EDITORIALES  MES  de MAYO

VIERNES - EL DÍA DE VENUS
Diosa del Amor y los amantes. Amor y sexo

DIAS  7

DICEN QUE JIRONA ESTÁ EN CATALUNIA

Eso es lo que decidió en su día el Parlamento español, para congraciarse con los nacionalistas catalanes. Pero ayer nos salió la Real Academia de la Lengua Española y vino a decir que el Parlamento puede decir misa, pero que, la ciudad que en Cataluña se llama con toda legitimidad "Girona", se llama en español con igual legitimidad Gerona desde hace ya muchos siglos. Que si se escribe en español "Girona", no se puede leer de otra manera que "Jirona", igual que en español "Catalunya", no se puede leer más que Catalunia, por más que en catalán se lea Cataluña. Son las majaderías del poder, igualito que lo de la catástrofe humanitaria que nos ha vendido Clinton; y nosotros, con el papanatismo que nos caracteriza, vamos y le compramos la moto sin mirar siquiera si anda. El léxico y la ortografía, sobre todo aquí en Cataluña, son un buen test para saber dónde está cada uno. Si de repente "El Periódico de Catalunya", es decir de Catalunia, decidiese corregir su grafía y escribir correctamente su nombre, según las normas ortográficas de la lengua en que está escrito todo él, de manera que realmente pudiera y debiera leerse Cataluña, si de repente se pasara a esta otra grafía (la correcta), ese día habría firmado su sentencia de muerte. Ya encontraría la administración nacionalista el pretexto para declarar extinguida la licencia. Y es que escribir en castellano Catalunya y Girona no es una cuestión ortográfica, sino una profesión de fe nacionalista, un acto de pleitesía al poder dominante, tanto más meritorio cuanto que va contra las normas ortográficas y contra la coherencia; y constituye un acto de adulación tanto más rastrero cuanto más absurdo es. Y si ateniéndose a la corrección tipográfica y por ejercer el derecho a la coherencia sin ofender, se atuviesen a las normas tipográficas que obligan a entrecomillar o poner en cursiva las palabras que no pertenecen al idioma en que se escribe, escribiesen "Catalunya" y "Girona", no se iban a librar de la persecución. Y es que la libertad de opinión y la libertad de prensa tienen unos límites que no se pueden rebasar sin que se les declare la guerra a los medios.

EL ALMANAQUE te ofrece con ese par de detectores de nacionalismo, una buena vara de medir la situación política y los posicionamientos de cada cual. Hoy, para no dejar totalmente de lado a Venus, nos ocupamos de la endogamia.

DIA  14

DUELO KLINTON-MILÓSEVICH

O las apariencias engañan, o se van definiendo cada vez con más claridad quiénes son las partes en esta guerra. Por lo que se está viendo ahora, las partes son el bloque OTAN y los despojos del bloque soviético, personalizada la OTAN en Clinton y el bloque soviético en Milósevich (¡con cuánta comprensión y ternura se lo miraría el padrecito Stalin si levantara la cabeza!). Por estética, Clinton podría tener a su lado a Solana cuando negocia o decide algo sobre la guerra. Pero no va eso en su estilo. A lo mejor hasta se le enfadaban los suyos. Es su guerra. Y por otra parte podemos estar segurísimos de que Clinton no tendría ningún miramiento con Milósevich si no estuviera ahí Rusia, debilitadísima, pero con posibilidades todavía de dar zarpazos mortíferos y de hacer movimientos peligrosísimos para los Estados Unidos. Hay demasiadas cosas en esta guerra que se intenta aparentar, pero que están muy alejadas de la realidad y de las intenciones. Si uno se deja llevar por las apariencias, saca la conclusión de que se diferencia muy poco la intervención de los Estados Unidos en Yugoslavia, de su intervención en Irak. En uno y otro caso, la decisión la tomó Clinton y arrastró a unos pocos comparsas, por guardar un poco las apariencias. Al no ser Irak territorio OTAN, no pudo ser la OTAN su comparsa. En Servia, lo mismo. La guerra va al son que toca Clinton. La titular de la guerra es la OTAN porque quedaría fatal que actuasen los Estados Unidos sin contar con ella. Pero el resto de Estados que forman parte de la Alianza ni han modificado ni modificarán en un milímetro la trayectoria de Clinton. No pintan absolutamente nada. Son comparsas. Si algún día tuviesen que dar cuenta de sus conductas ante un juez, éste no les podría condenar por acción, sino por omisión. No hacen nada, no son responsables de nada. El curso de esta guerra está total y exclusivamente en manos de Clinton y de Milósevich. Si nos dejásemos de ficciones, invitaríamos a Clinton y a Milósevich a nuestros parlamentos para que explicasen cómo va la guerra. ¿Pero qué nos han de explicar nuestros presidentes si en esa guerra son invitados de piedra? Ni la gran aliada Inglaterra pinta nada. Y Alemania, a ver cómo les explica a los verdes de la calle lo humanitarios que están resultando los bombardeos de Clinton y sus comparsas. Cada vez son más sólidas las apariencias de que ésta es la guerra de Clinton, y que no tiene ningún interés en acabarla.

EL ALMANAQUE analiza hoy la palabra nepotismo, por la que se ve que ni el celibato ni el matrimonio son instituciones que intenten afectar primordialmente a la conducta sexual.

