(gámos), boda, casamiento,
acoplamiento. Con el compuesto endogamia se denomina el matrimonio entre individuos
de un mismo linaje. La endogamia es un conjunto de normas reguladoras del sistema
matrimonial en ciertas sociedades, según la cual cada individuo debe contraer matrimonio
dentro de su propio grupo (clan, tribu, casta). Aunque este sistema es propio de las
sociedades primitivas, se practica también en culturas muy evolucionadas (sistema de
castas de la India) y bajo la forma de endogamia de clase, incluso en la civilización
occidental (matrimonios entre individuos de la realeza, por ejemplo).
La razón de ser de todo sistema endogámico es defender la homogeneidad de un grupo,
de manera que éste se mantenga siempre igual a sí mismo y perfectamente diferenciable de
todos los demás. La unidad del clan es la razón suprema.
La propia biología impone la convivencia de personas evidentemente distintas en las
funciones fisiológicas y por ende anatómicas de la reproducción; esta diferencia
fisiológica y anatómica conlleva también notables diferencias anímicas. Su actitud
ante las disintas situaciones de la vida difiere notablemente. Pero la necesidad de la
reproducción, asistida por poderosísimos instintos, impone la creación de comunidades,
esporádicas o estables, de personas de los dos sexos. La unión esporádica de los mismos
a los únicos efectos de la reproducción, nos la ha dado resuelta la naturaleza. Los
instintos siguen funcionando. Con alteraciones graves, pero funcionan. Pero cuando se ha
tratado de hacer estable la convivencia entre el hombre y la mujer, algunos residuos de
nuestra sociedad y la estructura total en otras, nos informan de que este problema se ha
resuelto históricamente mediante el sometimiento de la mujer por el hombre. La fórmula
inicial fue la esclavitud pura y simple, que se fue suavizando muy lentamente hasta llegar
a los niveles actuales de libertad, privilegio de un porcentaje muy bajo de la totalidad
de las mujeres.
Algunas sociedades primitivas, por huir de la dificultad añadida de la diferencia de
pueblo y de cultura, y porque entendieron que de esta manera se garantizaban la unidad de
la tribu y por consiguiente la paz interna, resolvieron que los matrimonios tendrían que
ser siempre entre individuos de la misma tribu. La afinidad de sangre entre marido y mujer
era tanto mayor, cuanto mayor era el poder de la tribu o de la casta dentro de ella, de
manera que tratándose de la casta dominante se imponían los matrimonios entre primos,
entre hermanos y en algunas culturas incluso entre padre e hija; todo por que el poder no
saliese de la familia dominante. Era, sin ir más lejos, el caso de los faraones y es el
caso de las familias reales europeas. La pretensión de unidad de la tribu o del clan,
acaba imponiendo estas soluciones que finalmente llevan a la degeneración biológica y
por tanto de los comportamientos. Las tribus abiertas que optaban por la exogamia,
supeditaban la unidad de la tribu o del clan a su continua revitalización gracias a las
aportaciones externas.