SANTORAL-ONOMÁSTICA

Santos del día 7 de Octubre

Nª Sª la Virgen del Rosario. Santos. Marcos; Julia, Justina virgenes; Gustavo, Elano, Sergio, Baco, Leopardino, Marcelo, Apuleyo ; Augusto, Canoco abades.; Paladino, Igaldo, Cuarto, Eterio obipos.


ROSARIO

Un rosario de nombres de mujer que quieren recordar a la reina de las flores, han salido del nombre de la rosa, la flor que enamora por su belleza perfumada. Rosa, Rosario(Charo), Rosalía, Rósula, Rosalina, Rosina, Rosamunda, Rosalba, Rosana, todos hablan de la rosa,que la tenemos adornando nuestra cultura desde su mismo nacimiento. Los griegos nos transmitieron no sólo el nombre, (rodon / ródon), sino también la admiración y el culto a esta flor. Ellos mismos tenían una cincuentena de palabras en las que estaba presente el elemento "rosa", y ellos fueron los que fundaron la ciudad con el evocador nombre de Rosas mirando al Mediterráneo y al Sol naciente. Los romanos llamaban rosarium a la rosaleda, es decir a un jardín todo él plantado de rosales. Rosarius era el vendedor de rosas. Cuando se forjó en nuestra lengua esta palabra para denominar lo que conocemos como el rosario, se pensaba exactamente en una secuencia de rosas. Cada oración era una rosa, y las cuentas del rosario eran para recordar el momento del rezo en que se estaba. Este concepto tan exquisito de oración, es ya de por sí todo un hallazgo. Santo Domingo de Guzmán, que fue el que introdujo en Europa esta práctica, no fue el primero en pensar en este contador de rezos. Existe desde muy antiguo en todas las culturas y religiones donde la oración es el principal comunicador espiritual de los fieles entre sí y con la fuente común de sus devociones. La innovación de santo Domingo fue convertir cada oración en una flor consagrada a la divinidad. Fue la de dar sentido y sentimiento a lo que antes eran rutinas sin alma. Fue dotar de las virtudes de la reina de las flores a la oración dedicada a la reina de los cielos. Fue un verdadero hallazgo. Fue una mejora tan importante respecto a lo que hasta entonces había, que toda la cristiandad se adhirió con entusiasmo a esta nueva forma de rezar y de entrar en comunión todos los cristianos entre sí y con la Madre del cielo. Y como es inevitable que las bellezas que con más fuerza nos atraen acaben convirtiéndose en nombre de mujer, no pudo escapar el rosario a este feliz destino. Y es que el culto a la rosa inunda nuestra cultura. En la mitología de Lituania la aurora es representada per una guirnalda de rosas, un auténtico rosario que atrae el amor del sol. En la Roma antigua la rosa era el gran símbolo floral, especialmente en el culto de Júpiter, y en la región de Pangea se daba el nombre de rosalias a las fiestas dionisíacas; en esta región colocaba la leyenda los famosos jardines de rosas del rey Midas, aquel que convertía en oro todo lo que tocaba. La rosa era para los griegos y romanos el símbolo de la luz, del amor i del placer; en los grandes banquetes los convidados se coronaban de rosas (de nuevo las tenemos formando un rosario). Y también la geografía rinde tributo a este gran nombre: una de las más bellas ciudades de Argentina se llama Rosario.

Las Rosarios y las Charos celebran su onomástica el 7 de octubre, fiesta de la Virgen del Rosario, sólidamente implantada en todo el mundo de habla hispana. He ahí un nombre lleno de misterio, de perfume y de belleza que ha tenido siempre a la humanidad embriagada. Por eso festejamos las rosas desde que amanecieron los tiempos. Rosario es el conjunto infinito de las más bellas rosas que le han nacido a la humanidad. ¡Felicidades, Rosario!

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