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Respiración y emociones

Te evitarás muchos malos ratos si aprendes a reconocer en ti tus momentos de alteración emocional. Ya sabes que se pueden cometer graves errores al tomar decisiones mientras se está con una fuerte emoción.

Hay una correspondencia entre la respiración y tus emociones. Si estás alterado emocionalmente, entonces tu respiración es irregular; pero si tu ánimo está tranquilo, sereno, entonces tu respiración se hace regular. Si estás tranquilo, sereno, y pruebas hacer tu respiración irregular, al poco tiempo te vas a encontrar tenso y nervioso, y lo contrario también es válido.

Si estando tenso y nervioso comienzas a respirar rítmica y regularmente, encontrarás que pronto adquieres serenidad y tranquilidad. Es decir, es fisiológicamente incompatible estar alterado emocionalmente si la respiración es rítmica y regular.

Para aquietarte emocionalmente, tienes que mantener un ritmo; que la inspiración dure la misma cantidad de tiempo que la espiración. Para lograrlo, cuenta mentalmente. Por ejemplo, tome aire contando mentalmente de uno hasta cuatro. Puedes hacer o no una pausa o una retención; no es indispensable que respires por la nariz o por la boca, aunque es deseable siempre hacerlo por la nariz. Lo importante es que mantengas un ritmo, que la inspiración dure exactamente lo mismo que la espiración y que visualices la entrada y la salida del aire; basta hacer unas pocas respiraciones, cinco a seis son suficientes.


Sergio Valdivia Correa

 

 

 

 

 


 











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