PITAGORISMO

Entre las grandes movidas del pensamiento que organizaron los griegos, que jugaron como niños inmensamente creativos y despiertos con la razón que acababan de inventarse, está la del pitagorismo. Viendo que la geometría, la física, la música, respondían a razones numéricas ciertas, dieron en afirmar que la esencia de todo era el número; y que del mismo modo que todo el firmamento se sostiene en relaciones numéricas, y la música que sale de las cuerdas depende de su longitud, defendieron que todo, absolutamente todo, incluida en el hombre la armonía física y psíquica, dependía del número. Que todo era en fin de cuentas razón numérica. Y donde los platónicos dijeron "en el principio está la palabra, la razón, la idea", ellos dijeron: "en el principio de todo está el número".

Así se dedicaron al estudio del número por el número, a la pura especulación matemática: trataron de definir los "números perfectos" (iguales a la suma de sus divisores, como el 6, el 28, el 496...), y buscaron en todo, especialmente en la astronomía, la música, el cuerpo humano y el alma, las razones numéricas. Ahí estaba el fundamento del canon, del número áureo y de tantas razones numéricas universalmente aceptadas.


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