DIA  21

ENTRE TODOS LA MATARON Y ELLA SOLA SE MURIÓ

A estas alturas ya son pocos los que no oponen nacionalismo y democracia, pues nadie discute que democracia es pluralidad, mientras nacionalismo es unidad y es homogeneidad. Todavía se lleva muchísimo entre los demócratas ser tan tolerante y tan democrático, que hasta se asumen las doctrinas y las prácticas nacionalistas (es decir antidemocráticas) hasta niveles claramente opuestos a la democracia. A fuer de demócratas, damos alas a grupos, ideas y prácticas primero discretamente antidemocráticos y luego descaradamente antidemocráticos. Y eso se considera muy progresista, muy librepensador, muy en consonancia con la intelectualidad al uso. Hasta que se nos cae la venda de los ojos. Pero claro, ya tarde. Lo mismo que a Europa respecto a la fragmentación de Yugoslavia y los parabienes y los ji ji ji, ja ja ja con Milósevich. Hay cosas en el nacionalismo que no se sostienen en pie, y sin embargo cuentan con las sesudas justificaciones y con los parabienes o con el silencio de demócratas intachables. Hay un extraño regodeo, una autosatisfacción de considerarse persona abierta e inteligente, en el halago a los nacionalismos, a los nacionalistas y a las obras por las que se les conoce. Hasta encuentran algunos buenas explicaciones tanto para los nacionalistas servios como para los nacionalistas kosovares, y condenan los excesos de unos y otros como si nada tuvieran que ver con el trabajo que tanto han admirado y alabado de acentuación de las diferencias entre unos y otros, hasta hacer estallar la incompatibilidad y la imposibilidad de aguantar los unos a los otros y los otros a los unos. Encuentran muy bien eso de jugar con fuego y de echarle leña incesantemente. Son muy comprensivos y lo entienden y lo asumen todo. Pero cuando ven que el fuego se desmadra, que ya no se puede controlar, se ponen de un moralista que no hay quien los aguante. Son moralistas para los que el mal procede de la maldad humana exclusivamente, sin nada que ver con las causas que la han cebado. Van viendo engordar el nacionalismo y adelgazarse la democracia, hasta morir de inanición; pero no se dan cuenta, no se escandalizan. Sólo ponen el grito en el cielo si la ven morir ensangrentada.

EL ALMANAQUE se hace hoy esta reflexión sobre la democracia, ante algo que ya no nos escandaliza. En el país Vasco, los representantes políticos de los no nacionalistas abogan por la convivencia de estos dos grupos diferentes. Los nacionalistas han trabajado sin descanso para ser diferentes, y por fin lo son. Han hecho ya el frente. A un lado están los unos, y al otro lado los otros. Ahora hay que pensar en cómo hacer posible la convivencia entre ellos. Gran quehacer político. Vamos avanzando. Tenemos ya puestos unos sólidos cimientos para la paz.

DIA  28

TACOS SÍ, TACOS NO

En el lenguaje, lo mismo que en el vestir y en el arreglo personal, hay formas que todo el mundo entiende como cuidadas y otras que las entiende todo el mundo como descuidadas y desaliñadas. Dentro de las formas cuidadas hay estilos más clásicos y estilos más innovadores; y las innovaciones que se fundamentan en el desaliño, la dejadez o la suciedad, que haberlas haylas, duran lo que una estrella fugaz: no son sostenibles y se desintegran al chocar con la atmósfera. Pero eso que afortunadamente ocurre con el aspecto externo, no ocurre con el lenguaje. Son muchísimos más los que resisten con un lenguaje descuidado hasta extremos impresentables, que los que resisten un aspecto personal descuidado. El que se apunta a esas modas, dura poco en ellas, porque se da perfecta cuenta de que le degradan. La progresía dedicó muchos años de campaña en la escuela a fomentar dos modas contra la corriente clásica de la escuela: hablar de cualquier manera y vestir de cualquier manera; y por coherencia, avanzar en todos los frentes posibles en las maneras desenfadadas como signo de autenticidad, sinceridad y progreso. Eso nos ha dado toda una generación de ciudadanos convencidos de que hablar sucio es hablar claro y llamar a las cosas por su nombre. Como si las cosas y las personas no tuvieran más de un nombre. Con el agravante de que siendo las palabras patrimonio común de los hablantes, tienen éstas el valor que les asigna el uso, y no es posible prescindir de él. La intención y el tono pueden ser lo que sean, pero no consiguen descargar a la palabra de su significado. Conviene, por tanto, que conozcamos el vocabulario formal (si tenemos además uno para ocasiones especiales, mejor todavía) y que lo prefiramos al vulgar, aunque se lleve mucho la vulgaridad, porque luego le faltan a uno recursos léxicos cuando quiere escapar de ella.

EL ALMANAQUE cultiva la corrección en el lenguaje, porque las cosas dichas con sus mejores palabras lucen igual que las personas cuando se ponen sus mejores ropas. Pero como no es bueno rehuir palabras, al haber salido el término follar a raíz de la huelga, que examinamos ayer, hemos entrado hoy viernes en esta palabra. Ofrecemos nuestras elucubraciones léxicas en la confianza de que interesen a nuestros lectores. Si dan por bueno nuestro análisis, llegarán a la conclusión de que más vale rehuir palabras tan castigadas por los malos usos.