Es éste
un nombre que se da especialmente en España. No es casual que se celebre
esta onomástica precisamente el Viernes de Pasión o de los Dolores, el
inmediato anterior al Viernes Santo. Mater Dolorosa es el nombre
que se dio a la Virgen sufriendo por la crucifixión y muerte de su hijo,
nombre que luego se simplificará en La Dolorosa. Otra fiesta
dedicada a los Dolores de la Virgen se celebra el 15 de septiembre.
Nuestra Señora de los Dolores es
la más universal de las advocaciones de la Virgen, pues no está
vinculada a una aparición o a una imagen, sino que arranca del mismo
Evangelio, que nos presenta a María al pie de la cruz: Estaban junto
a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María, mujer de
Cleofás, y María Magdalena (de aquí viene la expresión de "las tres
Marías"). Al ver Jesús a su madre, y a su vera al discípulo que más
amaba (Juan), dijo dirigiéndose a su madre: "Mujer, aquí tienes a
tu hijo". Y después, dirigiéndose al discípulo, dijo: "aquí tienes a tu
madre". Y desde entonces el discípulo la tuvo en su casa." (Juan 19
25-27). En la evolución de las celebraciones y devociones a
partir de los sustratos anteriores al cristianismo, no podía faltar la
transferencia a la Virgen, de las mitificaciones del dolor. En una
religión como la cristiana, en que la presencia del dolor es abrumadora,
frente a la figura masculina del dolor, el Cristo crucificado, no podía
faltar la figura femenina, la de la Madre Dolorosa.
La
liturgia de la celebración de los Dolores de la Virgen, es de
origen alemán. La instituyó en Colonia el arzobispo Teodorico de Meurs,
en 1423, para reparar las burlas que los herejes husitas hacían a las
imágenes de la Virgen Dolorosa. De Colonia se propagó esta conmemoración
de los Dolores de María a otras iglesias, y en 1727, el papa Benedicto
XIII la extendió a toda la Iglesia. El hecho de que se celebre también
Nuestra Señora de los Dolores el 15 de septiembre, se debe a que desde
1688 los religiosos Servitas celebraban en esa fecha, por concesión de
Inocencio XI, la fiesta de los Dolores de la Virgen, fiesta que Pio VII
extendió a toda la cristiandad en 1814. Paralelamente a estas
celebraciones "canónicas" se desarrollaba en España un culto especial a
"la Dolorosa", en torno a los "pasos de Semana Santa" que tienen este
motivo, servidos por hermandades y cofradías.
La
Dolorosa está
presente en la iconografía (pasos de Semana Santa, las Mater
Dolorosa de Murillo, la Dolorosa del Ticiano, la de Quintín Metsys,
la de Duccio, la de Giotto, la talla en madera de Pedro de Mena, la
Piedad de Miguel Ángel, la de Gregorio Fernández...); en la música, han
compuesto un "Stabat Mater" Joaquín Des Près (el más antiguo,
1500), Palestrina (dos), Pergolese, Haydn, Steffani, Clari, Astorga,
Winter, Raimondi, Newkomm, Rossini, Dvorak...); en el género chico, "La
Dolorosa"; en geografía varias poblaciones españolas llamadas Dolores y
muchas más en Argentina, Colombia, Cuba, Filipinas, Estados Unidos, y la
bella ciudad de Dolores Hidalgo en México y el "grito de Dolores",
que fue el grito de independencia de México. Un nombre grande, imposible
de acabarlo. ¡Felicidades!