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Hay que "ser ubicado"
Cuando tengas que hablar con tu jefe o, incluso con cualquier otra persona, es conveniente que sepas elegir el momento oportuno para hacerlo. No sólo hay que saber hablar y transmitir las ideas, sino que hay que "ser ubicado".
¿Es el momento en que tu jefe estará disponible para escucharte con atención? ¿Tiene el día muy ocupado hoy? ¿Espera una llamada o tiene una entrevista importante? ¿Se está preparando para una reunión que tendrá pronto? Si la otra persona está ocupada por las decisiones que tiene que tomar, es lógico que se sienta molesta si le interrumpen.
Es mejor esperar un poco con las preguntas y dudas hasta que el jefe (o la otra persona) esté más calmada y descansada. Si llegas en el momento propicio, le encontrarás con muy buena disposición para ayudarte a solucionar tus dudas.
La clave es: ponte en el lugar de la otra persona. Si tú estuvieras en su lugar y tuvieras una fuerte tensión por situaciones que debes enfrentar, seguramente te fastidiarían las interrupciones y procurarías contestar lo más breve posible para seguir ocupado en tus decisiones.
