Los diez nunca, en
el matrimonio
Para que la vida en común de la pareja tenga
armonía, lo más importante es que tanto el marido
como la esposa, tomen un tiempo dedicado sólo a
conocerse y aceptarse cada uno a sí mismo, pensando
qué quieren cambiar personalmente y poner manos a la
obra.
Otro paso importante es conocer al ser amado,
aceptarlo tal como es, sin pensar en cambiarlo. La
convivencia se logra a base de pequeños detalles
diarios, tal vez no perceptibles, pero que si dejan de
existir, hacen que poco a poco la armonía vaya
desapareciendo.
La felicidad del hogar puede compararse a una planta.
Si se le retira el agua, no se seca el mismo día que
se deja de regar, sino que poco a poco va perdiendo el
frescor y se va apagando, hasta que se seca
irremediablemente.
Por ello, he aquí diez pequeños consejos que pueden
ayudar a la vida matrimonial:
1.-Nunca se enojen los dos al mismo tiempo, pues en
lugar de dar paso a la calma y lograr resolver la
causa del enojo, pueden llegar a una fuerte discusión.
Al no tener dominio de uno mismo, se puede llegar a
lastimar al otro. Es mejor aprender a escuchar el
retumbar de los cañones como el que no oye, sin dejar
que las palabras del otro lo hieran, y después, ya
con tranquilidad, discutir calmadamente, llegar a un
acuerdo y lograr la solución.
2.- Nunca se griten. ¡A menos que se esté quemando
la casa!, pues al gritarse se va perdiendo el respeto
mutuo, tan importante en la convivencia de la pareja,
y también para el respeto que se debe a los hijos y
por el ejemplo que ellos observarán día a día.
3.- Nunca se pongan a recordar errores y culpas
pasados. A nadie le gusta que le digan sus errores, más
si éstos tuvieron alguna consecuencia como
generalmente sucede. Es mejor cantar ya lo pasado,
pasado..., que arrieros somos, y en el camino
andamos...
4.- Descuiden al mundo entero pero... nunca se
descuiden entre sí. Dense mutuamente su tiempo, pero
con la mejor calidad de presencia. No basta saber quién
es lo más importante para uno, hay que demostrarlo.
5.- Nunca se separen sin decirse palabras tiernas que
puedan recordarse durante la ausencia, por breve que
sea. Cuando novios, recordaban la ultima palabra cariñosa
y la saboreaban todo el tiempo. Ahora con mayor razón
hay que decirlas.
6.- Nunca dejen que el día termine sin aclarar
situaciones de enojo y lograr una reconciliación. El
beso de las buenas noches ayuda a suavizar el coraje,
muerdete el horgullo y buzca a tu pareja y muchas
veces ahí surgirá la reconciliación.
7.- Nunca se reúnan sin poner ternura, cariño y
respeto en la bienvenida. Él debe ser el rey y ella
la reina del hogar. Incluso es bueno dejar de hacer lo
que se éste haciendo, con tal de atender, escuchar e
interesarse en las cosas del cónyuge.
8.- Nunca olvidar los momentos felices del principio
de su relación. A pesar de los reveses, hay que
tratar al otro con mucho amor y seguir disfrutando de
ese tiempo juntos, aunque haya inconvenientes.
9.- Nunca suspirar por lo que pudo haber sido sino
sacar el mayor provecho de lo que es. (Todo es según
el color del cristal con que se mira). Aprovechar esas
energías que un joven matrimonio tiene, en crecer
juntos, en lugar de gastarlas en pequeñeces.
10.- Nunca sentirse satisfechos hasta saber que ambos
van caminando por la misma senda que conduce a la
felicidad, por ese camino que han ido limpiando día
con día y que se ha ido preparando, no sin esfuerzo y
con una que otra pena.
Estas reglas funcionan los trescientos sesenta y cinco
días del año. El error es pensar: Hoy tal vez no lo
haga, mañana sigo. Es...como las dietas: si se van
posponiendo nunca llegará el día de empezar. Se
necesita mucha fuerza de voluntad inundada de amor,
jovialidad, optimismo y una mente siempre joven
dispuesta a amar y a perdonar los errores del otro.
|