JUAN CARLOS GONZÁLEZ MARTÍNEZ DE ALEGRÍA, ALMA Y CREADOR DE LA ERA RESTAURANTE 

El cocinero de 38 años está al frente de este establecimiento madrileño desde hace ya cuatro años junto a su padre, Basilio González, y un gran equipo de profesionales
 

El número 103 de la calle Infanta Mercedes de Madrid guarda un secreto tras sus puertas: se trata de La Era Restaurante, un establecimiento que nació en el año 2012 de la mano de Basilio González y Juan Carlos González Martínez de Alegría, padre e hijo. Ambos ostentan los cargos de Encargado y Chef ejecutivo, respectivamente, y buscan hacer viajar en el tiempo cada día a cada uno de sus comensales a través de su cocina tradicional de mercado. El local, además, está decorado con materiales nobles como la madera o el esparto, que transmiten la comodidad del espacio.

Juan Carlos González Martínez de Alegría es el Chef Ejecutivo de La Era Restaurante, un establecimiento situado en el número 103 de la madrileña Calle Infanta Mercedes. Para lograr abrir su propio negocio, el chef ha tenido que esforzarse mucho y trabajar muy duro de la mano de otros grandes cocineros españoles e internacionales.  

Este madrileño de nacimiento se formó en Filología en la Universidad Autónoma de Madrid y fue entonces cuando se dio cuenta de que lo suyo era la cocina. Estudió Hostelería en la Escuela de Especialidades Fundamentales de la Armada en Ferrol (A Coruña) y el módulo de Cocina en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid. 

Como muchos otros chefs, inició su andadura profesional viajando a Londres, donde consiguió un puesto de Ayudante de cocina en Conty´s Sandwich Shop. Ya de vuelta en España, experimentó también diferentes cargos en grandes empresas de restauración y hostelería. 

Mientras trabajaba, Juan Carlos continuaba su formación y su aprendizaje incansable. Pasó también por la Armada Española encargándose de la Hostelería y la Alimentación, así como por el Restaurante Magalia de Ávila, donde trabajó como cocinero. En el año 2005 ocupó la posición de Jefe de cocina en el Restaurante Zalabaca donde se servía cocina fusión y, en 2006, fue Cocinero-Jefe de Partida en el Restaurante El Amparo, ambos en la capital. 

Pero su formación no acaba aquí. El chef trabajó durante tres años en el Restaurante Goizeko Wellington como Cocinero-Jefe de Partida, en el Restaurante La Cruzada como Jefe de Cocina y en el Grupo Bokado durante la Feria de San Isidro de la Plaza de Toros de Las Ventas, quedándose en esta empresa tres años, los dos últimos como Jefe de cocina. 

Este extenso curriculum de 15 años de trayectoria profesional le ha valido reconocimientos como el Tercer Premio de cocina en el XV Certamen Gastronómico de la Asociación de Cocineros y Reposteros de la Comunidad de Madrid y el Primer Premio a la Mejor Tapa. Asimismo, deja ver la amplia experiencia de la que dispone Juan Carlos, que plasma en cada uno de sus platos y que, sin duda, notan y aprecian los comensales.

La Era Restaurante es su proyecto más personal, que dirige junto a su padre, Basilio González, y con el que busca la excelencia culinaria. Les acompaña en su aventura un gran equipo de profesionales entre los que cabe destacar a la Encargada en Sala y Sumiller. El chef desarrolla su vocación en un espacio agradable y acogedor en el que predominan los materiales nobles como la madera o el esparto y las decoraciones rústicas.

Sobre La Era Restaurante

La Era Restaurante es un espacio gastronómico situado en la madrileña calle Infanta Mercedes a cuyo cargo se encuentra Juan Carlos González Martínez de Alegría, en búsqueda constante de la excelencia culinaria. Los más de 15 años de trayectoria de este chef al frente de diferentes fogones le hacen valedor del XV Premio Gastronómico de la Comunidad de Madrid. Actualmente, busca hacer viajar en el tiempo a los comensales que disfrutan de sus deliciosas creaciones, mediante sabores recuperados de la cultura gastronómica española, a los que une técnicas de vanguardia de alta cocina. De esta forma, diseña sorprendentes contrastes en sus platos elaborados con ingredientes que el cocinero selecciona personalmente. La Era cuenta con capacidad para 40 personas y dispone de dos reservados, todo decorado con materiales nobles: esparto, madera y arpillera. Un restaurante que une innovación y tradición y ofrece un espacio cálido, elegante y exclusivo.www.laerarestaurante.com

