Un intento muy costoso de seducción

Una historia sobre un costoso intento de seducción. Imposible que se pueda llevar a cabo con semejantes exigencias. En estos casos no puede actuar el bisturí

Un hombre llegó a su cabaret favorito para tomarse unos "tragos" y tras sentarse en la mesa que siempre le reservaban, vio sentada, junto a la "barra", a una espectacular rubia. Ella estaba completamente sola y entonces llamó al camarero y le pidió llevarle la mejor botella de champán.
 
   El "tenorio" creía que así la mujer la aceptaría, se rendiría a su pies y, claro, terminarían en la cama.
 
   Tras llevar el champán a la rubia, el camarero trajo un recado al pretendiente. La nota decía:
 
   - "Para que yo acepte la botella y, en algún caso, acompañarle a su apartamento, Ud. debería darme un abrigo de pieles, tener un Mercedes último modelo en su garage, un millón de dólares en el banco y 20 centímetros bajo sus pantalones".
 
   Después de leer la nota de la mujer, le escribe otra y le dice al camarero que se la lleve.
 
   Esta nota decía:
 
    "Para atender su petición, a esta hora es muy difícil encontrar un almacén abierto para comprar el abrigo de pieles, pero mañana a primera hora lo podemos hacer o le doy el dinero correspondiente para que lo adquiera Ud; podría vender mi Ferrari Modena 360 y mi BMW 850iL y quedarme sólo con el Mercedes 600 Sel que tengo en la puerta del cabaret; podría también invertir o donar doce de los trece millones de dólares de mi cuenta. Pero, ni por una mujer tan bella, para echarle uno, me cortaría DIEZ CENTIMETROS. Devuélvame la botella de champán".