SANTOS DEL DIA
28 DE ENERO
Tomás de
Aquino patrón de los universitarios, presbítero y doctor;
Tirso y Flaviano mártires; Adyutor, Julián, Valerio y
Virilo obispos; Juan presbítero; Santiago
ermitaño; Radegunda virgen; Ricardo abad;
Pedro Nolasco fundador.
JULIÁN
El origen
de este nombre es latino, pues viene de Iulianus, es
decir perteneciente a la ilustre familia romana Julia.
Onomásticamente ha corrido parejas con el nombre de Julio,
que ha acostumbrado a sustituirle desde el siglo XVIII y se
ha recuperado el femenino de origen latino Juliana.
San Julián
(642-690) Nació en Toledo. Desde niño tuvo por maestro al
obispo de aquella ciudad, San Eugenio III , que se tomó su
educación con sumo interés y le instruyó tanto en los
saberes seculares como en los religiosos. Julián siguió los
pasos de su maestro, consagrándose al servicio de la
Iglesia. Su gran calidad religiosa y humana hizo que
recayera en él la elección para ocupar la sede que dejó
vacante la muerte del obispo Quírico. Fue consagrado Julián
como arzobispo de Toledo el 29 de enero del año 680. Durante
su mandato se celebraron en aquella diócesis los concilios
XII, XIII y XIV. Se condenó en este último la herejía de
Apolinario y él mismo escribió dos apologías contra esa
herejía. Escribió también los Libros de la sexta edad
contra los judíos y el Prognosticon. San Julián
forma parte del elenco de grandes obispos de la España
visigótica que tuvieron una relevancia política decisiva. En
los concilios no sólo se resolvían cuestiones de dogma, sino
también de derecho. La unificación jurídica de la población
hispana que daría lugar al Fuero Juzgo se fraguó en los
concilios de Toledo. En la actitud de San Julián respecto a
las relaciones con los judíos, más conciliadoras de lo que
era habitual, y en su especial dedicación a trabajar por su
conversión, tuvo que influir considerablemente el hecho de
que él mismo era descendiente de judíos conversos.
San Julián
de
Cuenca, patrón de esta ciudad, murió el 28 de enero de 1208.
Se desconoce la fecha de su nacimiento. Se sabe de él que,
después de haber enseñado teología durante algunos años en
la universidad de Palencia, quiso retirarse en soledad, por
lo que se dirigió a Burgos, a los desiertos de la Demanda,
donde había estado anteriormente Santo Domingo de Silos.
Pero no pudo durar su soledad, pues fue requerido por los
fieles y el clero para ocupar la sede episcopal de Cuenca,
que había quedado vacante. El acierto con que dirigió la
diócesis y la santidad de su vida, le valieron ser
proclamado patrón de la ciudad.
Los
santorales conmemoran hasta un total de 35 santos y
bienaventurados con el nombre de Julián. Entre los Julianes,
es importante destacar el controvertido conde don Julián,
gobernador cristiano de Ceuta en los primeros años del siglo
VIII. Hasta el siglo XIX cargó con el estigma de traidor.
Según esta leyenda, habría entregado Ceuta a los moros,
abriéndoles así el paso del estrecho de Gibraltar. La causa
de tal conducta sería la venganza contra don Rodrigo, por
haber violado a su hija Florinda. La historia es distinta,
pero la leyenda entusiasmó a los poetas.
Desde la
Gens Julia hasta nuestros días, bien representado está
el nombre de Julián. ¡Felicidades! |