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LÉXICO

ORGASMO

Los diccionarios coinciden casi todos en dos cosas: en definir el orgasmo como el grado máximo de excitación y culminación del placer sexual, y en dedicarle poquísimo espacio. Casi todos dicen que orgasmo es igual a eretismo. Los más antiguos ni siquiera admiten que el orgasmo sea un término exclusivo del sexo; la Espasa, por ejemplo, lo define como el más alto grado de excitación, de la sexual especialmente. Eretismo. Y tiene una acepción más, muy curiosa, que dice: Orgasmo. Mús. Vocablo tomado del italiano, que se aplica al estado especial del cantante cuando por excitación, por miedo o por cualquier otro motivo no puede usar de sus facultades. María Moliner define el orgasmo como Situación de exaltación máxima de la actividad de un órgano, a la que sigue su aplacamiento. Culminación del placer sexual. Volvemos a estar por tanto en el orgasmo como algo no exclusivo del sexo. La enciclopedia que se desmarca de todas las demás es la Británica, que le dedica media columna y es descriptiva. Introduce en la definición el concepto de gratificación y de subsiguiente relajación de las tensiones sexuales y explica las diferencias entre el orgasmo del hombre y el de la mujer.

La palabra orgasmo es un neologismo. No existen por tanto ni en griego ni en latín. Su procedencia es griega, obtenida a partir de orgh (orgué), que significa en primer término agitación interior que enciende el ánimo. Y luego deriva hacia pasiones concretas, entre ellas la ira y la cólera como dominantes; y la forma anímica de cada uno, el conjunto de sentimientos, la disposición moral, para acabar especializándose en los sentimientos violentos y su manifestación. Está relacionada esta palabra con la idea de fuerza. OrghthV (orguetés) llamaban los griegos al hombre apasionado (no tiene femenino). En el entorno tenemos a Baco con el sobrenombre de OrgioV (Orguios; de orgia / órguia). Lo más parecido al orgasmo es orgiasmoV (orguiasmós), que es la celebración de los misterios u orgías; es decir, nada que ver con el orgasmo. Hemos de pasar por tanto a examinar la orgía para acercarnos al núcleo léxico del orgasmo. Por una parte tenemos el verbo orgizw (orguítzo), de la familia de orgh (orgué), que significa encolerizar, irritar; y en voz media, encolerizarse, irritarse. Pariente especializado de éste es orgiazw (orguiátzo), que entra ya de lleno en el terreno de la orgía, que es ni más ni menos que la celebración de determinados misterios. Estamos, pues, en orgion (órguion; la palabra griega con que se nombra lo más parecido a lo que originariamente fue la orgía) y que se refiere a determinados misterios que se celebraban en honor de Deméter y de Baco, conocidos también con el nombre de orgías. En tiempos se llamó así también a los misterios de la filosofía y a los transportes del amor.

En cuanto al sinónimo que le asignan todos los diccionarios, eretismo, María Moliner lo define como la exaltación de las propiedades vitales de un órgano y lo hace proceder de ereqismoV (erezismós) = acción de excitar, de irritar, irritación, procedente de ereqizw (erezítzo) = provocar, excitar, exaltar, que a su vez procede de eriV (éris), la discordia. En cualquier caso, el orgasmo tiene un origen nobilísimo. Se lo merece.

Mariano Arnal

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