SANTORAL-ONOMÁSTICA

Santos del día 26 de Octubre

Amando, Basilio, Alor, Eata, Dolgan, Derbilia, Darío, Leptina y Atanasio confesores; Rogaciano, Felicísimo, Luciano, Marciano, Heráclides, Tito, Floro y Eliavo mártires; Beano, Cutberto, Fulco y Gaudioso obispos; Evaristo papa; Cenid monje.


DARÍO

Es un nombre persa cuya forma, según los entendidos, es Darayavus, y su significado, "activo" según unos y "proveedor de sustento" según otros. Cuenta con toda una dinastía de personajes muy notables que han dado un gran lustre al nombre.

Darío I, rey de Persia (550 - 485 a. de J. C.), de la dinastía de los Aqueménidas, de la misma familia por tanto que Ciro I. Sucedió en el reino a su padre Cambises. Ensanchó las fronteras del imperio y lo administró con gran acierto. Sabemos de sus gestas por las extensas inscripciones en piedra que todavía se conservan. Su primera conquista fue la de Babilonia. Dividió su extenso reino en 20 satrapías, el primer modelo de administración racional y regular. Cuentan que intentó en el istmo de Suez unir ambos mares. Creó el primer cuerpo de correos, para transmitir ágilmente las noticias de un extremo a otro de su imperio. Tendiendo un puente de barcas sobre el Bósforo, desplazó hacia Europa un ejército de 700.000 hombres para sojuzgar a los escitas. Sometió Tracia y Macedonia y llegó hasta Ucrania. Hubo de batirse en retirada ante los escitas. Mucho mejor le fue su expedición a la India. Luchó contra los griegos y fue derrotado por Milcíades en la batalla de Maratón. La sublevación de Egipto le impidió vengar esta derrota. Los confines del imperio persa durante el reinado de Darío, fueron: al N. el mar Negro, el Cáucaso y el mar Caspio. Al S. el mar de la India, el golfo Pérsico y la península arábiga. Al E. el Indo, y al O. el Mediterráneo. Durante su reinado apareció Zoroastro (llamado también Zaratustra), el gran reformador de la religión persa. Murió el 485 a. J. C.

San Darío. Entre los innumerables mártires que produjeron las persecuciones de los cristianos por parte de los emperadores romanos y los gobernadores de las provincias, el Santoral recoge, ya al final de este largo período de persecuciones, en el siglo IV, en Nicea de Bitinia (Isnik), el martirio de Darío y sus compañeros Zósimo, Pablo y Segundo. Su conmemoración se celebra el 19 de diciembre.

Darío II y Darío III de Persia, junto con Darío rey de Babilonia contribuyeron a mantener el esplendor que a este nombre había dado Darío I. Pero quien convierte en dulce música este nombre de valientes guerreros es Rubén Darío, nuestro gran poeta nicaragüense nacido en 1867. Cultivó la prosa y el verso. Epístolas y poemas, Himno a Bolívar, Víctor Hugo y la tumba y el arte, España contemporánea, Todo al vuelo, Epístolas y poemas, Abrojos y Rimas, Azul, Prosas profanas, el Canto errante, Cantos de vida y esperanza, el coloquio de los centauros, Canción de otoño en primavera, son algunas de sus obras.

Orgullosos pueden estar los Daríos de llevar un nombre tan cargado de fuerza y de poesía. ¡Felicidades!

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