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FESTIVAL MADRID DCODE 2015

El día prometía y comenzó con un conato de lluvia que no fue más allá de unas gotas amenazantes. El Dcode abría sus puertas puntualmente a las 11:30 y se puso en marcha con varios de los grupos menos conocidos del certamen. El punto culminante de la mañana llegó con Wolf Alice que nos ofreció una descarga de rock enérgico antes de la hora de la comida presentándonos su primer álbum. Tiempo entonces para descubrir las buenas instalaciones para tan magno evento y la buena organización imperante. No faltaban los food-trucks en los que comer pizza, perritos calientes, Shawarmas, comida mexicana….


El recinto fue llenándose y fue a partir de la cantante mexicana, Natalia Fourcade, que nos ofreció su pop sudamericano de nuevo cuño, cuando se comenzó a vislumbrar que el recinto se llenaría (hacía horas que se había colgado el cartel de sold-out).

La noticia de que el cabeza de cartel del Dcode, Sam Smith, había cancelado su concierto por enfermedad, comenzó a hacerse viral, teniendo que readaptar varios horarios de otros tantos grupos. Hubo gente que se indignó por la incomparecencia de Sam Smith y a otros no les importó lo más mínimo tal ausencia.

Los británicos The Vaccines se encargaron de hacer vibrar y botar a todo el respetable con su música con reminiscencias sixties y sus grandiosos estribillos. Unos Vaccines que comprobaron como los temas de sus primeros álbumes eran bastante más coreados que los de su último largo, y por eso mismo, centraron su concierto en sus primeros trabajos.


Con el público caliente y entregado por la descarga de los ingleses, apareció L.A. (Luís Alberto Segura) y dio todo un recital con su rock adulto próximo a la americana y cada vez más asentado en nuestro país.

Con L.A. comenzó el turno de lo que se vino a denominar “la armada española”: L.A., Supersubmarina e Izal.


Supersubmarina e Izal se dieron un baño de multitudes. Sus temas fueron coreados sin escatimar decibelios por parte de los asistentes. Los de Jaén vieron corear uno a uno cada uno de sus temas llegando al éxtasis colectivo con varios de ellos como Viento de Cara o Canción de guerra.

Izal comprobó como los nuevos temas de su próximo álbum tuvieron buena acogida y temas como Copacabana fueron de los más coreados.
 


 

Y otro de los momentos culminantes estaba a punto de llegar: Suede. Los ingleses, supervivientes del brit-pop y quizás el grupo de más calidad de aquella hornada noventera, venían al Dcode como uno de los cabeza de cartel y mucha gente se preguntaba POR QUE no habían sido la cabeza del cartel. Brett Anderson comandó el concierto con su profunda voz y sus incansables bailes. Son tan grandes que se atrevieron a tocar varias de sus caras B como Europe is our playground, e incluso estrenaron en primicia una balada que irá incluida en el álbum de 2016 “Nights Thoughts”. Si bien el repertorio no fue de lo más comercial, Suede son un dinosaurio que no deja indiferente a nadie.




Y llegó el momento de dos de los grupos más de moda en estos momentos: Foals y Crystal Fighters.

Aunque los Dcoders llevaran más de 13 horas de festival la fiesta no decayó y la gente disfrutó hasta el final con el rock electrónico de los Fighters. Ahora tocaba buscarse la vida para volver a casa o esperar un par de horas a que abrieran el metro.

El festival que ponía punto y final al verano llegaba a su fin con 26.000 entradas vendidas y una extraña sensación: fue un gran Dcode pero también, como decía aquella canción del Dúo Dinámico, era el final del verano…


La gente quedó encantada con la organización y con las instalaciones universitarias que albergaron el festival, un festival que esperemos al que le queden muchos años de vida.

Texto : Oscar Palomo

Video : Andrea Alvarez

 

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