HIPOCONDRÍACO
Esta es una de esas palabras técnicas que han adquirido carta de naturaleza en el
léxico corriente, cuyo significado es bastante claro y que por tanto se suele usar
correctamente, pero que cuando pretendes apoyarte en la palabra para penetrar más en su
significado, te pierdes. La palabra, aparentemente, no tiene nada que ver con la clase de
enfermo que denomina. Vamos a por ella.
Por empezar se trata de una palabra antiquísima, que crearon los griegos. En el s.VI
a.J.C. el médico griego Alejandro de Tralles usa ya el término hipocondríaco upocondriakoV (hypojondriacós) para
referirse al enfermo de hipocondrios. ¿Y qué son los hipocondrios? Pues los órganos que
están por debajo (upo hypó) de
lo que los griegos llamaban condroV (jóndros),
que significa en general "pequeño cuerpo redondo y duro" o
"grano" de lo que sea; y en este caso particular, cartílago terminal del
esternón (apéndice xifoides). Se usa en plural y como adjetivo, para referirse a los
órganos que quedan por debajo del esternón. Los diccionarios definen el hipocondrio como
la región abdominal que corresponde a las zonas laterales y superiores, concretamente a
las regiones infradiafrágmáticas derecha, en la que profundamente se encuentra el
hígado y la vesícula biliar, e izquierda, en la que hay parte del estómago y el bazo. UpocondrioV (hipojóndrios) llamaban los
griegos a esta región. El hipocondríaco era por tanto el que tenía alguna patología
localizada en esta extensa y compleja región. Es decir una dolencia poco definida. Pero
la definición actual de hipocondría no tiene nada que ver con el hipocondrio:
"Tendencia patológica a hipervalorar los signos de enfermedad que padece uno
mismo"; "depresión morbosa del ánimo acompañada generalmente de
melancolía"; "síndrome caracterizado por preocupación exagerada y sin
fundamento sobre el estado de salud y exageración de los sufrimientos, reales o
imaginarios"; "especie de enfermedad, ordinariamente de larga duración, en la
cual se observa una susceptibilidad moral excesiva, dolores en el abdomen, alteraciones
en la digestión y una especie de ansiedad o inquietud, a pesar de todas las
apariencias de salud completa". Por ahí van los diccionarios. Esta última
definición, que es la más antigua de que disponía, nos acerca bastante a la razón de
ser del nombre de la enfermedad. La observación que hace Alcover en su diccionario, nos
acerca aún más: "etim.: derivado de hipocondrio porque se creía que la
hipocondría venía de una alteración de aquella parte del cuerpo." La expresión
"Echar los hipocondrios", que significa hacer grandes esfuerzos por conseguir
algo; y la contraria "No dar tormento al bazo", que se usa para referirse a
quien no se preocupa por nada o al que se le ve alegre y divertido (el bazo está en la
zona del hipocondrio), denotan que efectivamente, algo tiene que ver el hipocondrio con la
hipocondría.
Es, pues, bastante probable que la medicina antigua considerase que el origen de la
hipocondría era orgánico. Que se trataba de un dolor difícil de precisar. Y que era la
enfermedad física la que generaba la dolencia psíquica; con lo que el tiempo únicamente
habría cambiado el orden de causalidad. Y acaso las intensidades.
Mariano Arnal
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