Greta
Garbo (1905-1990) - cuyo apellido sueco era Gustafsson -
trabajó como enjabonadora en una barberia de Estocolmo y como
dependiente de una tienda antes de entrar como alumna en el Real
Teatro Dramático en 1922. El director Mauritz Stiller, uno de los
primeros grandes del cine sueco, la lanzó como actriz. Ambos
fueron contratados por Hollywood, donde Garbo desempeñó su
primer papel en 1926. Su éxito fue inmediato, teniendo como
parejas a grandes artistas de cine de la época como, por ejemplo,
John Gilbert.
Garbo fue una de las pocas estrellas del cine mudo que consiguió
conservar su posición al llegar el cine sonoro. Su belleza y su
voz ronca especial la convirtieron en uno de los grandes imanes de
atracción del público de todos los tiempos para la industria
cinematográfica. Actuó en catorce películas sonoras, entre las
que cabe destacar La reina Cristina de Suecia, Ana Karenina,
Margarita Gautier, Ninochka y Grand Hotel. Su última película,
La mujer de las dos caras (1942) fue un fracaso y, a pesar de los
numerosos intentos de persuasión realizados, nunca más volvió a
los estudios de cine. Luego vivió durante casi cinco décadas una
vida retirada, rodeada de rumores y de mística.
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