DIARIO MULTIMEDIA DE INFORMACIÓN - DESARROLLO PERSONAL - OCIO - CULTURA - TURISMO - Desde 1998 en la red
EL ALMANAQUE DE HOY REVISTA EL ALMANAQUE
 

LÉXICO

ISLAM 

Para denominar a los fieles seguidores del islamismo empleamos el nombre de musulmanes o el de mahometanos. La primera denominación, muy universal, procede del turco moslemán, que procede a su vez del árabe muçlim, que tiene su transcripción en español como “muslime” y significa “salvado”. Aplícase a personas, advierte el diccionario, y se usa también como sustantivo. Pero decimos también arte musulmán, derecho musulmán, fiestas musulmanas. 

Cuando el cristianismo formaba un bloque frente al islamismo, a los países del primer bloque se les llamaba “la cristiandad”, y a los del segundo bloque, “el islam”. Afortunadamente desapareció el primer bloque como tal; por eso ha caído en desuso el término. Pero el segundo bloque y su respectivo término siguen en plena vigencia. Los países árabes (llamados así por su lengua común) tienen instaurada con la mayoría de los restantes países musulmanes una alianza de carácter religioso con marcados tintes políticos, formando un bloque muy compacto. No hay en occidente ninguna estructura análoga en que la religión sea el eje vertebrador de los países. Pero quizá las cosas estén cambiando a partir del atentado del 11 de septiembre. Se ahonda la percepción de que no eran unos extremistas musulmanes sueltos los que atacaron a los Estados Unidos, sino que fue el islam (tampoco por unanimidad, claro está) quien atacó no a los Estados Unidos de América, sino a la cristiandad. Precisamente se han apresurado los predicadores a advertir que no es el islam quien ha declarado la guerra a los países cristianos, porque esa es una percepción que ha prendido con mucha fuerza. Habrá que estar a la espera del desarrollo de los acontecimientos y de la evolución de las conciencias. 

Según unas fuentes, el término árabe içlam significa salvación; según otras, su significado es “sumisión o abandono (a Alá)”. No es precisamente un eje de la doctrina de Mahoma (sólo 8 veces aparece la palabra en todo el Corán, frente a muchas decenas de veces que aparece la palabra amor en las Sagradas Escrituras), pero quizá fuese la proclividad de los pueblos islámicos a la sumisión y al fatalismo, lo que les inclinó a poner esta virtud por encima de todas, y a denominarse precisamente por ella. He aquí pues, que cuando hablamos del Islam hacemos referencia a los pueblos que han elegido como cimiento de su religión el abandono y la sumisión a la voluntad de Alá, expresada por boca de los dirigentes espirituales llamados játibes, ulemas,  muftíes, ayatolas, etc. 

No es el momento más propicio para dar a conocer a la cristiandad los valores del islam, pero es una verdadera urgencia, en especial ahora que se acentúa la percepción del mismo no sólo como un conglomerado de doctrinas mucho menos amantes de la libertad que el cristianismo (sobre todo respecto a la mujer), sino que además han marcado a sangre y fuego su fundamentalismo terrorista. El hecho de que en nuestros cimientos doctrinales esté el amor en vez de la sumisión ha contribuido poderosamente a que la cultura cristiana haya seguido derroteros distintos de la musulmana, aunque no haya llegado a la cima. No es lo mismo el camino del amor, que el camino del islam.

Mariano Arnal

Libros relacionados con el Léxico:

Copyright EL ALMANAQUE todos los derechos reservados.