PSICOÁNALISIS   
 

 Si se vieran adentro
 

“Es que hay tantas gentes que por mas que uno los lustre,

nunca su brillo se verá en su mente.

Es que hay tantas gentes que por mas que uno lo explique,

nunca su rabia se convertirá en pena.

¡Ay adentro!. Si se vieran adentro”.

LEON GIECO.

 

Un pensador contemporáneo, hace algún tiempo reflexionaba que algunos seres humanos son como el topo, que pierden el sentido de las imágenes imaginarias, volviéndose a mirar para adentro.
 

¿Qué es lo que ocultas detrás de lo que me muestras?. Hay psicólogos que se guían por la observación de lo externo, y pretenden lustrar, sacarle un poquito de brillito a esa coraza que le muestran sus pacientes, para que se vean mejor en el espejo de los otros; y a esto se le llama adaptación. La pregunta seria ¿adaptación a que?. A lo que un psicoanalista responde: -“Para cristal te quiero, espejo nunca”. Y ese cristal que es un psicoanalista permite ver mas allá, y no devuelve apariencias.
 

Cuando se busca un cambio, uno REAL, no es para pasar el momento, sino que sea para aquí, hoy y mañana. Cambiar es animarse a sentir. Sentir es atreverse a escuchar, en el espacio, el de adentro, el oculto, ese grito sordo que chorrea a sangre nueva.
 

Hoy, tal vez, usted se diga que todo es apariencia, que nada es claro, que la realidad es un montón de mentiras. A lo que por vocación lo impulso a dejarse atravesar por lo REAL de la vida. Por “eso” que siente en el corazón y que posiblemente no le encuentre mucho sentido. Por el sentido no se haga mucho problema, es patrimonio del poder, ese que hoy lo acorrala como un esclavo. Pero hoy, mas allá del Amo, decidió mirarse para adentro, apagando el televisor del goce fácil que le muestra una realidad que no toma en cuenta lo REAL del vivir.
 

Y VIVIR es subvertir los mandatos superyoicos de los dueños del poder, que se internalizan convirtiéndolo en esclavo de ese Amo interno que hoy lo somete a su arbitrio.
 

Psicoanálisis es liberación de todo lo que siempre se repite. Liberación que no olvida lo querido y va mas allá del horizonte de lo ya sabido. Construyendo, aunque más no sea en este presente, un mínimo margen de libertad, un corte, un intervalo de respiro en lo obturante de lo cotidiano.
 

Construir algo nuevo en un presente de abismo es la propuesta, perdiendo el miedo, desafiando al silencio, dejando caer lo ilusorio.

 

Para terminar vuelvo a León Gieco cuando dice: “Ojos que tienen miedo y hay continentes en silencio... sácate la mascara que todo va a caer sobre la tierra”.

EL ALMANAQUE   PSICOLOGÍA - PSICOANÁLISIS

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