COMPATIBLE
Para situarnos nos hemos de remontar al verbo latino patior
(sustantivo passio) y al griego paqoV (pázos). Empecemos por aquí, para entender qué dice ser la compatibilidad. PaqoV (pázos) es una palabra con larga historia (la
tenemos asimilada en patología, patético, simpático, antipático, frenopático,
ludópata...). Denota pasividad (una forma latina de la misma raíz), por oposición a
actividad. Es pues aquello que uno siente, experimenta o prueba. Ta paqh (ta páze) son las cosas que pasan, los acontecimientos, las mutaciones de la realidad.
De ahí que patético (paqetikoV / pazetikós)
fuese para los griegos el sensible, el accesible a las sensaciones exteriores, el capaz de
sentir; y también el que era capaz de hacer sentir a otros, de conmoverlos (significado
con el que nos hemos quedado). Y respecto a la calidad de las sensaciones, que en
principio eran neutras, pronto se decantó el paqoV (pázos) hacia las experiencias dolorosas y desagradables. Y de ahí pasó a
significar también las pasiones. Y en eso ha quedado básicamente esta palabra: en los
padecimientos y las pasiones. En latín nos hemos de situar en el verbo patior, passus (sustantivo
passio), que nos habla de soportar, aguantar, padecer, resistir, consentir,
tolerar, admitir. Cuando les añadimos al uno y al otro el prefijo "con", les
hemos dado una nueva dimensión: en griego sun (syn) = con, más paqew (pazéo) = sentir,
sufrir, padecer, nos da sumpaqew (sympazéo) que significa compadecerse, tener
los mismos sentimientos que otro. Y sumpaqhV (sympazés) es el compasivo y
también el que excita la compasión. O la simpatía, que aunque no es lo mismo, va en la
misma palabra. Y eso en latín es el cum (=con) con el verbo patior, passio,
que nos da compatior, que significa compadecerse, padecer con otro. Y el sustantivo
compassio tanto significa compasión como simpatía.
El término compatible tiene toda la apariencia de haber entrado en nuestra
lengua a través del inglés compatible, cuyo primer significado es "capaz de
existir juntos en armonía". Luego se extiende a personas y cosas, y por fin a cosas.
Compatible (siempre se predica la compatibilidad de al menos dos elementos entre sí) es
todo aquello que es capaz de coexistir adecuadamente, ya se trate de personas, de cosas,
de teorías, de tecnicismos, etc. Claro que el concepto de compatible ha tomado
carta de naturaleza en la informática, en relación con las máquinas y sus periféricos.
Pero la compatibilidad que más nos afecta es la humana, cada vez más dificultosa: Es
que, como dice la misma palabra, se trata de tener pasiones o sentimientos afines. Mal lo
tenemos por ahí, porque se nos enseña a ocultar y a disimular los sentimientos. Pero es
que también nos habla la palabra de soportar, aguantar, resistir
y eso aún lo
tenemos peor: cada vez nos aguantamos menos unos a otros, cada vez tenemos menos
resistencia, por eso cada vez son más bajos los niveles de compatibilidad. Si
ésta no se da al 100% no es el caso de renunciar a la existencia en armonía. Soportando,
aguantando, haciendo algún sacrificio (y todo eso va en la palabra) se puede mejorar
mucho la compatibilidad de dos personas. Pero reservamos todas nuestras energías de
resistencia para el trabajo; con lo que cuando llegamos a nuestras vidas ya estamos
agotados. Y nos confesamos incompatibles con otras personas. Es el progreso imparable de
la soledad. Nos queda pendiente la compatía, sinónimo de simpatía.
Mariano Arnal
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