MAGIN

Del latín "máximus" se formó "maginus" por atracción de "imaginar", "imaginación", llegando por este camino al nombre propio Magín. Tenemos documentado, pues, de forma inequívoca que Magín procede de Maximus, nombre romano cuyo significado es patente. "En temps d’aquests emperadors pres mort en Terragona per la fe un benauenturat ermità apellat Maxim, que vulgarment es apellat Magí" (Boades Feyts 34). Tal como esta última forma se ha prodigado mucho, la versión popular Magín ha quedado como autóctona, muy apreciada en algunas regiones de España e Hispanoamérica.

San Magín, ermitaño de finales del siglo III y principios del IV, nació en Tarragona o en uno de los pueblos que rodean el monte de Brufagaña. Muertos sus padres, vendió su parte de la herencia para repartirla entre los pobres, y se retiró durante treinta años a una cueva que todavía existe en el mismo monte. Estando él en este retiro, llegó a Tarragona la persecución de los cristianos decretada por el emperador Maximiano. Magín salió de su cueva para reconfortar a los cristianos perseguidos y encarcelados. No tardó en detenerlo el prefecto Daciano, que lo mandó encarcelar en Tarragona. Pero Magín, que no estaba dispuesto a dejar solos a sus hermanos que sufrían, se valió de dones divinos para escapar milagrosamente de la prisión. Salió de la ciudad por la puerta que se llamaba "del carro" y luego pasó a llamarse "de san Magín". Volvió a ser detenido en su cueva de Brufagaña, y conducido por los soldados que lo llevaban preso, al pasar por el torrente del Gayà hizo brotar unas fuentes, que todavía manan actualmente, para apagar la sed de sus verdugos. Sufrió martirio, siendo degollado el 25 de agosto del 306. (Otros creen que fue el 19 de este mismo mes. Por eso los Magines pueden optar por celebrar su onomástica cualquiera de estos dos días). En el lugar de su martirio levantaron los cristianos un templo, al que agregaron luego un hospital.

El nombre de Magín se convirtió también en apellido que llegó hasta Irlanda. De este país es el célebre periodista y escritor William Maginn (1793-1842), fundador de algunos periódicos y colaborador de otros, especialmente de "Traser’s Magazine", en el que publicó su "Gallery of Literary Characters" y sus "Homeric Ballades". Es autor asimismo de "La ciudad de los demonios", considerada como su mejor obra.

El nombre de Magín tiene un noble origen y un significado que no induce precisamente a la modestia. Tiene además el mérito de haber evolucionado de forma autóctona y simpática, matizando así el exceso que lleva en su forma original. Goza además de una virtud que muy pocos alcanzan, y es que dio el salto a nombre común con el significado de talento, mente, inteligencia."Este chico tiene un magín prodigioso", se suele decir. ¿Qué más se le puede pedir a un nombre ? ¡Felicidades, Magín !

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