CONTROL
Control y controlar son neologismos muy recientes. Los diccionarios de hace un siglo
saltan de contrito a controversia, sin pasar por control. Cuesta entender cómo pudimos
vivir sin control hasta hace cuatro días, cuando hoy es uno de los grandes pilares de la
vida y del trabajo. Los sinónimos que propone el diccionario (examen, comprobación,
intervención) no tienen casi nada que ver con la filosofía y la praxis del control.
Tampoco las simples definiciones de diccionario nos ilustran acerca de lo que realmente es
el control. "Comprobación administrativa", "vigilancia o examen minucioso
de los actos de alguien"... se trata siempre de aspectos del control. Hoy el control
se ha convertido en una especie de segunda piel de cualquier actividad: es el que hace el
papel de conciencia, de re-flexión, para asegurarse de que lo que se hace está bien
hecho, conforme a cánones que no fijamos nosotros.
La palabra procede del francés controle (comprobación, verificación);
su forma más arcaica es contrerole, que por contracción quedó en controle.
Parece que en origen fue un invento de la Administración francesa, que consistía en un
doble registro de verificación recíproca. Es evidente la composición de la palabra: contre
por una parte, y role por otra, aportando cada uno de los dos elementos una
carga significativa muy importante. Role, que hemos asimilado a nuestro léxico
como "rol", derivado de role (registro, rollo de papeles), del mismo
origen que nuestro "rollo". Los diccionarios dan para role las siguientes
traducciones: 1. Foja (en leng. forense y en algunos países hispanoamericanos,
hoja o folio), hoja de autos, rollo, registro de pleitos. 2. Rol, lista, nómina. 3.
Papel en el teatro o fuera de él, interpretación. 4. Rollo de tabaco. Está claro
que la idea que subyace en el término "rol" es la de "rollo" de
papel, que así era como se guardaban antes los papeles, enrollados; eso en terminología
jurídica y administrativa. Trasladado el término al ámbito del teatro, el
"rol" es el "papel" que le toca a cada uno en el reparto (lo que los
griegos llamaban dramatoV proswpa /
drámatos prósopa y los romanos drámatis personae). Naturalmente que la idea
de contre role se formó en el ámbito semántico administrativo. Se trataba de
"rolar" contra dirección para detectar los errores que pudieran haberse
producido en el desenvolvimiento o desarrollo del tema. Fue un gran invento la idea
del contra-rol (de mover el rollo en dirección contraria; más o menos, como la prueba de
la suma). Y en cada caso con la fórmula que ha convenido, se ha aplicado a todos los
campos de la actividad humana.
Incluso da la impresión de que ha contaminado no sólo el hacer, sino también el ser
del hombre. El someternos personalmente a control, a autocontrol más bien, ha
afectado nuestro "rol", pasando el concepto del ámbito administrativo e
industrial, al de la personalidad, al contra rol, a imponernos un rol contrario al
que nos es propio. El enigma que nos queda por resolver, y que es bueno que nos
planteemos, es dónde reside y desde dónde opera la dirección de este gran drama, y
quién reparte los papeles. No los actores, por supuesto.
Mariano Arnal
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