HISTORIA DE LOS MUNDIALES
PRIMER TITULO PARA ARGENTINA
Argentina, el primer país
exportador de futbolistas logró, por fin, conquistar su primer título
mundial en 1978 para así otorgar a América una supremacía frente a
Europa en Copas ganadas de seis contra cinco, venciendo en la final a
Holanda por 3-1, el 25 de junio de 1978 en Buenos Aires.
Aunque el XI campeonato mundial fue
calificado por los expertos como uno de los más mediocres
futbolísticamente, sirvió para revitalizar la pasión multitudinaria
por este deporte y para que los argentinos, que por razones políticas
-un gobierno militar- tenían problemas, se unieran como un sólo hombre
en torno a su selección.
El monumental estadio del club
River Plate sirvió para que en otra fiesta memorable, los argentinos
se consagraran campeones, y para que por segunda ocasión Holanda
aplazara su aspiración de convertirse en el mejor equipo y en vencedor
de la Copa Mundial. Como cuatro años atrás en Munich, los "naranjas"
fueron vencidos por los locales y tuvieron que conformarse con
obtener, consecutivamente, el subcampeonato.
Un hecho curioso de este torneo lo
constituyó el que por cuarta vez en campeonatos mundiales, el partido
inaugural terminase empatado 0-0. En Argentina esa división de honores
correspondió a las selecciones de Alemania Federal y Polonia, que lo
jugaron en Buenos Aires.
El equipo argentino, hábilmente
dirigido por César Luis "El Flaco" Menotti, alcanzó su consagración
habiendo perdido un partido, ante Italia, en la primera fase, ganando
cuatro y empatando otro, obteniendo 15 goles a favor y tres en contra.
Esos 15 goles anotados sirvieron a
Argentina para que junto con Holanda fuesen las selecciones más
efectivas del mundial de 1978.
Igualmente su delantero Mario
Alberto Kempes se convirtió en el máximo anotador del campeonato con
seis goles. Curiosamente Kempes no anotó ninguno en la primera ronda,
pero después alcanzó esa cifra marcando de a dos en los últimos tres
partidos.
El encuentro que definió el título
hubo que jugarse con prórroga al terminar su tiempo reglamentario
empatado a un gol. Argentina tenía el partido ganado hasta faltando
ocho minutos para su conclusión, cuando Holanda empató, forzando la
prolongación, durante la cual Kempes, a los 105 minutos, y Daniel
Bertoni, a los 116, consiguieron los goles del triunfo y el
campeonato.
Alemania Federal, que defendía el
título, cumplió una mediocre labor y fue eliminada, sorpresivamente,
por Austria, que le ganó 3-2 en un partido decisivo. Esta derrota se
constituyó en el "entierro" definitivo de Helmut Schoen como
seleccionador "germano".
El campeonato tuvo, de nuevo, otro
caso de dopaje, repitiéndose la historia del evento de Alemania ´74.
En Argentina apeló a las drogas el jugador Willie Johnston, de la
selección de Escocia, que fue expulsado del torneo y castigado por la
Fifa por un año para intervenir en eventos internacionales.
Aunque los esquemas defensivos
predominaron en Argentina´78 hubo aumento en la capacidad ofensiva y
en los 38 partidos jugados se marcaron 102 goles, para un promedio
general de 2.68. Fue la tercera vez en la historia mundialista que el
total general de anotaciones superó la cifra de cien goles.
El holandés Robert Rensenbrink se
convirtió en el "goleador milenario" de la copa de fútbol de la Fifa.
El 11 de junio de 1978 en el
estadio de la ciudad de Mendoza, al cobrar un tiro penalty,
Rensenbrink marcó el gol Mil, batiendo al portero escocés Rough cuando
se jugaban 34 minutos. Su valiosa anotación, sin embargo, no pudo
impedir que Holanda fuese vencida 2-3 por Escocia. Pero su nombre
quedó inscrito para la historia mundialista con todos los honores.
Hasta 1978 la marca de goles en
Copas Mundiales fue de 1050 y precisamente este último número fue
alcanzado por el argentino Daniel Bertoni al anotar el tercer gol de
su equipo en el partido final frente a Holanda.
Igualmente hasta el 25 de junio de
1978 la historia de la Copa Mundial de Fútbol arrojó un total de 308
partidos jugados, para un promedio general goleador de 3.40, a pesar
que en los últimos torneos ya el fútbol defensivo era el arma táctica
de la gran mayoría de las selecciones.
Un resultado sorpresivo, no por el
ganador sino por el marcador, se constituyó en la polémica de este
torneo. Fue el concluyenmte 6-0 que Argentina le aplicó a Perú en la
fase semifinal y con el cual los "chés" pudieron llegar a la final,
superando por su gol promedio a Brasil.
Los brasileños acusaron a los
peruanos de "haberse vendido" para ese partido, y en especial y en
concreto al portero argentino Ramón Quiroga, nacionalizado peruano
que, ciertamente, tuvo una "tarde desgraciada y sospechosa" por su
forma de jugar y defender el marco "inca".
La gran sorpresa la constituyó la
selección de Túnez que, aunque eliminada, mostró los significativos
avances del fútbol africano, pues no sólo derrotó 3-1 a México sino
que se dio el lujo de empatar 0-0 ante Alemania Federal que, por
entonces, ostentaba el pomposo título de Campeón Mundial.
También los Alemanes Federales
hicieron un 6-0 venciendo a México y el otro más amplio marcador se
registró en la victoria de Holanda ante Austria por 5-1.
|