SANTORAL-ONOMÁSTICA

Santos del día 11 de mayo

Antonio, Fabio, Anastasio, Susana, Esteban, Longinos, Demetrio, Auco, Tadeo, Florencio, Evelio y Poncio mártires; Ticiano obispo; Iluminado, Cirilo, Eleuterio, Mariano, Dorotea, Elíseo, Justino, Gualterio, Bertila y Francisco Jerónimo confesores; Mayolo abad; Berta abadesa.


FLORENCIO

Del latín florens, florentis, que significa floreciente, se ha formado el nombre propio Florencio. De la misma raíz se han formado también Florentín, Florentino, Flora, Flor, Florentina y el apellido Flores. Todos ellos se han mantenido como nombres selectos, por lo que no se han prodigado en exceso. Cuando el verbo florecer se dice con respecto a personas, como variación de vivir, indica que su vida resulta, por su gracia y por sus obras, una floración.

San Florencio es un monje que floreció en la primera mitad del siglo XII. Se desconoce la fecha de su nacimiento, pero se sabe con certeza que fue abad del monasterio de Santa María de Valverde primero, y años más tarde del monasterio de Carracedo. Se conoce especialmente este monasterio porque doña Elvira quiso que a él estuviese vinculada la fábrica de Toldanos, cerca de Valderas. También el emperador Alfonso VII honró al santo abad. De él dice Henríquez en el menologio cisterciense: Fue hombre de gran prudencia y piedad que, adornado de las más elevadas virtudes de la santidad, emigró felizmente de esta vida y aquí, hasta el día de hoy, se celebra su memoria con gran honor. Para llevar una vida más acorde con la Regla de san Benito que había profesado en el monasterio de Carracedo (comarca del Bierzo), decidió ponerse él y su monasterio a las órdenes de la Congregación reformada Cisterciense. Manrique precisa que murió el año 1156. Su sepulcro fue hallado por el docto cisterciense Alonso en Carracedo, en un nicho del capítulo bajo, con tres inscripciones.

Los Florencios celebran su onomástica el 11 de mayo (S. Florencio mártir de la legión tebana); el 15 de mayo (S. Florencio obispo de la antigua Populonia, frente a la isla de Elba); el 13 de octubre (san Florencio mártir); el 17 de octubre (san Florencio obispo de Treveris, mártir y S. Florencio obispo de Orleáns, confesor de los condes de Orleáns); el 25 de octubre (S. Florencio obispo de Cahors) o el 10 de diciembre (san Florencio abad).

Florencio el calígrafo, fue un monje español del siglo X. Bien puede decirse de él que fue el príncipe de nuestra caligrafía. Sólo se le puede comparar Magio de Távara, autor del primer Beato (códice miniado del Apocalipsis). Vivió Florencio en el monasterio de Berlangas (Baralangas, Baleránica y Baralánica son sus nombres más arcaicos), en la provincia de Burgos.Sus códices ejercieron una influencia decisiva en la escritura mozárabe, haciéndola entrar en un período que que se caracteriza por la elegancia de la letra, por el romanismo de sus letras capitales y por el amplio concepto de las ilustraciones pictóricas. En 945 están firmados dos de los códices más notables que salieron de su mano cuando contaba sólo 25 años. Estos códices son Los Morales de San Gregorio y la Biblia de San Isidro de León, con reminiscencias carolingias en sus miniaturas.

Tienen los Florencios un nombre que evoca las mejores galas de la naturaleza, y que es signo de la más esplendorosa vitalidad. ¡Felicidades!

Copyright  EL ALMANAQUE  todos los derechos reservados.