Seguro que tienes un amigo que te ha contado que un conocido suyo se encontró una uña de rata en una hamburguesa, y te habrá insistido que es verdad, que le pasó al vecino de su mejor amigo. O que conoce a un matrimonio y al marido le estirparon el riñón tras drogarle en una fiesta del hotel donde pasaban las vacaciones en Méjico. Y seguro que también era una noticia que merecía la máxima credibilidad pues el matrimonio era amigo de unos familiares suyos de Teruel.

   Existen muchas leyendas urbanas que la gente cuenta a otra gente y así se contribuye a su rápida difusión. Por si a ti te cuenta alguien una historia curiosa, te ayudamos a distinguir si se trata de una leyenda urbana o no.

A- Persona a la que le sucedió la historia que te están contando.

Le ha pasado a alguien muy cercano a quien te lo cuenta, pero sin nombre ni apellido ni posibilidad alguna por tu parte de conocerlo.

Ejemplo: "Pues al mejor amigo del colegio de mi tío Vicentín el de Plasencia....."   "Pues al compañero de trabajo de mi primo Carlos le pasó una vez...."

B.- ¿Dónde se desarrolla la acción?

La acción se puede desarrollar en un sitio muy común como el metro, una cadena multinacional de comida rápida o un cine. Este tipo de historias pretende normalmente el acojonamiento colectivo. Te hacen plantear cosas que jamás habías pensado y no vuelves a comerte una hamburguesa tranquilo.

La otra opción es que la acción se desarrolle en un lugar recóndito del planeta como por ejemplo la isla de Madagascar, con lo cual allí pueden pasar cosas increíbles que jamás sabrás si son verdad o no, e inconscientemente gusta creerse.

C.- El entorno de conversación en el que surgen.

Normalmente las leyendas urbanas siempre salen a la luz durante una noche de copas (quién no ha oído hablar de la mezcla mortal de Baileys con Tónica) o una velada de cafés con los colegas. También hay gente que encuentra atractivo el contarlas para ligar, pero allá cada cúal con sus métodos chungos de acercamiento al sexo opuesto (o al propio, que hay gustos para todo).

Por lo normal no conviene desmontarle la historia a nadie para dejarle mal delante de la gente. Y mucho menos si quien te cuenta la historia es una macizorra, o sólo la 3ª y 4ª sílaba.

Si la conversación lo requiere, quieres ser el centro de la fiesta y no hiciste el curso CCC de guitarra, siempre puedes aprenderte unas cuantas leyendas urbanas para esa situación donde quieres dejar claro quien es el más enrrollado.

Además si alguien se la sabe y sigue el código de honor que hemos descrito, jamás te delatará, con lo cual, tira pa´lante y escucha algunas de las principales leyendas urbanas que se oyen por ahí.