ECOLOGÍA

Entre la cincuentena larga de términos derivados de oikoV (oikos) y oikia (oikía), dos formas distintas de la misma palabra (algo más maleable y extensa la primera), no aparece en los diccionarios de griego clásico nada parecido a ecología. Sí están oikonomia (oikonomía) = economía, y oikodespothV (oikodespótes)= dueño de la casa (término propio de la astrología). Hay que recurrir por tanto al verbo oikew (oikéo) para alcanzar la mayor extensión de significado, que permite pasar de la casa-habitación al hábitat, denominado también "el medio". La definición más escueta de ecología es la de "estudio (logia / logía) de los organismos en relación con el medio" (oikoV / óikos = casa, hábitat, ambiente, medio).

Ni que decir tiene que nos hallamos ante un término nuevísimo: los diccionarios de hace un siglo no lo traen. La Espasa (ed. 1915) dice: Se denomina así, modernamente, la parte de la biología que estudia el modo de vivir de los animales y las plantas y sus relaciones con los seres que los rodean; pertenecen, pues, a la ecología el estudio de la alimentación, la habitación, la distribución geográfica, la influencia del clima y del ambiente, los fenómenos de parasitismo, simbiosis y comensalismo, el cuidado de las crías, la vida en sociedad, etc. Una definición mucho más globalizadora interpreta la ecología como la "biología de los ecosistemas" en fotogramas parciales y aislados o en visiones más globales y continuas. No hemos de olvidar cuando hablamos de ecología, que nos referimos a una ciencia; es decir que en última instancia la ecología se dedica al estudio y comparación de los diversos ecosistemas y a su tipificación, clasificación y distribución geográfica.

La palabra y el concepto de ecología nacieron en el siglo XIX en el campo de la biología por la necesidad de estudiar los seres vivos como elementos de un sistema cerrado, relacionado a su vez con otros sistemas de seres vivos y con el medio. Fue el resultado inevitable de la concepción global de la zoología y de la botánica, que desembocó en el evolucionismo. Haeckel fue el que introdujo este término en la biología. Con él nació la concepción de la tierra como casa común (oikoV / óikos) de todos los vivientes; una idea que ha ido creciendo con fuerza en los últimos decenios e impregnando todas las áreas de la actividad humana, incluida la política. Así tenemos productos ecológicos, sistemas de producción ecológicos, conductas ecologistas o antiecologistas, organizaciones ecologistas, ministerios de ecología... La ecología ha crecido y sigue creciendo por fortuna como una marea y seguirá creciendo. Pasará a no mucho tardar, de la ecología (ciencia del medio) al ecologismo (que de momento se define como traslación de la concepción ecologista al terreno de la realidad social). Está por llegar y desarrollarse el ecologismo como cuerpo de doctrina filosófica y código de conducta de los ecologistas. Es decir que éstos pasarán a ser los adeptos a una doctrina (el ecologismo), y no los seguidores de una ciencia (la ecología). Aunque para ser completa la adecuación del nombre a la realidad, habría que desechar la desinencia –logía (igual que filología, radiología, histología, etc.) para pasar por ejemplo a la –filia (amor).

Mariano Arnal

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