QUIEN TUVO, RETUVO

La transición de la Peseta al Euro nos está obligando a recuperar habilidades y capacidades que quien más quien menos, todos hemos ejercitado en la escuela. Eso nos servirá para constatar que la falta de ejercicio atrofia las facultades; pero que basta ejercitar de nuevo facultades que en un momento se tuvieron, para recuperarlas con facilidad.

Pero eso durará tan sólo unos meses, mientras conviven las dos monedas, mientras se pueda pagar indistintamente con euros y con pesetas. Sería una lástima que la recuperación de unas facultades indispensables ahora, pero útiles siempre, como la memoria numérica y el cálculo mental, se abandonasen de nuevo al desaparecer definitivamente la peseta.

A más de un perezoso mental encontraremos calculadora en mano para hacer las compras más corrientes. Un absurdo, teniendo como tenemos una magnífica calculadora en nuestra mente, a la que basta hacerle tan sólo unos retoques y una puesta a punto para tenerla a pleno rendimiento en operaciones de este nivel. Si el necesario ejercicio mental que nos requiere la transición de la Peseta al Euro nos permite recuperar ¡y conservar! nuestra capacidad de cálculo mental, y nos permite prescindir de la calculadora para operaciones simples, habrá valido doblemente la pena.

Ejercicios: Constrúyete la tabla de los céntimos del Euro, redondeando siempre en pesetas enteras.
1 céntimo de euro son 2 pesetas (redondeando hacia arriba)
2 céntimos de euro son 3 pesetas (redondeando hacia abajo)


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