Madre e hija

-Mami, una niña como yo... ¿puede tener hijitos?
La mama sonrie por su ingenuidad de su hija y responde.
-No hijita, claro que no.
-¡Uufff!, Pepito tenía razón.

La hija regresa a casa después de mucho tiempo de haberse ido; la mamá comienza a regañarla:
-¿Dónde estuviste tanto tiempo, mala hija?, ¿por qué ni siquiera escribías? ¡No sabes cuanto he sufrido!
La muchacha, llorando:
-¡Perdón mamá!, pero me he vuelto prostituta.
-¿Cómo!? ¡Largo de aquí!, ¡desvergonzada, mala hija!
-Como tu ordenes mamá, sólo vine a entregarte este abrigo de mink y las escrituras de la casa, una cuenta de ahorros por 500 millones, a mi hermanito y a mi papá, estos Rolex y el Cadillac negro que esta en la puerta...
-Hijita, ¿En que dijiste que te has convertido?
-¡En prostituta. snif, snif!!
-!Ah, que susto, yo había entendido "en protestante"!!

Llega la pequeña niña con su mamá y pregunta:
-¿Mamá, es cierto que los niños vienen de París?
-Sí, es cierto.
-¿Mamá, es cierto que la comida nos la da Dios?
-Si, es cierto.
-¿Mamá, es cierto que los juguetes los traen los Reyes Magos?
-Sí, es cierto
La niña se queda pensando y le dice:
-Si todo es cierto... entonces.., ¿para qué queremos en la casa al huevón de mi papá?