EQUIPOS  CALENDARIO   CLAS. FIFA   ARTICULOS  HISTORIA  ACT. INTER.   APUESTAS  ENCUESTAS

MUNDIAL 2002 - Fase clasificatoria

betzone.com: su casa de apuestas en linea!

BRASIL, TERCER BI-CAMPEON DEL MUNDO

 
     El fútbol con "sabor de samba" volvió a surgir con asombroso poderío y manifiesta alegría en la séptima versión de la Copa Mundial de Fútbol, y como cuatro años atrás en Suecia, en 1963 volvió a consagrarse en Chile como campeón el seleccionado de Brasil.
 
     En esta forma los "auriverdes", procedentes del mayor país productor de café en el mundo, se convirtieron en los terceros bi-campeones de la competición, y en los segundos de América, tras Uruguay.
 
     En el estadio "Nacional" de Santiago de Chile, ante 68 espectadores, escrituraron su segundo título consecutivo, para convertirse así en los nuevos "amos" del balompié universal, el 17 de junio de 1962.
 
    Si bien en este torneo la gran "estrella" del mundial anterior, el "rey" Pelé no pudo brillar plenamente por una lesión, que le impidió jugar en la fase decisiva, en él surgió un presunto sucesor suyo, el futbolista Amarildo, que con el correr del tiempo se quedó sólamente en una esperanza frustrada.
 
     Con casi los mismos hombres que en 1958 habían asombrado con su fútbol táctico del 4-2-4 al mundo, Brasil en 1962 volvió a conquistar la Copa, para igualar a Uruguay e Italia en el número de campeonatos ganados y empleó el mismo sistema táctico.
 
     Los brasileños conquistaron este nuevo título con cinco partidos ganados y uno empatado, anotando 14 goles a favor y recibiendo cinco en contra.
 
     Con esos 14 goles, los brasileños fueron los primeros en la clasificación colectiva de anotaciones, mientras el yugoslavo Jerkovic se convirtió en el "rey" de los goleadores del torneo con cinco.
 
     Brasil, con esta victoria, otorgó a América un nuevo predominio en el fútbol mundial respecto a Europa, pues hasta tras esta Copa los suramericanos llevaban ganadas cuatro contra tres de los eruopeos.
 
     Como dato curioso, los dos primeros clasificados del torneo, Brasil y Checoslovaquia, surgieron del mismo grupo, tres, de la primera fase y se enfrentaron, por tanto, en dos oportunidades terminando empatados 0-0 en la primera y ganando los suramericanos por 3-1 el máximo título en la "finalísima".
 
     En la séptima versión mundialista la suerte se convirtió en la "enemiga mortal" de otro de los grandes jugadores de fútbol del universo: Alfredo Di Stéfano, argentino, que ya nacionalizado español, integró la selección hispana, pero no pudo jugar la fase final debido a una lesión. Di Stéfano uno de los mejores jugadores del siglo XX, por tanto no disputó ningún mundial en su fase final.
 
     La "saeta rubia", como también se le conoció, no pudo por ello cerrar su brillante ciclo futbolístico con la gran ilusión de su vida: jugar la fase final de la Copa "Jules Rimet", aunque fue uno de los más laureados futbolistas con el club River Plate y la selección de Argentina, Millonarios, de Colombia, Real Madrid y Español, de España.
 
     Los dispositivos tácticos de la competición en Chile fueron bastante conservadores, y de esta forma la producción goleadora rebajó considerablemente respecto a los dos torneos inmediatamente anteriores.
 
     De los 140 goles marcados en Suiza en 1954 y los 126 obtenidos en Suecia en 1958, para el torneo Chile´62 se rebajó la cifra a 89, que en 32 partidos otorgó un promedio general atacante de 2,78, la más baja hasta ese instante de todas las siete versiones, teniendo en cuenta que ahora se jugaba con 16 finalistas.
 
     El interés que el fútbol estaba despertando a nivel mundial originó que para esta versión se inscribieran 56 países y luego para la final se clasificaron 14, a los que se agregaron Chile, como sede del evento, y Brasil, por ser el anterior campeón.
 
     Nunca antes en la historia del fútbol, Chile había obtenido una clasificación tan honrosa como la que alcanzó en 1962, al clasificarse en tercer lugar, luego de superar en su grupo a selecciones de tanta solera como Italia y Alemania Federal, que ya habían sido campeonas de anteriores torneos.
 
     Uno de los dirigentes más idealistas de la Confederación Suramericana de Fútbol, Carlos Ditbor, triunfó en la gran campaña para que su país fuese la sede de la final. "Como nada tenemos, todo nos toca por hacer y lo haremos", fue el lema de Ditbor para obtener la sede por parte de la Fifa. Sin embargo, no pudo presenciar el campeonato por el que tanto empeño y lucha puso, pues falleció antes de su disputa.
 
     Otra selección suramericana que dio una gran sorpresa en el grupo uno, en Arica, fue la de Colombia que empató 4-4 al equipo de la Unión Soviética con el cual perdía 1-4 en el segundo tiempo. Y el portero soviético era nada menos que la "araña negra" Lev Yaschin, uno de los mejores guardametas de todos los tiempos.
 
     Además en ese partido, hasta donde se recuerda en la historia mundialista, se produjo el primer "gol olímpico" cuando el colombiano Marcos Coll introdujo directamente el balón en la portería de Yaschin, cobrando un tiro de esquina. El balón, como una bala, se introdujo en la valla soviética tras el "corner" cobrado por Coll y sin ninguna otra intervención de jugadores.
 
     El "gol olímpico" nació en 1924 cuando la selección uruguaya, precisamente en las olimpiadas de ese año, también cobró un tiro corner y el encargado de ejecutarlo lo introdujo en la valla rival. Desde ese momento nació, para siempre, la leyenda del "gol olímpico".
 
     El yugoslavo Jerkovic, consagrado como máximo anotador de esta Copa, también alcanzó otro honor significativo: anotó el gol 600 de la Copa.
 
     Jerkovic consiguió esa hazaña el dos de junio de 1962 en el estadio de Arica cuando Yugoslavia venció 3-1 a Uruguay, batiendo al portero "charrúa" Sosa a los 49 minutos de juego. Yugoslavia con Jerkovic y Drasgolav Sekularac como "estrellas", se clasificó cuarto por detrás de Brasil, Checoslovaquia y Chile.
 
     La crítica internacional "bautizó" a los delanteros de Brasil como los "cinco genios". Eran, nada más ni nada menos, que Garrincha, Didí, Vavá, Amarildo (y al principio Pelé) y Zagalo.