Juegos Olímpicos : MITOLOGIA  

Zeus

Afrodita

Crono

CRONO 

Bajo este nombre tenemos en la mitología griega dos dioses distintos: KronoV (Krónos) y CronoV (Jrónos), que al transcribir igual la k (sonido k) que la c (sonido j) nos suenan igual. En otras lenguas más cuidadosas con la transcripción, el nombre del primero se escribe “Crono”, y el del segundo “Chrono”. De todos modos a los griegos les convino ya confundirlos, y así asignaron al primero, un dios con gran entidad mitológica, pues es el hijo de Urano (el cielo) y padre de Zeus, los atributos del segundo; un dios, este último, sin mito, pues responde a la norma de personalizar en dioses los conceptos abstractos y dotarlos de una figura y unos atributos.  

El homólogo romano de Crono es Saturno, que comparte con éste antigüedad, longevidad y teofagia. A ambos se los representa comiéndose a sus hijos. Un fenómeno con el que posiblemente se haya querido marcar la gran divisoria entre la época oscura anterior al tiempo, y la vida civilizada y sometida a leyes tanto en el mundo de los dioses como en el de los hombres. Se les suele representar con la guadaña, símbolo de la agricultura, y con la clepsidra (reloj de agua), símbolo del tiempo. 

Siguiendo la genealogía de los dioses griegos tenemos en primer lugar a Caos, personificación del caos, el espacio inmenso y tenebroso que existía antes del origen de las cosas (se le identificó también con el Tártaro, con la oscuridad y con las tinieblas de los infiernos). De él nacen Erebo, que personifica las tinieblas infernales (de las profundidades de la tierra) y la Noche. De Erebo y de Gea (la Tierra) nace Urano (ouranoV (uranós) es el cielo), padre de los Titanes, uno de los cuales es Crono (el segundo de los dioses mayores), padre de Zeus, cuyo supremo atributo es el de padre de los dioses y de los hombres: de ahí su nombre latino de Júpiter, derivado de Zeus Pater. Zeus marca la divisoria entre los dioses de la naturaleza (personificaciones de ésta) y los dioses del hombre (divinización de éste) y tiene atributos de ambos lados de la frontera. 

Al igual que los demás dioses de la naturaleza, Crono es tan sólo un eslabón más en la genealogía de los dioses que nos conducen hasta Zeus. Es que en todas las mitologías es necesario llegar hasta el principio, y no descansan hasta alcanzarlo. Y en todas el principio es caótico, cuando no lo es, como en la griega, el mismo Caos. En el desorden que reina entre los dioses de la naturaleza se producen las mayores aberraciones; la mayor de todas, que el primero en salirse de ésta y tener sobre quién reinar, Crono, no ve otro modo de preservar su trono que devorando a sus hijos. 

Parece como si el tiempo (CronoV (Jrónos)), con el que se identifica también a este dios, marcase la divisoria entre la civilización y la barbarie, como si ésta tuviera su razón de ser en el mismo desconocimiento del tiempo; es decir que si se desconoce el tiempo es imposible ningún comportamiento humano. Es como si el hombre entrase en la civilización después de un tiempo infinito estancado en la época antropofágica de Crono y de Saturno.

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