PSICOANALISIS
GABRIEL O. ALVAREZ
Psicólogo- psicoanalista
M.P: 20199 M.N: 27528 Argentina
Amor y Psicoanálisis
“Al principio de la experiencia analítica,
RECORDÉMOSLO, fue el amor.”.
JACQUES LACAN
De alguna manera se encuentra usted
visitando este articulo. Y su visita es bienvenida en este
espacio-hueco o abismo de almas. Con suerte algo podrá sorprenderlo
haciendo estallar al sueño liviano.
Vacilaciones esas del amor, del recuerdo y del
adentro que te recorre estremeciendo la superficie del cuerpo.
¿Qué será “eso” que puede precipitarte a demandarle a un
psicoanalista un análisis, que es espacio?. ¿Cuál será esa espina
clavada en la garganta de tu historia, que sangra a pesar de los
parches de la resignación?. Por cierto que exsisten particulares
“cuestiones, mas en el fondo de toda “cuestión”, algo tendrá que
decir el amor.Cuestiones de amor, que son preguntas que dibujaras en
tu propia obra de arte que será tu análisis. Y recorda que el amor
es lo digno. Preguntas que no serán tapadas con respuestas rápidas,
eficaces y fáciles, esas que dan, porque creen que tienen, los
sabelotodos de diccionario.
Para un psicoanalista las preguntas siempre
serán las del paciente, y no se apropiara de las respuestas.
Preguntas que se hace un paciente y que de ser respetadas, lo
orientaran para abrir las cerraduras del mal recuerdo o pena
olvidada y encendida, para dejar caer como pesado amarre eso que
debe ser libre.
Hay una canción que dice:
“Cuantas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma
Cuantas luces dejaste encendidas
Yo no se como voy a apagarlas”.
Recorridos de la memoria. Recorridos entonces
hasta el fondo del alma, esa que guarda tesoros divinos. Pero no
todo en un tratamiento psicoanalítico es oro puro, también hay
piedras, lastres, esas “cosas” que mejor perderlas (y perder no es
olvidar, sino causa) que encontrarlas. Y abra mucho que perder, como
el compromiso cobarde, la mentira que obtura, y cada una de esas
mascaras que te pones para sentirte alguien.
A pesar de todo lo que se diga, el amor sigue
siendo un enigma. Un laberinto con forma de signo de interrogación.
Si lo REAL lo visita se interrogara en eso de ¿Qué hay que tener para ser admitido en un análisis?. Le digo
que alcanza con el amor, y si siente que algo tiene, deberá perderlo
o elegir que es lo mismo. Y si se pierde, algo caerá como pesada
carga, eso que camuflo durante tanta vida.
El psicoanálisis oferta una escucha que lo
habilitara en lo querido. Abriendo espacios, vacíos con aire nuevo,
nuevos aires para liberar a ese sujeto prisionero de un destino sin
misterio.
Y hoy no sabe. Y supone que alguien sí. Y tal
vez mañana, sin rendirse, caiga rendido a la luz de algún amor.
Y será ese día, cuando el amor lo interrogue,
que se le abrirá el corazón de preguntas.