GEMA

Gemma es la forma original de este nombre, de origen italiano, obtenido del latín gemma, que piedra preciosa, perla, joya, piedra del anillo, sello; en lenguaje poético se llama también gemma a la piedra tallada en forma de copa y a la copa adornada con piedras preciosas. En agricultura llamaban los romanos gemma a la yema o brote de las plantas, especialmente de la vid. No está documentada la antigüedad de Gema como nombre de pila, pero lo cierto es que se popularizó extraordinariamente a partir de santa Gema Galgani.

Santa Gema Galgani, de sobrenombre la virgen de Lucca (1878-1903). Su padre confió la educación de su niña a las hermanas del instituto de Santa Zita. Estaba inclinada a la mística y a la contemplación desde muy niña. Tenía una especial capacidad de percepción de las cosas espirituales. Era un alma de una sensibilidad extraordinaria. A esta actitud espiritual correspondía un comportamiento con los demás de una gran dulzura. Se la veía frágil, bondadosa, siempre dispuesta a ayudar. Parecía como si sus devociones en vez de aislarla la acercasen más a los demás. Dedicaba sus ratos de ocio al dibujo y a la poesía. Era muy querida por sus padres. A los ocho años quedó huérfana de madre, y once años después murió también su padre. Quiso Gema vestir el hábito de las Salesas de Lucca, pero no obtuvo licencia del arzobispo, monseñor Ghilardi, que entendía que no había de ser beneficiosa para la comunidad la clase de piedad que practicaba la aspirante. Lo intentó Gema de nuevo en el convento de las pasionistas de Corneto-Targuinia, pero tampoco fue admitida. Le concedieron tan solo que hiciera los votos en forma privada y viviera en su casa como monja. Fue adoptada como hija por Mateo Giannini y su esposa. Pudo seguir allí con su devoción. Tan intensa era ésta y tan identificada estaba con los sufrimientos de Cristo, que al igual que san Francisco de asís y otros santos, se reprodujeron en su cuerpo las llagas del Crucificado. Pero siendo esto muy llamativo, cuantos la conocían la apreciaban por su profunda caridad cristiana y por su generosa bondad. Murió el 11 de abril de 1903, a los 25 años de edad. Su onomástica se celebra indistintamente el 14 o el 11 de mayo.

Gema es también el nombre de un municipio de la provincia de Zamora, sito sobre una colina, que dio nombre a una jurisdicción que comprendía además las poblaciones de El Piñeiro, Cuelgamures y Jambrinu. Santa Gema es el nombre de un monasterio muy renombrado, situado a una legua de Estella y a otra de Hirache, que fue donado a principios del siglo XI por el obispo de Pamplona a la abadía de Leyre. Y gema es también el nombre que se da a las piedras preciosas, especialmente las orientales, y más comúnmente a las piedras finas talladas de la antigüedad. Gran ciencia la gemología, que se ocupa de arrancarles a las gemas sus secretos (las hay cargadas de historia) y de descubrir sus virtudes, en las que viene creyendo la humanidad a lo largo de los milenios. Es un verdadero lujo llamarse Gema, una señal del más alto aprecio. Piedra preciosa, sagrado amuleto, anillo grabado con el sello en que se encierra todo el poder, copa labrada, brote de la vid... y una gran santa velando en el cielo por todas las Gemas. ¡Felicidades!

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