa (y nunca mejor dicho). Recio, duro como el roble y muy grande.

Alejandro Fernández siempre ha sido consciente de que sin buenas viñas no hay buen vino, por esa razón no hay día que no recorra las largas hileras de cepas. Dirige personalmente cada tarea del viñedo, desde la poda hasta la vendimia en verde.

Cuando llegan al lagar se guía por su experiencia y por su especial intuición. Se siente como el artista que moldea formas y colores para reflejar una idea. Sabe extraer de cada parcela lo mejor y sabe lo que tiene que hacer para conseguirlo. Sólo alguien con un conocimiento tan profundo de sus uvas puede crear vinos como Pesquera, Condado de Haza, Alenza, Dehesa  la Granja y El Vínculo. 

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