SER  NEURÓTICO

“Ya hace tiempo que estoy escuchando y, aunque tengo deseos de decirte algunas palabras, no me atrevo porque soy tu esclavo”.
HORACIO

En un psicoanálisis se trata de que alguien tenga deseos de hablar de “eso” que causa su mal-estar y de ser escuchado. No todos se atreven a hacer pasar su sufrimiento por los desfiladeros de la palabra. De esta forma se elige seguir padeciendo por ser lo que no se quiere y por continuar siendo esclavo de la Neurosis.

La Neurosis es de lo que sufren tantos seres humanos, enfermedad de lo privado, de lo intimo, de las respuestas fáciles. “Ser” atrapado en su si mismo, en su imaginación, absorto por mandamientos internos que lo privan de aquello que más quiere. Temor a interrogarse sobre su rol en la vida, de lo que su pareja, madre, padre, hijos desean de el.


El neurótico siente que es a causa de algún Otro por lo que el no puede llevar a cabo una vida feliz; y por eso se la pasa esperando el momento que se le permita hacer lo que verdaderamente desea.

El problema es que si el Otro se lo permite ya no tiene valor, y si se lo prohibe sufrirá por ello. En este aspecto, el fin que persigue un psicoanálisis es lograr que el Otro deje de ocupar el lugar del Amo, para ello el psicoanalista que lleva a cabo la cura deberá privarse de ocupar dicho lugar, tarea esta donde algunos psicoterapeutas se extravían.
 

Neurosis que lleva a un individuo a que no se sienta bien en ningún lado, o que pueda estar y no estar al mismo tiempo, o que se este siempre en los lugares donde no haya nada que interrogue lo deseado.
 Enfermedad de sentirse siempre en falta, en deuda; donde se busca ser reconocido, aunque no se sepa bien de que. Personas que cuidan las apariencias, que se ofrecen envueltas con el mejor papel para regalo, porque lo que les aterra, lo que causa su horror es que el Otro desee desenvolver ese paquete y descubra lo que son realmente, mas allá de esa imagen que ofrecen.
 

Decía al comienzo de esta nota que en psicoanálisis se trata de que el sujeto se ponga a hablar y se sorprenda de su decir; no es el bla-bla que se utiliza para no anunciar nada de ese sujeto que dice. Un tratamiento psicoanalítico ira transformando ese deseo de hablar y de ser escuchado que había traído a ese sujeto al análisis, en un deseo de saber sobre aquello que causa su malestar; permitiéndole situarse de un modo diferente al del esclavo. Posicionandose como un nuevo sujeto frente a lo REAL de la vida.

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

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