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Guía del soltero sin pelas (IV)

Sección 3: Ultimos recursos para encontrar pareja ----------

NOTA BENE: Estos métodos, pueden causar daños leves, moderados o graves tanto al físico del soltero como a su espíritu y/o amor própio. El autor declina toda responsabilidad sobre los efectos directos o indirectos derivados de la aplicación de estos.

1.- El método de la aspirina y la cocacola

Hace unos años tuvo lugar uno de los éxitos publicitarios más curiosos de los que tenga el gústo de conocer. Como todos sabeis, el fin último de la publicidad es la conversión -a traves de la repetición impasible- de las mentiras en verdades. Pues bien, a alguien se le ocurrió que la mezcla de aspirina y cocacola tenía influjo considerable en el aumento de la líbido femenina. A fuerza de transmisión oral, semejante gilipollez, terminó por ser creída a pies juntillas, lo cual reportó grandes beneficios a Bayer Leverkussen (t.m.) y a la única compañía que ha conseguido que algo pintado de rojo sea bien visto en EEUU: Coca-Cola (También t.m.).

No seamos estúpidos: Con este procedimiento el único influjo que podeis producir en una mujer es la diarrea, o de usar una dosis muy alta, el paro renal. Aunque -por otra parte- muchos de nuestros lectores seguro que prefieren a ser ignorados que la rubia de la esquina se lleve a casa un buen cólico nefrítico de recuerdo. País.

2.- El método gilipollas.

Consiste en, símplemente, hacer el imbecil. Siempre habra alguna piadosa mujer a la que demos pena. En caso contrario, siempre es una buena forma de perder el tiempo en vez de ver la televisión o ir al futbol, y eminentemente más productivo. ¿Nunca ha oido la expresión "Todos los tontos tienen suerte"?

3.- El método pasota.

Desde los más antiguos y remotos tiempos (bueno, desde muy atrás) Tanto no hombre... Pero eres gilipollas o que! Bueno... digamos que desde hace mogollón de tiempo, lo inaccesible se hace deseable. Es un factor común a todos los humanos. Aprovechando esta cualidad inherente al género humano y que delata la tambien inherente estupidez que al genero humano caracteriza, el soltero común con esfuerzo y dedicación puede consagrar su vida al desprecio de las mujeres. ¿Cuando parar?. Nadie lo sabe.