ALONE IN THE DARK: INFERNO 

1992 marcó un antes y un después en la industria del videojuego, ya que ese año veía la luz el primer juego que nos adentró en el mundo calificado como "survival horror". De esta forma se presentó, de la mano de Infogrames (ahora Atari), el primer Alone in the Dark, un juego que llevaba consigo dosis de acción y puzle en tercera persona realizadas por el detective Edward Carnby. Con estos antecedentes no es de extrañar que Atari nos haya vuelto a sorprender al lanzar este clásico, desarrollado por Eden Games, a la nueva generación de consolas. Si su paso por PS2 no fue muy acertado, lo que les espera a los usuarios de PS3, con este nuevo Alone in the Dark, es algo totalmente distinto y con una calidad excelente. 

El detective Edward Carnby vuelve a ser el protagonista de esta nueva historia, que cuenta con uno de los inicios más trepidantes jamás vistos en un videojuego, ya que nuestro personaje, aparte de tener amnesia, va a ser testigo in situ de la devastación de una ciudad, y es que Nueva York se está viniendo abajo literalmente. Un mal se ha desatado en la ciudad y nuestro detective puede tener la clave para solucionarlo, aunque ni el mismo lo sepa. El único lugar seguro será Central Park, lugar donde se desarrollará la mayor parte del juego. Una historia digna de la mejor serie de misterio de televisión ya que se nos presenta como tal. El juego está dividido en capítulos y cada vez que retomemos una partida guardada, comenzará un resumen de las fases que hayamos superado en forma de video y con el comienzo del tipo "en capítulos anteriores...". 

El nuevo Alone in the Dark ha sido desarrollado en primera y tercera persona, siendo más sencillo, de esta forma, acceder a determinados lugares y recoger objetos o disparar haciendo buen uso de una u otra perspectiva. Al tratarse de un juego que mezcla puzles, shooter, arcade y plataformas, toda ayuda es poca en temas de visualizar el entorno, y la posibilidad de alternar entre una u otra perspectiva, durante la partida, se agradece. Como punto fuerte está la posibilidad de conducir ciertos vehículos, posibilidad que no existía en anteriores ediciones, incluso habrá ciertas fases que sin un buen coche nos será imposible llevarlas a cabo. El uso de los objetos del entorno también será de gran ayuda, tanto para acceder a ciertos lugares, como para utilizarlos como arma. Incluso podremos derribar puertas si nos armamos con un buen extintor. En este aspecto, Eden Games ha sabido acercarnos un poquito más a situaciones más cercanas a la realidad, y queda perfectamente claro cuando para acceder a un coche cerrado tengamos que romper las ventanillas para luego buscar la llave en la guantera, en el parasol o incluso, si no llega a aparecer la llave, hacer un puente.

No cuenta con modo multijugador ni mucho menos online, aunque en un juego de estas características no llega a ser necesario. 

El apartado gráfico no deja de sorprender, las texturas y el modelado de los personajes o los extensos entornos son casi perfectos, pero el punto fuerte, como ya nos tienen acostumbrados todos los Alone in the Dark, es el uso de la iluminación y las sombras, combinándose a la perfección durante toda la partida y haciendo que los entornos cobren un aspecto aun más terrorífico. Hasta el aspecto de nuestro inventario está muy logrado ya que veremos el interior de la chaqueta del personaje con todo lujo de detalles.

La música nos mete de lleno en la historia, gracias a unas composiciones realmente apropiadas para cada situación, los momentos en los que se escuchan coros son realmente increíbles. De esta forma, terror y suspense quedarán perfectamente plasmados musicalmente y alcanzarán un grado mayor gracias a los inquietantes efectos de sonido. Se agradece el correcto doblaje al español (los actores han hecho un buen trabajo) para no perder ni un solo detalle de la historia. 

La buena jugabilidad con que cuenta esta nueva versión, queda un poco empañada debido al control de nuestro personaje, ya que los movimientos son algo bruscos y el control de cámara, en ocasiones, hará que perdamos la orientación durante unos breves instantes pero, quitando esta parte, contamos con horas de juego por delante, ya que cada capítulo de Alone in the Dark tiene una duración de 40 minutos aproximadamente. 

El retorno de este clásico siempre es bienvenido y más aún siendo en esta ocasión para la "grande" de Sony. Con una historia contada como serie de TV, unos gráficos y un sonido impactante, el nuevo Alone in the Dark convencerá a los fans de la saga con creces y a los que comiencen a entrar en el mundillo del "survival horror". 

DISTRIBUYE: ATARI

Texto: Jesús Buitrago Durio  

Coordina: José Buitrago Prieto (Director Delegación Madrid )