FELIPE
De los griegos trae su origen este bello
nombre. FilippoV (Filíppos) es como antiguamente decían, y de ahí derivó Filipo,
que es la forma más antigua de este nombre en nuestra lengua. Compuesto de jiloV (fílos),
que significa amante o amigo, y de ippoV (híppos), que significa caballo, el nombre en su conjunto significa
amante de los caballos, aficionado a ellos. Cuando empezó a aparecer este nombre, más
bien como sobrenombre, hace casi tres milenios, el amor a los caballos era una gran
cualidad y sigue siéndolo hoy. Ese nombre fue popular entre los griegos, pero hasta el
siglo XII no llegó a ser usado en toda Europa. En España entró con Felipe el Hermoso,
el esposo de Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos.
San Felipe apóstol es el
gran referente religioso de este nombre. Era discípulo de Juan Bautista cuando inició
Jesús su predicación. Era Felipe de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. Estaba
tan contento con la compañía de Jesús, que atrajo hacia él a Natanael, que con toda
seguridad es el apóstol Bartolomé. Ambos estuvieron con Jesús en las bodas de Caná.
Fue Felipe el que cuando la multiplicación de los panes y los peces, dudó que con
doscientos denarios se pudiera alimentar a tan gran multitud. Nos informa el Evangelio de
san Juan que en la última semana de la vida de Jesús se acercaron a Felipe unos griegos
que querían ver a Jesús. Quizá fue su nombre griego el que les indujo a dirigirse a
él. Y junto con Andrés les dirigió hacia Jesús. Y en la última cena es Felipe quien
le dice a Jesús: "Señor, muéstranos al Padre". Y Jesús le dijo: "Tanto
tiempo hace que estoy con vosotros, ¿y no me has conocido, Felipe? Quien me ha visto a
mí ha visto al Padre." Cuenta la tradición que predicó Felipe el Evangelio en
Escitia, en Lidia y también en la ciudad de Hierápolis, en Frigia. Aquí fue donde pasó
los últimos años de su vida, que coronó con el martirio.
Llegan a una veintena los santos de
este nombre que conmemora el santoral. La onomástica la celebran los Felipes en la
conmemoración del apóstol (3 de mayo) o en la de san Felipe diácono (6 de junio), que
seguía a S. Esteban en el diaconado. Son también especialmente celebrados san Felipe
mártir, padre de santa Eugenia (13 de septiembre) y san Felipe Neri (1515-1595).,
fundador del Oratorio italiano, conocido por su caridad hacia los pobres, los enfermos y
los peregrinos. Fundó una congregación de sacerdotes regulares (oratorianos). Tras la
clausura del concilio de Trento, restauró la vida cristiana y la práctica religiosa en
la ciudad de Roma. Se conmemora el 26 de mayo.
El nombre de Felipe se ha hecho un gran
espacio en la historia. Los emperadores latinos fueron cuatro; cinco los reyes de
Macedonia, cinco los reyes de España y seis los de Francia que llevaron este nombre,
entre ellos algunos de gran talla.
Durante siglos se llamó Felipe (en latín philippus)a
toda moneda de oro, porque fueron muchísimas las que se acuñaron en Grecia con este
nombre (Filippou). Pueden sentirse orgullosos los Felipes de la grandeza de su nombre.
¡Felicidades!
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