David Beckham
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El
futbolista británcio David Robert Joseph Beckham nació
el 2 de mayo de 1975 en el barrio residencial londinense
de Leytonstone, adonde, en 1969, se trasladaron desde
Hoxton sus padres, el empleado de la compañía de gas y
frustrado futbolista David Edward Ted Beckham y la
peluquera Sandra West, con la que, además, tendría dos
hijas, Lynne (1972) y Joanne (1982).
Desde
que David empezó a andar, su padre le transmitió sus
dos grandes pasiones: el fútbol y el Manchester United,
que a la sazón era un equipo más bien mediocre, pues
no ganaba una Liga desde 1975. A los ocho años de edad
David empezó a jugar en el equipo del barrio, el
Ridgeway Rovers, con el que marcó más de cien goles en
tres temporadas. |
A los once años su vida dio un giro radical tras ganar, en Old
Trafford, el famoso concurso de habilidades futbolísticas que
organizaba el legendario sir Bobby Charlton. No sólo ganó el
trofeo, cuyo premio era participar durante dos semanas en los
entrenamientos con las promesas de la Masía del F. C. Barcelona,
sino que batió el récord de puntos del certamen. Aquel día, él
y su padre se conjuraron -si no se lo quedaba el Barça- para
regresar al mítico césped del Manchester United.
Aquella euforia se esfumó de repente cuando Beckham no recaló en
el F. C. Barcelona («Algún día volveré al Barça», gritó con
rabia en su despedida de la Ciudad Condal), y tras ser rechazado
en las pruebas efectuadas por dos equipos capitalinos de más
renombre que el de su barrio: el Tottenham Hotspur y, lo que es
más sorprendente, el modesto Leyton Orient.
Aunque desilusionado, David no se rindió y jugó en el
Leytonstone, al tiempo que perfeccionaba su técnica en la Essex
School, sin saber que, tras el concurso, los ojeadores del
Manchester United seguían sus pasos por orden del propio
entrenador, Alex Ferguson, quien el 1 de julio de 1991 lo fichó
personalmente para las categorías inferiores.
En Manchester no se alojó en las instalaciones del club, sino en
casas de acogida. Las dos primeras experiencias fueron nefastas,
hasta que recaló en el hogar de los señores Kay, Annie y Tommy,
con los que convivió más de dos años y a los que considera como
sus segundos padres.
Cuando ya estaba acomodado, sus sueños empezaron a hacerse
realidad en 1992, año en que junto a Beckham surgió la mejor
hornada de la historia del Manchester, con nombres como Micky Butt,
Ryan Giggs, Paul Scholes o los hermanos Neville, en un equipo
juvenil que, no sólo ganaba, sino que imprimió un nuevo estilo
de juego al anclado fútbol británico.
Eran jóvenes de dieciséis y diecisiete años a los que Ferguson
seguía desde la grada, hasta que ganaron la Copa juvenil ante el
Crystal Palace, a fines de 1992. Entonces comenzó a gestar en su
mente la leyenda de los Fergie babes (en un claro paralelismo con
los míticos Busby babes liderados por Charlton que conquistaron
Europa en los años cincuenta), que, encabezados por el francés
Eric Cantona y por un jovencísimo Giggs, que ya había dado el
salto al primer equipo, ganarían un nuevo título de Liga para el
Manchester en la temporada 1992-1993.
Beckham debutó con el primer equipo el 23 de septiembre de 1992
en un partido de Copa contra el Brighton. A partir de aquel día
entrenó con los mayores, pero no jugaba en la Liga porque el
Manchester funcionaba a la perfección. Tuvo que esperar hasta la
temporada 1994-1995, en la que marcó su primer gol el 7 de
diciembre de 1994 en su debut en la Liga de Campeones frente al
Galatasaray, cuando aún no había debutado en la Premier League.
David, que desde el 23 de enero de 1993 había firmado su primer
contrato profesional, se impacientó. Más aún, cuando Ferguson
le preguntó si, para la temporada 1994-1995, aceptaría una
cesión al modesto Preston, de la Tercera División, con el que
jugó cinco partidos y marcó dos goles.
En el meridiano de la Liga el
medio campo del Manchester quedó mermado por las lesiones, y
Ferguson recurrió por fin a Beckham, quien debutó en la Premier
League el 2 de abril de 1995, contra el Leeds United. Aquella
temporada el Manchester fue subcampeón y Beckham jugó sólo
cuatro partidos.
En 1995-1996 se afianzó ya en el
primer equipo, con el que jugó treinta y tres partidos y marcó
siete goles, demostrando ya que era el mejor centrador del mundo y
uno de los jugadores que mayor técnica atesoraba en el
lanzamiento de faltas.
