SANTORAL-ONOMÁSTICA

Santos del día 19 de mayo

Celestino V papa; Pudente, Pudenciana (Potenciana) y Ciríaca vírgenes; Calócero y Partemio mártires; Ivo, Evonio, Claudia, Bernardo, Gracia, Teófilo de Corte y Adolfo confesores; Francisco Coll fundador de las Hermanas Dominicas de la Anunciata.


IVO

De la raíz germánica iv, que en el conjunto de lenguas del mismo grupo presenta también las formas de Ed, Ead, Iv, Eb, que convergen en el término Hrod, glorioso; una de sus concreciones fue Iván, que se asimiló finalmente a Juan. El significado más probable, por tanto, del nombre Ivo, de origen germánico, es "glorioso". Se ha mantenido a lo largo de los siglos como un nombre muy exclusivo, y como tal sigue actualmente.

San Ivo obispo nació en el territorio de Beauvais, Francia, el año 1035. Encaminó sus pasos hacia la vida religiosa. Estuvo en la Abadía de Bec, de la que era prior el célebre Lanfranco, de quien recibió lecciones de teología. Luego pasó a Beauvais, al monasterio de San Quintín, de canónigos regulares. Su sabiduría y santidad de costumbres hicieron que fuese elegido abad, cargo que ejerció durante unos años, introduciendo importantes reformas en la disciplina eclesiástica. En 1093, al ser depuesto Godofredo, obispo de Chartres, por el papa Urbano II, fue elegido Ivo para asumir la dirección de aquella diócesis. Fue igualmente desde su sede episcopal un ferviente defensor de las buenas costumbres: se distinguió entre los demás obispos por la energía con que se enfrentó a Felipe I por haber abandonado a su esposa legítima, Berta de Holanda, uniéndose con la consorte de Fulques, conde de Anjou. La tensión que se produjo fue muy grave, porque dio lugar a un agrio enfrentamiento entre la iglesia y la monarquía. Finalmente se calmó la ira del rey gracias a los buenos oficios de algunos nobles amantes de la paz. San Ivo siguió adelante en la defensa de los principios cristianos, lo que le valió que se le encomendasen los conflictos en que se requería firmeza. Murió ya octogenario, víctima de una enfermedad crónica, el año 115. Fue sepultado en la iglesia de San Juan de la Vallée, que él había fundado. Su cuerpo se mantuvo íntegro durante siglos, hasta que se ensañaron con él las guerras civiles de carácter religioso (enfrentamientos entre católicos y protestantes). Dejó san Ivo una extensa obra, la mayor parte de la cual es una recopilación de reglas de comportamiento eclesiástico, sacadas de los concilios, cartas de los papas, obispos católicos, padres ortodoxos y decretos reales. Nos dejó también una colección de 22 sermones y una crónica.

Celebran su onomástica los Ivos el 19 de mayo, en que se conmemoran san Ivo obispo y san Ivo presbítero (1253-1303), que se especializó en derecho y ejerció de juez eclesiástico en las diócesis de Rennes y Treguier, favoreciendo en especial a los pobres, por lo que se le considera abogado espiritual de los pobres y patrón de los abogados.

Ivo forma parte de ese grupo de nombres considerados patrimonio cultural específico de determinados pueblos o familias, por lo que son sumamente apreciados y llevados con orgullo. Bien legítimo si atendemos a su noble origen y significado y a los dos santos que que lo representan en el cielo: hombre enérgico y luchador incansable el uno, y defensor de los pobres el otro. ¡Felicidades!

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