Historia y Elaboración Autentica tradición embotellada

La ginebra en la Menorca Inglesa (1708-1802) está ligada a la historia propia de la ginebra. Los ingleses y holandeses que llegaban al puerto de Mahón, unos de los puertos más importantes para los navíos de las armadas de ambos país por su gran calado y estructura hacen que las tabernas se llenen de soldados y marineros.

Es en ese momento cuando los menorquines descubren uno de los aguardientes más populares de la época como era la Ginebra ya que en Menorca era popular la destilación de alcohol para producir anises y licores siempre con base vínica. A partir de allí los destiladores artesanos menorquines empiezan a elaborar aguardientes aromatizados con enebro para paliar la sed de los nuevos visitantes de la isla. En el mismo momento en Inglaterra de decide iniciar lo que conocemos como “Gin Acts” (los primeros impuestos sobre la ginebra), a fin de paliar los efectos del exceso de consumo por parte de la población de este tipo de aguardiente, llegando incluso a una prohibición de destilar el producto entre 1728 y 1736, algo que origino que la producción de ginebra se dispersase entre las colonia Inglesas dada la prohibición, para después ser introducida de nuevo por contrabando.

Allí es cuando nace una de las recetas más populares de la época, que fue primero conocida por Gin del puerto de Mahón (la denominación de origen). Los primeros escritos hablan de intentar crear una receta en base a las holandesas (que eran consideradas las de mejor calidad en la época), y poder adaptarla un poco al gusto Ingles de los marineros que recibíamos en las tabernas del puerto en esos momentos.

La tradicional receta nace en 1750 bajo la mano de un antiguo panadero quien convirtió su panadería en la primera destilería en el puerto de Mahón, y allí continuo su producción hasta entrados el siglo XX donde un incendio en la destilería termino con la muerte del propietario y maestro destilador hasta ese momento, echo que desencadeno que Miguel Pons Justo, en esos momentos trabajador de la destilería, viendo el poco interés de la familia en continuar con el negocio, decida comprar la receta y reabrir la destilería a poca distancia de la anterior.

Ya bajo el amparo del nombre familiar de este “Xoriguer” (nombre como se conocía a la familia de Miguel, el cual deriva del nombre de un antiguo molino de harina propiedad de su familia), logrando convertir la ginebra en lo que es hoy en día, un producto destilado de la misma forma artesanal de antaño, con los mismo métodos y alambiques, que tantas características espéciale brindan a la ginebra hoy en día, siendo ahora mismo un producto en el corazón de todos los baleares que con orgullo vendemos como si lo destiláramos nosotros mismo. Una ginebra diferente, con una Denominación de Origen, y con una versatilidad contrastada.

Elaboración

Gin Xoriguer se elabora mediante un tradicional método denominado destilación simple- “one-shot method”, utilizando como combustible leña procedente de la limpieza y desbroce de los bosques de Menorca, refrigerando todo el proceso con agua de mar.

Alcohol vínico de alta calidad, enebrinas del Pirineo catalán y agua de manatial de Mahón, definen la personalidad de la ginebra, cuya única destilación en alambiques de cobre de más de dos siglos de antigüedad y capacidad de 700 litros acaba de conformar su carácter único y singular.

Descartados cabezas y colas de la destilación, el corazón de la producción es recogido y catado, resultando una ginebra nítida y con carácter, en la que pueden apreciarse los aceites esenciales de la enebrina.

El proceso final de envasado y etiquetado en la destilería del puerto de Mahón se sigue realizando en la botella con forma de caneca, que desde el año 1800 siempre ha conservado el Gin de Menorca.

Nota de cata
Vista
Transparente y nítida, con cuerpo y diferenciado por los aceites esenciales de la enebrina
Aroma
Aromática, con recuerdos de enebrina, madera verde y hierbas.
Gusto
Paladar herbáceo y generoso en enebrina, suaves notas cítricas terminan de redondear su carácter.
Final
Largo y ligero, con suave recuerdo de pimienta negra