Estas cualidades no pasaron
desapercibidas, y el 1 de septiembre de 1996 debutó con la
selección, con la que ha disputado más de cincuenta encuentros y
de la que es capitán desde 1999. Siguió jugando en el
Manchester, del que pronto se convirtió en el líder
indiscutible, con un promedio de treinta y tres partidos por
temporada y una media de ocho goles, la mayoría de ellos mediante
magistrales lanzamientos de falta.
En su palmarés figuran seis títulos de Liga, una Liga de
Campeones y una Copa Intercontinental (1999) y dos Copas de
Inglaterra (1996 y 1997), aparte de otros trofeos menores. A
título personal ostenta muchos galardones, aunque nunca ha podido
ganar el Balón de Oro: Jugador del Mes de la Liga y Jugador Joven
del Año (1996), de nuevo Jugador Joven del Año y Sir Matt Busby
(1997), Centrocampista Europeo del Año y Balón de Plata europeo
por detrás de Rivaldo (1999), Mejor Deportista Británico del
año y de nuevo Balón de Plata por detrás de Figo (2001) y
Balón de Bronce tras Ronaldo y Zidane (2002). Por otra parte, en
noviembre de 2003 fue nombrado caballero de la Orden del Imperio
Británico.
Un matrimonio explosivo
Su boda, en 1997, con la ex Spice Girl Victoria Adams multiplicó
el atractivo del futbolista para las firmas comerciales y los
medios de comunicación. Todo lo que toca lo convierte en
dólares, que es la moneda con la que cobra. Durante sus largos
años en el Manchester, entre ficha e ingresos atípicos ganó un
promedio de 15 millones de euros anuales. Se atreve con todo,
hasta ha llegado a cantar en uno de los discos de su esposa, en la
canción Out of your mind.
Victoria Adams en su llegada a Madrid
La cantante pareció haber arrinconado en buena medida su carrera
para convertirse en dueña y señora de la proyección de su
marido y del Beckingham Palace, como es denominada la mansión de
los Beckham y donde, hasta que David fichó por el Real Madrid,
celebraba a menudo fiestas a su imagen y semejanza, con la
presencia de incondicionales como Elton John o Joan Collins.
Con Victoria tiene dos hijos: Brooklyn (5 de marzo de 1999), así
llamado porque fue concebido en este famoso barrio neoyorquino, y
Romeo (1 de septiembre de 2002), en homenaje a Shakespeare.
La fama de la pareja tiene empero un precio: en 2000 intentaron
secuestrar a su primogénito. Por ello ha debido rodearse de
extremas medidas de seguridad. Aparte de ésta, el Spice Boy o
Becky, dos de sus apodos que han hecho mayor fortuna, ha recibido
otras amenazas, hasta de muerte, como cuando en el Mundial de 1998
fue expulsado por una niñería e Inglaterra cayó eliminada por
Argentina.
Beckham es todo un negocio, por ello lo fichó seguramente, en
junio de 2003, Florentino Pérez, que para el puesto ya tenía a
Figo, quitándoselo además al flamante presidente del F. C.
Barcelona, Joan Laporta, quien había prometido su fichaje a la
afición barcelonista en su campaña electoral. Al Real Madrid,
que lo adquirió por 35 millones de euros y por una ficha anual de
6,5 millones, le deberá entregar el 50 % de sus contratos de
imagen.
La llegada de Beckham a Madrid fue todo un acontecimiento. Llegó
a Torrejón de Ardoz en avión privado y movilizó a miles de
aficionados que querían acercarse a su nuevo ídolo. Un olor de
multitudes que se repitió pocos después durante la gira
asiática del equipo blanco.
Beckham es un hombre pulcro y maniático. Está obsesionado con el
orden, y en su casa se viste de manera que los colores de la ropa
sintonicen con el color de la habitación en cuestión y con los
muebles. Lleva tatuados los nombres de su esposa e hijos y cambia
continuamente de look. Y hasta se ha atrevido con pareos, diademas
y diamantes, algo que parecía reservado a las mujeres.
Le apasionan los coches, sobre todo los Ferrari y los Bentley, y
es un practicante consumado del golf y amante del cine; de hecho
es el ídolo de la protagonista en la película Quiero ser como
Beckham, la historia de una joven de origen hindú que pasa mil
dificultades hasta cumplir sus sueños futbolísticos.
Cortesía de www.biografiasyvidas.com.
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QUERIDO
DAVID BECKHAM
de MONTES, JUAN MARI
Editorial: GRUPO ANAYA, S.A. 2004
9.36 € |
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